Sábado, 04 de Mayo de 2024

La sorpresa del descontento

ColombiaEl Tiempo, Colombia 25 de abril de 2024


Jorge Restrepo
Las manifestaciones multitudinarias del fin de semana revelaron un enorme descontento


Jorge Restrepo
Las manifestaciones multitudinarias del fin de semana revelaron un enorme descontento. Hubo varias razones que las desataron: el trámite del archivado proyecto de reforma a la salud, la intervención de EPS, el desfinanciamiento del sistema con las largas colas y mayores tiempos de espera que causa, la escasez de medicamentos y la incertidumbre laboral de los trabajadores del sector. La inseguridad unió a pacientes con médicos, enfermeros y terapistas: esas manifestaciones fueron de profesionales y técnicos, de la clase media, y es porque la seguridad social que hoy tienen, está en riesgo. La reforma de los malhadados ‘pilares’ puede crear más riesgos en otro componente de la seguridad social: las pensiones. Primero, porque las pensiones y beneficios que promete la reforma son inciertos, pues no se pueden pagar con los impuestos de hoy: el sistema sería insostenible en quince años a menos que aumente la tributación o se recorten otros gastos en el futuro. Segundo, al meter obligatoriamente a todos en el sistema estatal de reparto, le daría una pensión subsidiada a muchos que, si están en el sistema de ahorro individual hoy, ya lograrían con certeza una pensión. Aunque le quita enormes subsidios a unos pocos limitando la pensión estatal el proyecto repartirá un monto mayor en subsidios, menores pero significativos, a muchos más que los recibirán independientemente de la necesidad que tengan en el futuro. La creación del ‘pilar’ común obligatorio transforma las cotizaciones al fondo de ahorro pensional personal en un impuesto puro para 17 millones de personas; si bien este impuesto se pagaría sobre los primeros 2,3 salarios mínimos de ingreso, cubre cerca del 87% de los trabajadores formales por ingresos. Si no alcanzan las semanas exigidas de pensión (y esto incluye a la mayoría de los trabajadores que tienen trabajos inestables) con la reforma ya no les devolverán el ahorro y los rendimientos capitalizados como hoy, sino que tendrían un beneficio periódico sobre sus cotizaciones ajustadas por la inflación. También se amplía la brecha de género en pensiones: según las investigadoras del proyecto Digna no sólo hay una brecha de cobertura (31% de los hombres versus 20% de las mujeres en edad de jubilación reciben algún tipo de ingreso del sistema de pensiones) sino que hay inequidad en esos ingresos: más mujeres que hombres reciben pensiones de salario mínimo y menos mujeres que hombres reciben pensiones de más de cuatro salarios mínimos. Al imponer el ‘pilar’ estatal, mantener un menor número de semanas de cotización para ellas y una menor edad de pensión, impide que las mujeres acumulen suficiente capital para tener una pensión mayor, basada en sus ahorros, y hace menos probable que logren las semanas requeridas, lo que amplía ambas brechas. ¿En verdad queremos un sistema de pensiones que generará más inseguridad pensional, más inequidad entre hombres y mujeres, más impuestos al trabajo y más descontento?
Profesor de economía,

Universidad Javeriana. X: @jorgearestrepo
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