Las primeras decisiones que se esperan del nuevo Presidente Milei

Señal de gobernabilidad:
"Lo primero que tendría que mostrar el nuevo gobierno, y también la oposición, es una señal clara de que va a haber gobernabilidad", afirma el managing partner de Grant Thornton Argentina, Fernando Fucci. Los desafíos económicos -concuerdan los contactados- son de tal magnitud que una base de apoyo es mínima. Hoy, Javier Milei tiene minoría absoluta en el Congreso: 7 senadores de 72 y 38 diputados de 250.
"Es la primera vez que pasa que un presidente no tiene un apoyo político de un partido, sino solo respaldo de la gente", asegura el presidente de la filial argentina de la auditora Auren, Fernando Tezanos. "Si Milei logra consensos políticos con los peronistas, Juntos por el Cambio y radicales, va a ser más liviano", agrega.
El plan de estabilización
"Milei tiene una necesidad de estabilizar la economía bajando el déficit fiscal y corrigiendo el problema del déficit cuasi fiscal", dice el economista y profesor del IAE Business School de la Universidad Austral de Argentina, Roberto Vassolo. Agrega: "Achicar ese déficit fiscal es urgente porque nadie nos presta plata".
Hoy el déficit fiscal de Argentina supera los US$7 mil millones. La inflación del país bordea el 140%, y se prevé que el próximo año esté sobre el 240%. No hay segundas voces, esta escalada tiene como génesis principal un déficit fiscal creciente del gobierno que, al no poder financiarlo con deuda, se financia con emisión. En los últimos meses, el Tesoro no ha podido financiar el déficit, y lo ha hecho vía las Leliqs, títulos de deuda del Banco Central; este es el déficit cuasi fiscal que llega al 10% y que tiene que ver con los intereses devengados de esos títulos. Ya hay una fórmula para resolverlo: convertir esa deuda del Banco Central en deuda del Tesoro. Y se emitiría algún instrumento de deuda de más largo plazo.
"Más complejas son las medidas fiscales", dice Vassolo. La ventaja es que el 80% de los cambios no deben pasar por el Congreso. Un ejemplo son algunas transferencias a las provincias. "Esto es parte de las medidas con las cuales los argentinos estaremos con el corazón en la boca los próximos cinco meses", precisa Vassolo. Dice que un plan de estabilización similar se dio en 1989. "Le costó un infarto al ministro de Economía y se llevó puesto otro", señala.
Simplificar la estructura regulatoria:
Argentina tiene una de las menores cantidades de empresas cada mil habitantes. Si existen 46 millones de personas, tiene alrededor de 530 mil empresas. Chile, con 18 millones, posee más de un millón. "Argentina es un país que ha asfixiado su sector productivo formal", dice un economista del país vecino. "Entonces, las reformas que necesita impulsar Javier Milei, que son las más difíciles porque tienen que pasar por el Congreso, tienen que ver con sacar el pie de arriba de la cabeza del sector formal de la economía", añade.
El nuevo gobernante ingresaría al Congreso un paquete de unas 3.000 leyes que propondrá derogar o cambiar. Hoy sobre el sector privado recaen cerca de 67.000 regulaciones. "Claramente eso ahoga a nuestros emprendedores, nuestras pymes, es un infierno, nadie las puede cumplir", dice el director ejecutivo del think tank liberal Libertad y Progreso, Aldo Abram. "La idea es quedar con una cantidad de regulaciones que se justifiquen", añade.
"Debe dar alguna señal del cambio de rumbo que piensa dar", dice Fernando Fucci, de Grant Thornton Argentina. Hoy presentaría una ley optimus, que prevé ingresar al Congreso con ambiciosas reformas.
Fin del cepo cambiario:
Argentina ha tenido 22 cepos cambiarios o restricciones cambiarias. De ellos, 21 -dice Aldo Abram- quebraron al Banco Central. Y tres terminaron en hiperinflaciones.
Si bien Milei había señalado anteriormente que este terminaría el mismo día que asumiera, ahora se prevé que concluya al cabo de un año.
Abram explica la urgencia: "El Banco Central está absolutamente quebrado. Esta usando más de US$ 10.000 millones prestados". "Se requiere una unificación cambiaria".
El economista explica que existe un ejemplo de intento ordenado: el de Mauricio Macri, cuando asumió en diciembre del 2015. "Se salieron a la semana, por debajo de los dólares paralelos y desde ahí fueron desarmando el resto de las regulaciones que sostienen el cepo, que en este caso son muchísimo peores", dice el director ejecutivo de Libertad y Progreso. Si en 2015 se demoraron un semestre en terminar con toda la maraña, ahora estarían todo 2024. Aunque se prevé que a esas alturas ya el 90% de las operaciones se esté haciendo en un mercado único.
