Helena La Mala
Helena Danae
EL GRÁFICO
Qué buen aventón
Hola, mis amores, ¡feliz miércoles a tod@s! Sé que muchos tal vez me vayan leyendo camino a su trabajo, así que hoy les tengo una anécdota para acompañar a quienes van a un día cargado de labores
Helena Danae
EL GRÁFICO
Qué buen aventón
Hola, mis amores, ¡feliz miércoles a tod@s! Sé que muchos tal vez me vayan leyendo camino a su trabajo, así que hoy les tengo una anécdota para acompañar a quienes van a un día cargado de labores.
Imagínanos juntos en el asiento trasero del coche de tu amigo, voy con falda pegada, tacones y blusa de botones. Mi blusa es medio transparente y se notan mis pezones.
Hace calor y tu amigo dice que el aire no funciona, así que comienzo a desabotonarme la blusa hasta debajo del bra, no puedes evitar mirar aunque sea de reojo, puedes ver también mi sonrisa coqueta.
Me quito los tacones y con mi pie comienzo a acariciar tu pierna. El tráfico es horrible, así que mínimo haremos 20 minutos para llegar al trabajo.
Con voz dulce te digo al oído: "imagínate lo que haríamos en estos 20 minutos para que pase más rápido el tiempo".
Te sonrojas, pero tu mano es traviesa, así que comienzas a acariciar mi pierna. Algo tranquilo para empezar, solo paseas tus dedos por mi chamorro que ya está en tu entrepierna.
Mis piernas abiertas te invitan a tocar más, a entrar debajo de mi falda, ¿cómo negarse a esa invitación?
Así que tus dedos van avanzando, subiendo hasta llegar a mis muslos, para darte cuenta de que no traigo calzones y que mi almendrita se está poniendo húmeda. Mi flujo ya está escurriendo por mis muslos y tus dedos se embarran un poco.
Con mi mano, empujo la tuya para que toques de una vez por todas mis labios y puedas acariciarlos, así comienzas a estimular mi clítoris y mis gemidos hacen que tu amigo se dé cuenta de nuestra travesura.
Él mueve el retrovisor y dice: "¡Si van a hacer algo, mínimo denme un buen show!"
Así que me empino frente a él, un poco torcida por los asientos, pero así dejo que él me toque también, mientras yo voy desabrochando tu pantalón para sacar tu miembro duro y dejo que mis labios hagan el resto.
Me lo meto tan profundo en la boca, que provoco una pequeña arcada, lo saco rápidamente y en eso abres tus ojos, para ver cómo tu amigo estuvo metiendo sus dedos en mi almendrita y me dejó lista para ti.
Me monto sobre tu miembro ya bien duro y comienzo a cogerte, me muevo tan rico que no puedes controlar los sonidos que salen de tu boca. Tras varios sentones no entiendes por qué estás tan a punto de venirte. Sonrió y te digo al oído: "¿Te gusta cómo aprieto?"
Entiendes que todo esté tiempo estuviste sintiendo la magia de mi almendrita, me quitas de arriba de ti y terminas en mi falda, la dejas escurriendo de tu líquido blanco. Llegamos al estacionamiento del trabajo y tu amigo pregunta si puede ser su turno.
¿Qué dicen? ¿Lo dejamos probar este manjar? Los leo en mis redes sociales y la próxima semana, podrán leerlo. Tal vez sea su turno o los dos puedan darme tan rico que me hagan gritar en el estacionamiento.
Les adoro infinitamente.