Jueves, 24 de Abril de 2025

El dramaturgo que creó la tragedia griega, luchó en Maratón y tuvo una muerte que "le cayó del cielo"

ArgentinaLa Nación, Argentina 25 de abril de 2023

Estatua de Esquilo, uno de los tres grandes dramaturgos trágicos de la Atenas clásica Nada describe mejor el destino final de Esquilo que el género teatral que lo tuvo como su primer gran representante hace 25 siglos: la tragedia

Estatua de Esquilo, uno de los tres grandes dramaturgos trágicos de la Atenas clásica



Nada describe mejor el destino final de Esquilo que el género teatral que lo tuvo como su primer gran representante hace 25 siglos: la tragedia. Autor de obras excelsas, este dramaturgo logró enorme prestigio en la Grecia del siglo V antes de Cristo y se ganó un lugar en la historia; pero, en plena gloria, un absurdo acontecimiento terminó con su vida.



Nacido en Eleusis, actual Grecia, en el año 525 antes de Cristo (a.C.), Esquilo fue el primero de la tríada de grandes dramaturgos (Esquilo, Sófocles y Eurípides) que a lo largo de un período que coincidió con una época de grandeza para Atenas llevarían la tragedia griega a su máximo esplendor . Escribió 90 obras y con la mitad de ellas ganó en los imponentes festivales atenienses de drama griego, las Grandes Dionisias .



Sobre sus inicios, cuenta la leyenda que siendo muy joven estaba en el campo vigilando unas cepas en los viñedos de su padre, cuando se le apareció Dioniso, dios del teatro, del vino y de la fertilidad, y le ordenó que escribiera tragedias; él obedeció sin dudar a la divinidad y comprobó que lo que hacía le salía bien .



Tal como se narra en la obra Tragedias ( editorial Gredos), con traducción y notas sobre Esquilo de Bernardo Perea Morales, su formación filosófica y literaria no se conoce en detalles, pero sí se puede afirmar que se sabía de memoria a Homero; manejaba el ciclo épico y a Hesíodo; leía a otros grandes poetas, como Arquíloco, Anacreonte y, de una manera especial, a Estesícoro.



Su obra se inspiró en la firmeza del sentimiento democrático, el odio a la tiranía y la guerra entre las póleis ; la búsqueda de gloria y reconocimiento externo, que en su tiempo hallaba motivos de exaltación frente a Persia o la rival Egina; el repudio de la hybris , que podría traducirse como soberbia (en el mundo griego significaba usar la violencia intencionalmente para humillar o degradar a otro,) y el elogio de la moderación .



"Todo esto iba a constituir la clave ideológica de las tragedias que escribió", se afirma en el libro mencionado. " Pero lo que con razón se hace resaltar siempre respecto a Esquilo es su hermoso afán de conciliación que nos acerca a lo que aun hoy deberían ser nuestros ideales ", se agrega.







Pintura sobre el asesinato de Agamenón



No son pocos los que le atribuyeron a Esquilo gran afición por el vino. De esto se derivan dos anécdotas: una que afirma que el dramaturgo transfería sus hábitos a sus personajes y que por eso fue el primero que se atrevió a presentar borrachos en escena, y otra que dice que él mismo solía componer sus dramas embriagado.



Lo cierto es que, más allá de lo que se comentara sobre sus aficiones y formas de inspiración, se considera a Esquilo el fundador del género de la tragedia griega. Se atribuyen a él también una serie de innovaciones, como la introducción de un segundo actor en escena y varias mejoras en la escenografía y la técnica teatral. "Ese segundo actor era llamado Deuteroagonista y cumplía las funciones de aliado o rival del protagonista según la trama de la obra, lo que abría enormemente las posibilidades dramáticas de la puesta en escena ", comentó Agustín Saade, docente de la cátedra de Historia Antigua II (Clásica) de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y profesor de Historia de la Escuela Superior de Comercio Carlos Pellegrini.



De las 90 obras que escribió Esquilo (algunas enciclopedias hablan de 73 y otras de 82), solo cinco se conservaron completas: Los persas (472 a. C.); Los siete contra Tebas (467 a. C.); Las suplicantes (463 a. C.); Orestíada (458 a. C.), que comprende Agamenón, Las coéforas y Las euménides, y Prometeo encadenado.



