El Comercio, Perú
15 de octubre de 2023
Ex preparador físico de Maradona y Messi explica qué los une y qué los diferencia. También elogia a Paolo Guerrero. /Pág. 3
Por PEDRO ORTIZ BISSO@orbisa35
Llega el lunes, juega el martes, se va el miércoles. La visita monárquica de Messi en la Ciudad de los Reyes. Dentro de veinte años, las historias de los peruanos que dirán haber visto a Lionel Messi en su último partido oficial en Lima serán parte del repertorio obligatorio de las sobremesas futboleras.
Contarán, entre cábalas exageradas y anécdotas inventadas, que Leo llegó como campeón del mundo liderando a la inquebrantable ?Scaloneta? para enfrentar a un Perú fisurado que no patea al arco en las Eliminatorias.
Narrarán, entre críticas rabiosas y tácticas misteriosas, que la ?Pulga? pasaba a despedirse con la Albiceleste de las canchas de Sudamérica y que, del otro lado, el hincha peruano daba un ultimátum: ganar o ganar. O patear el tablero y decirle adiós al ultradefensivo proyecto Reynoso.
Signo de Leo
Reportaron las páginas de El Comercio en el 2013 que la primera vez que Messi estuvo en Lima coincidió con su primer título internacional. Vino en 1996 siendo el niño prodigio de Ñuls(categoría 1987) y se llevó la Copa de la Amistad que organizaba la Academia Cantolao. Comió pollo a la brasa y vivió más de una semana en Pueblo Libre.
La segunda vez se fue con bronca. En los segundos finales del Perú-Argentina del 2007, Leo perdió el balón junto a la raya presionado por un ?Loco? Vargas que corrió como un monster truck hacia el arco norte para asistir a Fano en el agónico 1-1.
En su visita por las Eliminatorias a Brasil 2014, Markarián lo encerró en el triángulo Cruzado-Ramírez-Lobatón en la volante y no pudo destacar en otro empate 1-1.
En cambio, fue 2-0 en el 2020, en plena pandemia y sin público, cuando Messi y Argentina rompieron una racha de 16 años sin poder ganar en Perú. Con él, el espectáculo está asegurado.
