Paz o tranquilidad: diferencias
Pienso que paz y tranquilidad no son lo mismo
Pienso que paz y tranquilidad no son lo mismo. La primera dice relación con una disposición interior que surge de una vida en la que no hay discrepancias de fondo entre el sujeto que se es a la luz de una conciencia que procede con rectitud. La tranquilidad, en cambio, es más bien consecuencia de circunstancias o factores externos: un criminal, por ejemplo, que ha cometido el asesinato perfecto, puede estar tranquilo respecto de que no lo descubran, pero difícilmente estará en paz (¿cómo podrá estarlo quien deliberadamente causa daño al prójimo?). Además, la consecución de la tranquilidad es algo imposible de manejar para el yo, puesto que los avatares de la vida escapan al dominio de uno mismo.
La paz, como armonía consigo mismo por razones objetivas, es algo que puede darse incluso viviendo circunstancias muy adversas. A la inversa, a una persona no perturbada por ningún suceso hostil quizás le sea imposible estar en paz por las culpas que carga en su biografía y que estremecen su conciencia. Aunque lo tenga todo, anda inquieto y desasosegado. Por consiguiente, no es tanto la tranquilidad a lo que debiéramos aspirar, sino más bien a la paz, otro nombre para la felicidad. Dicho de manera simple: es feliz el que está en paz, pero no necesariamente el que está tranquilo.