Tres salarios mínimos y otros cambios

Stefano Farné
En estos días ha sido noticia la carta de un nutrido número de profesores universitarios, en su mayoría de la Universidad Nacional, en la cual solicitan al Congreso el archivo de la reforma pensional porque esta reduciría el monto de sus pensiones. ¿Qué hay de cierto en eso? Es bien sabido que en el régimen de prima media administrado por Colpensiones las pensiones son ‘altas’ porque son subsidiadas por el Estado y que en el antagónico régimen de ahorro individual (RAIS) ellas son ‘bajas’ porque los rendimientos que reconocen las Administradoras de Fondos de Pensiones sobre el capital ahorrado son insuficientes. Inevitablemente, si se pasa a un sistema mixto de pilares, las pensiones de Colpensiones -donde está la mayoría de los profesores universitarios- disminuirán y las que se reconocen en el RAIS aumentarán. Entre más bajo sea el umbral que se establece para separar a los regímenes, más bajas serán las primeras. El Gobierno propone un umbral de tres salarios mínimos, por debajo de los cuales se cotiza a Colpensiones y por encima al RAIS. El modelo actuarial de la Universidad Nacional -que respaldó con sus estimaciones el proyecto de reforma pensional presentado por el Ministerio del Trabajo- arroja como resultado pensiones posreforma inferiores en 15,7% a las que actualmente reconoce Colpensiones para quienes cotizan cuatro salarios mínimos. Al aumentar dicho ingreso también aumentan las perdidas, que, en el caso de quince salarios mínimos, representarían una disminución de 47,3%. Miramos, por ejemplo, el caso de una persona cuyo ingreso de cotización sea de siete salarios mínimos, es decir de 8.120.000 de pesos, un salario similar al promedio profesoral. Según las reglas actuales, al pensionarse a las 1.300 semanas cotizadas, el afiliado a Colpensiones recibiría una pensión de aproximadamente 5.034.400 pesos (62% del salario); con la reforma una de 3.248.000 (40%). A ello hay que descontar el 12% de cotización a salud con lo cual les quedarían 2.858.240 pesos. Y no hay que olvidar que durante su vida productiva el afiliado aportará al Fondo de Solidaridad Pensional una suma que pasará de 81.200 pesos mensuales a 203.000 con la reforma. ¿Qué indicaciones podemos derivar de lo anterior? La primera es que el umbral de tres salarios mínimos propuesto en la reforma pensional no debería ser reducido. En caso contrario las pensiones (de cuatro salarios mínimos en adelante) serían aún menores y caerían por debajo de unos estándares internacionales sugeridos, por ejemplo, por la OIT y la Oecd. En segundo lugar, es indispensable empezar a introducir ajustes paramétricos: de forma paulatina deberían aumentar la edad de jubilación y las semanas de cotización requeridas para pensionarse. Finalmente, habría que pensar en mejorar el sistema de inversiones de los ahorros de los afiliados para mejorar los rendimientos recibidos. Una fórmula prometedora son los fondos generacionales, modalidad recomendada por la Oecd, y que, por ejemplo, en México han sustituido el sistema de multifondos.
Director Observatorio del Mercado Laboral, Universidad Externado de Colombia.