La añorada reducción de la deuda privada
Hoy las estimaciones más extremas apuntan a que la deuda de las empresas con sus proveedores alcanza los US$ 40 mil millones. Las compañías no pueden sacar los dólares, por ende, no tienen cómo cancelar sus pasivos, ni con sus vendedores ni con sus matrices. Y ya existe desabastecimiento incluso en insumos médicos. "Hay que trabajar rápido para que el stock de deuda privada pueda ser cancelada porque ya muchas compañías no se quieren endeudar porque no saben a qué tipo de cambio van a terminar pagando, pero también hay muchas empresas extranjeras que no quieren venderle a Argentina porque no saben cuándo van a cobrar", dice Fernando Fucci. "Hay que dar certidumbre", añade.
Medidas proinversión
"Desde Perón en adelante se ha reducido toda la certeza jurídica", dice Fernando Tezanos Pinto. Y Milei busca revertir esto. "Las inversiones van a venir si no hay inflación, si no hay déficit fiscal, si la justicia es independiente", dicen en el mercado. "Argentina necesita inversión", agrega Tezanos.
El país tiene más de 170 impuestos que afectan a las empresas. Si bien no todos recaen en todas las compañías, a lo menos una firma paga entre 20 y 40 impuestos.
Primero, se requiere una reducción impositiva. Y que se permita el retiro de utilidades. "Ahí hay que dar una señal de que el que invierta va a poder cobrar sus dividendos y llevárselo a tiempo y cuando quiera, y no sujeto a los vaivenes de la economía local", señala Fernando Fucci.
Reforma tributaria
El economista Aldo Abram explica que una persona de ingresos medios en Argentina trabaja para el Estado casi la mitad del mes, dado el nivel de impuestos que paga". "Es absurdo", añade. El Banco Mundial los sitúa en el puesto 21 de 191 países entre los que más exprimen con impuestos a sus empresas. Economistas repiten que esos impuestos deben reducirse.
"Argentina tiene que plantear cómo, en la medida que se vaya eficientando y bajando el gasto, se van a ir bajando estos impuestos que son aberrantes", dice Abram.
Reducir el gasto público
Es una urgencia. Dado el profundo déficit, el gasto público debe reducirse. Según señalan en Grant Thornton Argentina, acá lo vital es que los contratos que realice el Estado sean a precio de mercado y no como ha sido tradición. El foco debe ponerse en las licitaciones. "A ello se suma reducir los subsidios de más de 50% que gozan los servicios públicos. Y que desde cierto nivel de ingreso paguen. "Muchas veces sabemos que el Estado compra caro y mal", dice.
Existen dos niveles de gasto, gasto corriente y el no corriente. Por el no corriente, apunta a reducir las obras públicas y a un sistema público-privado; mientras que el corriente, asociado al régimen previsional y a algunos planes de ayudas para combatir la pobreza, prevé reducirlo, pero más lentamente.
"Al achicar el gasto público, va a dejar de emitir", apuntala Fernando Tezanos Pinto.
Y todo esto reforzado por una reducción del Estado. Milei ya ha dicho que bajará de 18 a 8 los ministerios. Fernando Fucci, no obstante, le resta relevancia a esta variable: "Eso lo llevó a cabo también el macrismo, y bajar un ministerio a secretaría no significa que la repartición se cierre", subraya. Milei ha señalado que no solo reducirá el número, sino también direcciones y reparticiones.
Reforma laboral
"Argentina tiene leyes laborales brutalmente rígidas y carísimas", dice el economista Roberto Vassolo. Explica que en estudios comparados de Latinoamérica, Argentina tiene el costo laboral no salarial más alto de la región, y eso dejando fuera la litigiosidad. "Lo que hace es que se destruya el empleo productivo", destaca Aldo Abram. Mileu busca modernizar las leyes laborales. La idea es transitar desde un sistema de indemnización por despido a uno que implique un seguro de retiro mientras el trabajador está empleado.
"Ya hay una conciencia extendida, hasta en algunos sindicatos, de que la posibilidad de que te hagan un litigio laboral, lo ganen, y vaya sobre el costo laboral de las empresas es alta y que debe ser cambiada", señala Fernando Fucci.
La resistencia desde el entorno laboral no sería menor. Para mañana ya hay convocado un paro de parte de un sector del Estado. Y Milei aún no asume.
Privatización
Si bien no es una demanda urgente, los contactados no descartan que en la ley optimus que prevé ingresar al Congreso anuncié la privatización de empresas estatales. Se estima que serían unas 30 las compañías que entren en este abanico, que suman un déficit operativo de más de US$ 5.000 millones. La privatización de YPF -donde el Estado tiene un 51%- fue el primer anuncio en la materia. Hoy, no obstante, la intensidad al respecto se ha moderado. "En algún momento lo que se planteó era poner esos activos dentro de un fideicomiso que estuviera en el exterior, fuera del alcance de nuestros políticos, para pedir un crédito contra eso, para poder pagar los pasivos del Banco Central y dolarizar", dice un economista. Pero eso requiere de leyes, por lo que no será rápido. "A YPF dice que la va a privatizar dos o tres años después, porque hoy, además, es muy barata", precisa Tezanos Pinto.