Salidas por pasos clandestinos se triplicaron en el norte: extensa frontera dificulta control

La permeabilidad fronteriza en la macrozona norte, con ingresos y salidas por pasos clandestinos, se ha revelado también como un medio rápido y eficaz para la fuga de presuntos delincuentes, según lo ha demostrado recientemente la huida de venezolanos sospechosos de perpetrar graves delitos.
A esta condición contribuiría la vasta frontera en esta zona del país, considerada puerta de entrada para la inmigración irregular.
Para Gonzalo Castro, general de Carabineros (r) y ex jefe de zona de Antofagasta, la migración de "péndulo" siempre ha existido en la frontera norte, asociada a un flujo boliviano por la temporalidad de ofertas laborales. Sin embargo, advierte que debe mantenerse la alerta cuando ocurre con otras nacionalidades, ante un contexto de expansión delictual. "En la medida en que se sigan desarrollando y materializando éxitos investigativos y operativos, va a haber una salida de los blancos, una salida de los objetivos de las investigaciones. Las organizaciones criminales también hacen una evaluación del riesgo y beneficio que enfrentan en sus actividades".
Según datos de la Policía de Investigaciones (PDI), en 2022 se registraron 225 infracciones por salidas del país por pasos no habilitados. Una cifra que se triplicó el año pasado, con 691 registros. La mayor cantidad durante este último período corresponde a bolivianos (361) y venezolanos (215).
"Para la gente que no conoce en la práctica el territorio pudiera parecer frustrante que no se pueden impedir (las salidas), pero con una línea fronteriza de unos mil kilómetros, es complejo. Solo la Región de Antofagasta tiene 777 kilómetros de frontera. No todos son vulnerables, no todos son permeables, pero es una gran distancia. Como también ocurre en las regiones de Arica, Tarapacá y en la comuna de Colchane", afirma Castro.
"Con recursos humanos es muy difícil crear una barrera física y humana que impida este proceso. No es imposible, pero es de un costo altísimo. Aunque ningún país ha logrado contar con una frontera impermeable. Ni en Estados Unidos ni en Europa. Los países que han logrado algunas barreras físicas, son porque tienen bordes bastante más acotados", agrega. En la macrozona norte, las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá y Antofagasta suman 1.337 kilómetros (km) de frontera terrestre entre los límites con Perú (166,95 km), Bolivia (782,08 km) y Argentina (388 km).
El impacto de las fugas recientes
Esta semana, en las cercanías de Cali, Colombia, la policía de ese país logró la detención del venezolano Dayonis Orozco, a quien se le ha identificado como autor directo del homicidio del teniente de Carabineros Emmanuel Sánchez (27).
Tras el crimen del oficial, las pesquisas policiales habían advertido la presencia del sospechoso en Iquique, desde donde luego cruzó por un paso irregular de Colchane, fronterizo con Bolivia.
Según pesquisas policiales también habrían huido por un paso no habilitado -en este caso, de Arica y con dirección a Perú- Walter Rodríguez Pérez y Maikel Villegas Rodríguez, prófugos por el secuestro y homicidio del exteniente venezolano Ronald Ojeda y a quienes ya se les presume en Venezuela.
Conocedores del tema migratorio comentan que ocurren dos circunstancias para registrar salidas por pasos no habilitados. Una, cuando a quien ingresó al país de manera irregular se le sorprende abandonándolo por el mismo medio. En este caso se cursa denuncia por ingreso y salida de manera irregular. La otra corresponde a quien registra ingreso oficial al país y sale de manera clandestina. Al volver luego a Chile y al ingresar de manera regular, la PDI advierte dos entradas, pero no la salida previa; por lo que se estampa un egreso por paso no habilitado.
La importancia de una barrera "electrónica"
Para Álvaro Bellolio, quien fuese director del Servicio Nacional de Migraciones en el gobierno anterior, los egresos clandestinos muchas veces resultan tan inadvertidos como los ingresos por los mismos medios al país. "Especialmente en la frontera con Bolivia. Ese país, al ser netamente un país de tránsito de migrantes, no toma mucho control en sus fronteras ni con Chile ni con Perú. Ahora bien, estos flujos inversos se generan por buscar nuevas oportunidades, muchas veces un viaje a Estados Unidos, o por no cumplir las expectativas en Chile, se regresan al país de origen. En estos casos, se debe facilitar un egreso ordenado y regular para evitar la fuga de extranjeros que tengan temas legales pendientes con Chile. Además, se debería facilitar que quienes ingresen clandestinamente salgan a lugares donde no necesitan visado, como el caso de los venezolanos con Bolivia; entendiendo que por normativa van a tener una prohibición de ingreso futuro", precisa.
"La única forma efectiva de controlar la frontera con Bolivia es anticiparse y tener una barrera 'electrónica' de drones, láser y otra tecnología que permita visibilizar los puntos críticos y ganar tiempo para impedir ingresos ilegales y egresos de prófugos de la justicia", propone como medidas preventivas.
103 infracciones por salidas del país por pasos clandestinos se registraron entre enero y marzo de este año.
296 pasos no habilitados reportó Carabineros en 2023. Más de la mitad, en la macrozona norte.