Sábado, 27 de Julio de 2024

Ni casa ni carro

ColombiaEl Tiempo, Colombia 3 de abril de 2024



Mes a mes se han venido repitiendo dos titulares que tocan dos de las aspiraciones más tradicionales de los hogares colombianos



Mes a mes se han venido repitiendo dos titulares que tocan dos de las aspiraciones más tradicionales de los hogares colombianos. Se trata de la caída en las ventas tanto de vivienda nueva- en especial la de interés social- como de vehículos. Las cifras de los constructores de casas como de los comercializadores de carros siguen sin repuntar y hace rato que las alarmas están disparadas en ambos sectores. Al cierre del primer trimestre del año, de acuerdo a un análisis de Andemos con datos del Runt, se han vendido 40.567 unidades, una caída del 13,6 por ciento con respecto al mismo período del año pasado. Lo anterior se suma al comportamiento en rojo para todo el 2023: las matrículas de los vehículos cero kilómetros reportaron 186.826, lo que se traduce en una contracción del 28,9 por ciento en comparación con las cifras de 2022. El mercado de carros, tras varios meses seguidos de tendencia negativa, había quebrado la racha en noviembre pasado, para volver a balances en rojos para los primeros tres meses de este 2024. Las motos no se salvan de la situación: en 2023 cayeron un 15,3 por ciento mientras que al final del primer trimestre, pasaron raspando con una baja ligera de 0,4 por ciento, frente al año pasado. Si bien hay que resaltar el desempeño positivo de las tecnologías híbridas y eléctricas, con un aumento trimestral del 37 por ciento, la fotografía sectorial despierta preocupación. Las altas tasas de interés les cerraron las puertas a muchos colombianos con deseos de adquirir carro y moto nuevos, que emplean créditos para sus compras. Junto a la inflación -que ya este año viene cediendo- la desaceleración de la economía en 2023 contribuye a esa debilidad en las ventas de vehículos. Tampoco se pueden descartar las permanentes restricciones y los costos altos asociados a tener carro en Colombia como los impuestos locales, el Soat y la disparada de los precios de los combustibles. Si la aspiración de tener carro o moto propias se complicó para decenas de miles de colombianos, el sueño de adquirir la casa propia, en especial para los más humildes, se ha venido alejando inexorablemente. Las ventas de Vivienda de Interés Social (VIS) en Colombia llegaron en marzo pasado a los veinte meses consecutivos de caídas. El año pasado cerró con un desplome de ventas de vivienda nueva de un 44 por ciento y de VIS del 49,7 por ciento, de acuerdo a cifras de la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol). En 2023 más de 37 mil hogares colombianos desistieron de ese anhelo de estrenar su casa propia y se presentó una reducción de 20 billones de pesos de inversión en vivienda por parte de las familias en el país. El 2024 no arrancó bien: en el primer bimestre del año el descenso en viviendas nuevas fue del 24 por ciento y en vivienda social, del 22,5 por ciento. No deja de causar sorpresa que en plena desaceleración económica el Gobierno Nacional no haya desplegado una estrategia de reactivación productiva, que incorpore medidas para estimular el sector de la construcción de vivienda. Recientes encuestas reflejan que el descenso del ritmo de crecimiento en los precios al consumidor, entre otros factores, han venido mejorando notablemente la percepción de los colombianos frente al presente de la economía. No obstante, es momento que esa senda descendiente comience a reflejarse en un alivio que permite a muchos hogares tomar la decisión de comprar su vehículo o adquirir su vivienda nueva.
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