La lanza y el escudo



Pero Esquilo no solo se dedicó al trabajo intelectual, sino que también empuñó la lanza y el escudo. Conforme a su clase social, lo hizo como hoplita, es decir, como parte de la milicia ciudadana. "Esta fuerza era integrada por ciudadanos griegos que poseían tierras en las zonas rurales circundantes a las póleis. La sociedad griega dividía a las personas libres principalmente entre las que podían costearse la panoplia hoplítica (armamento completo) y las que no podían hacerlo y cumplían tareas militares de infantería ligera y apoyo . Los griegos no utilizaron cuerpos de caballería de forma generalizada hasta la Guerra del Peloponeso", explicó Saade.



Según se afirma en Tragedias, es probable que haya peleado en alguna campaña tracia y, lo que sí es seguro es que peleó en Maratón, la batalla con la que se logró el rechazo de la invasión terrestre de los persas en la Primera Guerra Médica (490 a.C.). Sin embargo, contrario a lo que se suponía, este libro no otorga tanta certeza al hecho de que también haya combatido en Salamina y en Platea , que fueron parte de la Segunda Guerra Médica (480-478 a.C.).



En cuanto a su conducta en la batalla, la citan como distinguida la enciclopedia bizantina Suda, el historiador y filósofo Plutarco y el escritor bizantino Focio; mientras que un comentario anónimo a Aristóteles es el único que asegura que "recibió muchas heridas" . Una prueba de su desempeño como soldado es uno de los epitafios que se le erigió en Gela, que rezaba: "Este sepulcro de Gela la rica en cereales contiene a Esquilo, el hijo de Euforión, ateniense. De su eximio valor hablarán Maratón y su bosque y el cabelludo medo, que le conocen bien ".



Este hijo de un viñatero, que se había hecho camino solo en la Atenas de Pericles, se convirtió en el creador de un genero teatral, acumuló un sinfín de premios y ganó prestigio en el campo de batalla. En síntesis, se había ganado ya un lugar privilegiado en la historia y podía sentirse orgulloso de todo lo logrado en su vida; pero el destino le jugó una mala pasada.



Se había mudado a Gela, en el sur de la actual Sicilia, lugar al que ya había hecho varios viajes durante su vida. Esta vez el motivo que lo impulsaba a establecerse ahí no era el de sus excursiones anteriores, sino que su propósito era escapar al augurio que le había hecho el oráculo de Delfos, que le había profetizado que moriría aplastado por el derrumbe de una casa.







Dibujo que ilustra la muerte de Esquilo



Como solía hacerlo a menudo, un día el poeta se apartó a los alrededores de Gela para filosofar o escribir. En ese instante voló sobre él un águila que había atrapado una tortuga entre sus garras y que, como no se la podía comer por la dureza de su caparazón, la arrojó desde lo alto sobre la cabeza calva de Esquilo "pensando" que se trataba de una piedra sobre la que se rompería la dura protección de su presa . El animal golpeó de lleno sobre el desafortunado hombre y terminó así, de una manera absurda, con la vida de uno de los más grandes dramaturgos de la Atenas Clásica.



Resulta paradójico que muriera tratando de escapar de su destino aquel que había llevado a escena los grandes ciclos mitológicos de la historia de Grecia, a través de los cuales reflejó la sumisión del hombre a un destino superior incluso a la voluntad divina. " Tal destino es una fatalidad eterna (moira) que rige la naturaleza y contra la cual los actos individuales son estériles, puro orgullo (hybris) abocado al necesario castigo ", explican Tomás Fernández y Elena Tamaro, en Biografia de Esquilo , un artículo publicado en el sitio web Biografías y Vidas.



Siendo tan grande la admiración hacia Esquilo, los atenienses acordaron que se concediera coro, esto es, participación en el certamen anual, a todo el que representara obras de este autor con carácter póstumo, lo cual explica la extensa consecución de sus triunfos post mortem .



Que se haya conservado una mínima parte de su prolífica obra tiene que ver con que la mayor parte de los fragmentos de sus creaciones proceden de la tradición indirecta y de los papiros encontrados en mucho menor número que los de Eurípides, pero con mayor abundancia que los de Sófocles. "La segunda edición del catálogo de papiros literarios de Pack, de 1965, atribuye a los tres grandes trágicos, por orden cronológico, 31, 20 y 78 papiros respectivamente...", se indica en Tragedias .



Varios epigramas inscriptos en su tumba, que se convirtió en sitio de peregrinación para escritores y filósofos, inmortalizaron a Esquilo. El que quizá más le rinda honor es el de Antípatro, que reza: "El primero que alzó la voz trágica y un majestuoso canto en sus robustos versos, aquí yace en este sepulcro, el honor de Sicilia. Está Esquilo, el de Euforión, muy lejos de su nativa Eleusis".
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