Homicidios llegan a niveles récord en México durante el gobierno de López Obrador
Con más de 156 mil asesinatos, ya superó las cifras de todo el sexenio de su antecesor Enrique Peña Nieto.
Cuando aún le restan 495 días para concluir su mandato, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ya se ha convertido en el más violento de la historia reciente de México.
Según el último reporte del Instituto Nacional de Estadística y Geografía y el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, desde que comenzó el mandato de López Obrador, en diciembre de 2018, se han registrado 156.136 homicidios, una cifra récord que supera a todos los asesinatos cometidos en los sexenios precedentes.
Los homicidios contabilizados durante los cuatro años y medio de la actual administración de AMLO acaban de sobrepasar los cometidos en los seis años de gobierno de Enrique Peña Nieto (PRI, 2012-2018), que hasta ahora tenía el récord con 156.066 asesinatos. Ya el año pasado había superado el registro del sexenio Felipe Calderón (PAN, 2006-2012), que concluyó su mandato con 120.463 muertes intencionales luego de lanzar la llamada "guerra contra el narco", mientras que deja muy atrás el balance de la gestión de Vicente Fox (PAN, 2000-2006), período en el que se reportaron 60.280 asesinatos.
Cada uno de los años del gobierno de López Obrador ha estado entre los peores en materia de violencia. El año 2020 es el más sangriento del que se tiene registro (36.773 asesinatos) en México, seguido de 2019 (36.661); 2021 (35.700) y 2022 (31.944). Y este 2023, con 11.967 homicidios hasta ahora, podría superar a todos los anteriores si es que continúa la tendencia actual.
El balance del gobierno del partido izquierdista Morena también incluye varios de los días más violentos que se hayan reportado en México, como el 1 de diciembre de 2019, cuando fueron asesinadas 127 personas en una sola jornada.
"En números absolutos este ya se confirma como el sexenio más violento de la historia. Pero incluso si comparamos lo comparable, es decir, los 53 meses que lleva la administración de López Obrador contra los 53 primeros meses de sus antecesores, tenemos que lleva un 50% más de homicidios que Peña Nieto y 65% más que Calderón en términos proporcionales a la población", dijo a "El Mercurio" Francisco Rivas, director del Observatorio Nacional Ciudadano (ONC) de México. "Y de mantenerse la actual tendencia, es muy probable que 2023 termine rebasando a 2021 y 2022", agregó.
Según Raúl Benítez-Manaut, experto en temas de seguridad e investigador de la UNAM, las cifras muestran el fracaso total de la llamada estrategia de "Abrazos, no balazos" impulsada por AMLO, que suponía enfrentar los elevados índices de violencia con un enfoque menos punitivo para centrarse en las causas estructurales. "La estrategia ha sido un fracaso por muchas razones, entre ellas porque él prometió bajar la violencia y no lo hizo. Ya rebasó los 156.000 homicidios de Peña Nieto un año antes, o sea que seguramente va a acabar su gobierno con un 14 o 15% más de homicidios. López Obrador terminará su mandato dentro de un año con aproximadamente 180 mil o 190 mil homicidios, y esa es una cifra súper escandalosa", afirmó.
Aunque López Obrador no comentó ayer estas cifras de homicidios -es muy posible que lo haga en su conferencia matutina de hoy-, anteriormente ha presentado gráficos para sustentar que su gobierno recibió índices muy altos de asesinatos y en realidad ha reducido esos niveles de violencia. Según su balance, si se compara la variación entre el primer y el último año de sus antecesores, se refleja que los homicidios subieron 192% durante el sexenio de Calderón y 59% en el gobierno de Peña Nieto, mientras que en su propia administración han caído 10,8%, pese a que el total acumulado de casos es mayor.
Pero los expertos ponen en contexto esos cálculos.
"Eso es cierto y es falso, porque hay que acordarnos que durante dos años hubo covid-19 y todo México estuvo cerrado, como todos los países del mundo. Pero aún estando cerrado, hubo muchos homicidios. La gente no estaba en la calle, no había vida pública en el país, pero los narcotraficantes sí siguieron sus actividades e incluso las incrementaron. Entonces, con un país cerrado, López Obrador no puede decir que la situación está mejor ni que está igual que con Peña Nieto", comentó Benítez-Manaut, en referencia a registros trágicos ocurridos en plena pandemia, como octubre de 2020, que tiene el récord como el mes con más asesinatos (3.347) en la historia de México.
Por otro lado, Rivas remarca que la cifra de homicidios es apenas un índice de muchos otros en los que el gobierno de López Obrador tiene un mal desempeño en materia de violencia e inseguridad. "Solo con una mirada rápida al homicidio encontramos datos estremecedores. Pero también estamos en máximos históricos en femicidios y en desapariciones de personas; de hecho, en este sexenio han desaparecido más personas que en los dos sexenios de Calderón y Peña juntos. Y estas víctimas no están contempladas dentro de las estadísticas de homicidio. De igual manera, estamos en máximos históricos en extorsiones, en privaciones ilegales de la libertad, en delitos que atentan contra la vida y la integridad personal, en robos de negocios, en narcomenudeo, en trata de personas y en muchos otros", enumeró. "Un gobierno puede tener altos niveles de violencia, pero podría estar recuperando el territorio, cerrando los negocios criminales, deteniendo a los delincuentes, asegurando armas, drogas o dinero. Pero eso tampoco está sucediendo: tenemos entre un 60 y un 80% menos de aseguraciones, detenciones y sentencias que en el sexenio pasado", aseguró.
En el centro de los cuestionamientos está el lema de "Abrazos, no balazos", que según los analistas de seguridad, ha sido más parte de una narrativa política o un eslogan de López Obrador que un plan concreto. "No ha significado nada. Los abrazos se le tendieron en algún momento a la mamá del 'Chapo' Guzmán en una visita del Presidente a Sinaloa, o cuando él ordenó la liberación de su hijo Ovidio Guzmán cuando había sido capturado en Culiacán", ironizó Benítez-Manaut.
Rivas señala que aunque en principio parece "sensata" la idea de atender las causas sociales de la violencia, en la práctica el gobierno ha impulsado políticas contraproducentes, como desarticular la Policía Federal y crear una Guardia Nacional que no se ha mostrado efectiva para combatir el crimen organizado. "Pero la realidad es que lo único que ha hecho el Presidente es repetir lo que se hacía en pasado, es decir, usar a las Fuerzas Armadas en labores de seguridad, cuando desmanteló los aparatos de prevención y de inteligencia", dijo el experto, que también mencionó otros problemas como el "discurso contradictorio" de López Obrador frente a la delincuencia, el "absoluto abandono e inoperancia" de la Fiscalía General de la República y la falta de recursos económicos para materias de seguridad. "Hoy estamos gastando aproximadamente el 0,5% del PIB para labores sustantivas de seguridad (...) Es nulo si pensamos que en promedio los países que pertenecen a la OCDE gastan por encima del 3%".
Con todo, los altos índices de violencia no parecen afectar la alta popularidad de López Obrador. "Sus fuentes de popularidad no es el combate al crimen organizado, sino su capacidad discursiva y los programas sociales", concluyó Benítez-Manaut.
Tasa de homicidios28 asesinatos cada 100.000 habitantes registra México. En 2022 se contabilizaron un total de 31 mil homicidios, de los cuales casi la mitad se concentraron en solo seis estados.