El cuerpo recobrado: Carlos Leppe vuelve al Bellas Artes

"La comunicación en mi obra se produce a nivel profundamente animal. Sentir en lugar de ver. Somos cuerpo que huele, piensa, siente, con ojos, nariz, dientes, boca; que se mueve y se retuerce". Lo que dijo Carlos Leppe (1952-2015) hace más de 20 años en relación con su obra "Los zapatos", hoy se confirma -o se vive- en la Sala Matta del Museo Nacional de Bellas Artes. Allí, con curaduría de Amalia Cross, se proyectan en gran formato los registros audiovisuales de diez performances que el artista realizó entre 1974, con el pionero "Happening de las gallinas", y el 2000, cuando cerró un ciclo de acciones corporales arraigadas en su biografía.
Desde la presencia y marca de su madre, que sufrió el parto al borde del fallecer y luego lo crio sin el padre, hasta el descalce de un cuerpo que -aunque no era activista- se desborda desde la disidencia sexual o frente al encierro y la represión de la época. Carlos Leppe habla de todo eso, además del desamor, la vulnerabilidad y la muerte, usándose a sí mismo como soporte.
La exposición "El día más hermoso", que recuerda el bolero de Ramón Aguilera con que Leppe musicalizó su primera performance , representa un hito. Nunca se habían podido revisitar estas obras juntas y esta es la primera muestra que se monta tras la muerte del artista. Otro punto, la museografía. Grandes cubos de tela blanca, ideados por el arquitecto Smiljan Radic, son el soporte de las proyecciones, y crean una atmósfera envolvente para quienes entran en ellos.
En el recorrido, Leppe aparece en toda su magnitud y, así como ocurre al ser testigos de una performance , su cuerpo produce un quiebre, una incomodidad. Toca a los visitantes. "Esa es una bonita figura, porque en el arte todo está regulado para que te ocurran cosas, pero a la distancia. Es un 'no te acerques tanto a la obra, no la toques'. Pero de repente la performance deshace todo ese hechizo que está mediando y está protegiendo al espectador. Y te enfrenta a ti mismo. A que eres cuerpo, a que tienes sensaciones", comenta Cross. Para componer la exhibición, que surgió desde D21 Proyectos de Arte, trabajó junto con Vania Montgomery en la investigación y con Fernanda Pizarro, directora de la galería D21, a cargo de la edición de video y del diseño.
"Quise hacer algo solamente dedicado a su performance , porque entiendo que ese es el núcleo de su trabajo. Es por la performance que él deriva a la instalación como puesta en escena (de esas acciones) y después son los objetos de la instalación los que se pueden resignificar en un arte más objetual o pictórico. Para mí ese era el centro, su cuerpo. En el fondo, esta exposición tiene mucho de eso: es la historia de un cuerpo", explica la curadora, quien comenzó a investigar a Leppe en 2020.
"El día más hermoso" evidencia, o recuerda, la red de vínculos artísticos y afectivos que se armó en torno al trabajo de Leppe. Aparece el rol crucial de la crítica Nelly Richard, quien publicó la primera mirada autoral hacia el trabajo del artista, con "Cuerpo correccional" (1980). También las contribuciones en el registro de Jaime Villaseca, su pareja durante un tiempo. O de amigos como Justo Pastor Mellado, Juan Enrique Forch, Carlos Altamirano, Gonzalo Mezza y Juan Domingo Dávila.