Mariana Cabrera, de 30 años, acompaña al presidente desde que este era diputado y hoy lo asiste en varios temas, como en la redacción de discursos.
El equipo que rodea al presidente
Luis Lacalle Pou tendrá una serie de cambios relevantes en los próximos días. Como es sabido, la campaña electoral está a la vuelta de la esquina, y hay un hombre que es de máxima confianza del mandatario -
Álvaro Delgado- está por dejar el cargo para dedicarse 100% a su precandidatura","theme.el-pais-uruguay-theme-epd.:core:enhancement:Enhancement.hbs.enhancementAlignment":null,"theme.el-pais-uruguay-theme-epd.:core:enhancement:Enhancement.hbs.overrideCaption":null,"_id":"0000018c-568d-d5f2-a58f-fedf352e0000","_type":"809caec9-30e2-3666-8b71-b32ddbffc288"}">Álvaro Delgado- está por dejar el cargo para dedicarse 100% a su precandidatura.
La salida del
secretario de Presidencia, que este sábado él mismo comunicó que ocurrirá el 21 de diciembre, implicará un enroque en cargos sensibles para el jefe de Estado, y un hecho histórico. Pues
Lacalle Pou decidió que por primera vez sea una mujer la que ocupe el cargo de prosecretario de Presidencia, rol que actualmente ejerce
Rodrigo Ferrés -otra pieza clave en el actual organigrama de la
Torre Ejecutiva-, quien a su vez pasará a desempeñarse en el puesto de gobierno del que Delgado se está despidiendo.
La elegida es
Mariana Cabrera, una figura de bajo perfil que acompaña a Lacalle Pou desde su adolescencia. Proveniente de una familia sin mayor militancia política -salvo por su padre, de raíz colorada-, conoció a su líder cuando recién había cumplido 16 años, un día frío del invierno de 2009. Sin saber por qué hasta el día de hoy, entonces se vio embelesada por la convocatoria a un acto político que escuchó por un altoparlante en su natal localidad canaria de
Cuchilla de Sierra. La respuesta que sí tiene es que le atrajeron dos cosas: el poder carismático de un joven diputado que aún estaba lejos de comenzar su largo camino a la Presidencia, y las dos palabras con que ya nombraba su proyecto político:
Aire Fresco.
Y ahí emprendió un camino que, como suele pasar, no previó a dónde la llevaría.
Cabrera no solo será la primera mujer en ser prosecretaria de Presidencia. Será también la persona más joven que alguna vez haya asumido esa responsabilidad. Por eso teme la crítica fácil que apunte a su inexperiencia -tiene 30 años - y no se repare que es abogada. Que es magíster por la
Universidad de Montevideo en
Integración y Comercio Internacional, y también en Derecho. Que fue becaria de la
Unión Europea en programas vinculados al liderazgo. Y que no es una recién llegada a la política: ya en 2011 comenzó a trabajar en el despacho del Lacalle Pou, y desde entonces, a partir de ese mismo año, se involucró en "temas de gestión": ayudó a quien era presidente de la
Cámara de Diputados a administrar el cuerpo de tal manera que se ahorraran US$ 2.5 millones.
En diálogo con El País, Cabrera recuerda también su rol protagónico en la elaboración del proyecto que se convirtió en ley en 2013 sobre la
Reproducción Humana Asistida, que tenía el propósito de "darles la oportunidad a tantas mujeres de ser madres".
Todo esto, que lo hacía mientras estudiaba en la facultad, la llevó a embarcarse en 2014 en la primera campaña presidencial de Lacalle Pou, que fue un torbellino sorpresivo en la interna blanca -le ganó de atrás a
Jorge Larrañaga y enfrentó en el
balotaje al expresidente
Tabaré Vázquez-, y esto luego la llevó al Senado, cuyo funcionamiento también conoció, para luego participar de una segunda campaña electoral -que sí sería exitosa.
"Conocí el sistema político desde adentro -contó-, teniendo un crecimiento personal y profesional al lado de los legisladores de nuestra democracia, a los que supe conocer y respetar gracias a la convivencia que se genera con todos los partidos políticos".
Y el 2019 la tuvo como "testigo" de al menos dos cosas: del crecimiento exponencial de Lacalle Pou y de que "es posible formarse como una joven mujer en política que supo levantar banderas, pintar muros y sumarse a caravanas de autos", y que el camino perfectamente puede conducir a cualquiera a trabajar "formalmente en política".
¿Cómo será Cabrera como prosecretaria? La pregunta está en el aire porque la impronta que han tenido quienes ocuparon ese cargo en los últimos años, así como el del secretario de la Presidencia, ha variado de gobierno a gobierno.
Ella dice que mantendrá el "perfil jurídico" que hoy tiene
Ferrés, y que en verdad está integrada a un "un equipo aceitado" que funciona desde marzo de 2020. De hecho, como adscripta en la Torre Ejecutiva, ha tenido un rol preponderante en la asesoría del presidente, en tareas como la redacción de discursos pesados, como hizo con el que el jefe de Estado pronunció el pasado 2 de marzo ante el Parlamento, en su tercera
Rendición de Cuentas -exposición recordada por anunciar la baja del IRPF y el
IASS para algunos casos.
Como ya debe haber quedado claro, es una enamorada de la política. Dice que así se pueden "lograr cambios" e incidir en "el desarrollo del país".