El estado y el dolor ajeno
La trágica historia de un padre que perdió a toda su familia en un accidente, narrada este fin de semana en El País, conmueve al más estoico
La trágica historia de un padre que perdió a toda su familia en un accidente, narrada este fin de semana en El País, conmueve al más estoico. No solo por la tragedia humana que ha vivido ese hombre. Sino, sobre todo, por la indiferencia y frialdad cruel con que el aparato burocrático enfrenta ese tipo de situaciones. Es claro que nuestro estado requiere reformas urgentes para adaptarlo a estos tiempos, y humanizarlo. Por ejemplo, el proceso de sucesión, es digno del siglo XIX.