Viernes, 29 de Marzo de 2024

Economía mundial ante situación precaria debido a un contexto de tasas de interés elevadas

UruguayEl Pais, Uruguay 7 de junio de 2023

El crecimiento mundial disminuirá al 2,1% y en América Latina al 1,5% durante el 2023.

Redacción El País
El Banco Mundial (BM) lanzó ayer un informe sobre las perspectivas económicas mundiales. Según explicaron, el crecimiento mundial ha desacelerado notoriamente, sumado a que existe riesgo de que surjan tensiones financieras en los mercados emergentes y en economías en desarrollo (MEED) debido al contexto actual de altas tasas de interés a nivel global.



En ese sentido, se prevé una desaceleración del 3,1% en 2022 al 2,1% en 2023 en relación al crecimiento mundial. Por otro lado, en los MEED (salvo en China) estiman que este año el crecimiento se desacelerará de 4,1% registrado el año pasado al 2,9%.



"La manera más segura de reducir la pobreza y ampliar la prosperidad es a través del empleo. Sin embargo, el crecimiento más lento hace que la creación de puestos de trabajo sea mucho más difícil", afirmó Ajay Banga, presidente del Grupo Banco Mundial. "Es importante tener presente que las previsiones del crecimiento no representan un destino inexorable. Tenemos la oportunidad de invertir la tendencia, pero todos debemos trabajar juntos para lograrlo", explicó.



Hasta el momento, según el Banco Mundial, las tensiones en las economías de mayor nivel solo han manifestado efectos negativos limitados en los MEED, pero ahora estos países están con los ojos puestos en la situación debido a que las condiciones crediticias mundiales son cada vez más restrictivas, ya que uno de cada cuatro MEED ha perdido acceso a los mercados internacionales de bonos. En ese marco, las proyecciones de crecimiento de estas economías para 2023 son menos de la mitad de las previstas hace un año, razón por la que en este momento las mismas están más vulnerables a conmociones adicionales.



"La economía mundial se encuentra en una situación precaria", afirmó Indermit Gill, economista en jefe y vicepresidente sénior del Banco Mundial.



"Excepto en Asia oriental y meridional, estamos muy lejos de alcanzar el dinamismo necesario para poner fin a la pobreza, contrarrestar el cambio climático y reponer el capital humano. En 2023, el ritmo de crecimiento del comercio descenderá a menos de un tercio del que se registraba en los años anteriores a la pandemia. En los mercados emergentes y economías en desarrollo, la presión de la deuda está aumentando debido al aumento de las tasas de interés. A raíz de deficiencias fiscales, muchos países de ingreso bajo ya han caído en un sobreendeudamiento. Mientras tanto, las necesidades de financiamiento para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible son mucho mayores que, incluso, las proyecciones más optimistas en materia de inversión privada", sostuvo.



Todo parece indicar que el futuro de las MEED es incierto. Asimismo, el Banco Mundial estimó que para fines del 2024, la actividad económica de estas economías será alrededor de un 5% menor que los niveles proyectados antes de la pandemia. De hecho, en los países de ingresos bajos el daño es sensible, ya que en más de un tercio de dichos países, los ingresos per cápita en 2024 van a seguir siendo inferiores a los niveles del 2019. Además, debido al ritmo lento de crecimiento de los ingresos, la pobreza extrema se arraigará en muchos países de ingreso bajo.



Por otro lado, el informe del Banco Mundial pronosticó que el crecimiento de las economías avanzadas se desacelerará del 2,6% en 2022 al 0,7% durante este año, mientras que en el 2024 continuará siendo débil. Por su parte, se prevé que la economía estadounidense desacelerará al 0,8% en 2024, en consecuencia del impacto persistente del marcado aumento de las tasas de interés que se registró durante el último año y medio. En la zona del euro, el crecimiento disminuirá del 3,5% en 2022 al 0,4% en 2023, esto debido al efecto dilatado del endurecimiento de la política monetaria y el aumento de los precios de la energía.



Pasando a latinoamérica, el Banco Mundial indicó que en el año pasado el crecimiento de las principales economías desaceleró debido a la menor demanda externa y a las restricciones en las políticas monetarias. De hecho, durante el cuarto trimestre del 2022, Argentina y Brasil experimentaron una contracción, mientras que las demás economías registraron un crecimiento más leve. Dicha desaceleración también se traslada al crecimiento proyectado para 2023, según el Banco Mundial.



En lo que va del año, la actividad del sector privado ha mostrado poco crecimiento, aunque este va en aumento, mientras que la confianza de los consumidores ha sido despareja en toda la región. Mientras tanto, los precios de los principales productos básicos de exportación han logrado una recuperación parcial tras las caídas generadas a finales del 2022.



En tanto, aunque el sector de turismo no se ha recuperado por completo tras los golpes recibidos durante la pandemia, los destinos populares se han visto beneficiados por la demanda externa, según explica en su informe el Banco Central. Por otro lado, los bancos centrales de la región mantuvieron tasas de intereses altas para hacerle frente a la inflación básica persistentemente elevada. Sin embargo, los disturbios sociales y la incertidumbre política han afectado la confianza de consumidores e inversionistas en varios países latinoamericanos, por lo que se están analizando ajustes normativos en la región.



En cuanto a las perspectivas para latinoamérica, las proyecciones del Banco Mundial indican que el crecimiento en América Latina y el Caribe desacelerará hasta un 1,5% en 2023. A su vez, prevén que el pequeño crecimiento en las economías avanzadas incidirá en la demanda de exportaciones, por lo que es probable que las políticas monetarias restrictivas que se han aplicado en esas economías y la persistente inflación interna impidan cualquier mejora de las condiciones financieras a corto plazo.



Se prevé que el crecimiento de Brasil se desacelerará al 1,2 % en 2023, con un ligero aumento al 1,4 % en 2024. Según las proyecciones, la tasa de crecimiento de México será moderada, del 2,5 %, en 2023, y seguirá creciendo un 1,9 % en 2024. También se proyecta que en 2023 la producción de la Argentina caerá a -2 % y en 2024 crecerá un 2,3 % a medida que la economía se recupere de la grave sequía que ha afectado su producción agrícola este año.



A su vez, el Banco Mundial prevé que el crecimiento de Colombia se reducirá al 1,7 % en 2023, con un aumento al 2 % en 2024. Por su parte, es probable que Chile experimente una contracción del 0,4 % en 2023 y luego del 1,8 % en 2024, mientras que las perspectivas de crecimiento en Perú son de un 2,2 % en 2023, con un ligero aumento al 2,6 % en 2024.



Para Uruguay, el BM prevé un crecimiento de la economía de 1,8% este año y de 2,8% el año próximo.



Por último, se prevé que el crecimiento de América Central desacelere al 3,6% en 2023, con un ligero aumento al 3,8 % en 2024. Por otro lado, se estima que las remesas y el turismo favorecerán la actividad en la región. En El Caribe, además del auge del petróleo en Guyana, se prevé que el resto de los países de la subregión crezcan a una tasa promedio del 3,3 % en 2023, con el impulso de la continua recuperación del turismo y el creciente volumen de remesas.

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