El vapeo ya es más común que el tabaco entre los jóvenes y el daño va más allá de los pulmones

Los cigarrillos electrónicos han superado en popularidad a los cigarrillos convencionales entre los adolescentes, según un nuevo informe publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), con base en un estudio encargado a la U. de Glasgow (Escocia).
El trabajo se hizo por medio de un sondeo a jóvenes de entre 11 y 15 años en 44 países en Europa y Asia Central, además de Canadá, y se hace eco de investigaciones anteriores que ya habían revelado que la popularidad del vapeo entre los jóvenes va al alza en los últimos años.
De acuerdo con el nuevo documento, alrededor de un tercio (32%) de los jóvenes de 15 años informaron haber usado cigarrillos electrónicos en algún momento y el 20% en los últimos 30 días. Esto se compara con el 25% de los jóvenes de 15 años que fumaron un cigarrillo tradicional en su vida y el 15% que lo fumó en los últimos 30 días.
El sondeo también mostró una mayor proporción del uso de cigarrillos electrónicos en comparación con el tabaquismo a partir de los 13 años: el 11% de los jóvenes de esta edad afirma haber fumado un cigarrillo alguna vez, en comparación con el 16% que alguna vez ha consumido un cigarrillo electrónico.
Carlos Ibáñez, jefe de la Unidad de Adicciones de la Clínica Psiquiátrica del Hospital Clínico U. de Chile e investigador de consumo de sustancias en jóvenes, comenta: "Este fenómeno es algo que también se ve en Chile. En nuestro país, el consumo de cigarros electrónicos también ha superado al de tabaco entre los jóvenes, según un estudio que hicimos de acuerdo con el modelo islandés de prevención de drogas".
El trabajo, de 2022, reveló que el 17% de los estudiantes de 2º medio en Chile había usado un cigarro electrónico en los últimos 30 días, versus el 14% que fumó un cigarro tradicional en ese período.
Datos del mismo año proporcionados por el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda) muestran una realidad similar.
Según la agencia, entre los 12 y los 18 años, la prevalencia de consumo de tabaco en Chile es de 2,6% versus el 4,7% que usa cigarrillos electrónicos. Estas son las cifras más actualizadas de la institución.
Con nicotina
"Esto es preocupante, porque estos dispositivos producen mucho daño. Por un lado, pueden tener concentraciones de nicotina muy altas, algo que en nuestro país no está bien regulado, y que puede llevar a problemas de concentración, irritabilidad, insomnio y dificultades en el aprendizaje. Eso está bien establecido", afirma Ibáñez.
Un estudio publicado en la revista médica BMC Medicine concluyó que incluso una pequeña cantidad de nicotina supone un riesgo para los adolescentes predispuestos al asma, además de hacerlos más sensibles al estrés y provocándoles trastornos del humor a futuro.
"No hay ninguna duda de que los cigarrillos electrónicos producen daño a la salud de los jóvenes", dice Lidia Amarales, experta en salud pública de la U. de Magallanes y exsubsecretaria de Salud Pública.
"Estos traen productos como el propilenglicol o la glicerina vegetal, además de metales pesados como níquel y plomo, los cuales han demostrado que tienen efectos cancerígenos, hematotóxicos (venenosos para la sangre) y neurotóxicos, además de que producen el síndrome de EVALI, una lesión pulmonar que provoca la muerte y que se asocia específicamente al vapeo", explica Amarales, también directora de la organización Respira Libre.
Otro aspecto que es preocupante, a juicio de los especialistas, es la variedad de sabores de los vaporizadores. Actualmente, existen más de siete mil sabores en el mercado internacional, como fruta, algodón de azúcar, menta y chocolate, lo que atrae a los jóvenes, señalan.
Un estudio estadounidense publicado el año pasado descubrió que los adolescentes de ese país se sienten atraídos por los sabores frutales de los cigarrillos electrónicos.
Otra investigación descubrió que estos aromas pueden dañar las células del organismo.
"La transición que estamos viendo en jóvenes del tabaco a los cigarrillos electrónicos no es para nada positiva", indica Rodrigo Goycolea, docente e investigador de la U. San Sebastián y del Núcleo Milenio para la Evaluación y Análisis de Políticas de Drogas (NDP).
"La industria del vapeo lo que ha hecho es mejorar la experiencia de fumar, y por eso los jóvenes pueden pensar que esto no les hace daño, porque irrita menos o porque provoca menos tos al inicio, pero la ciencia demuestra que los riesgos son muy severos", dice Goycolea.
En medio de este panorama, los entrevistados creen que Chile debe avanzar en hacer más estrictas las normas actuales sobre el uso de cigarros electrónicos.
"Los distintos organismos internacionales, incluida la OMS, plantean que la regulación de los cigarros electrónicos sea similar a las leyes de tabaco, cosa que nosotros no hemos logrado", puntualiza Amarales.
Coincide Ibáñez. "Si es que la ley actual no se corrige y no se revisa con base en la evidencia científica, su implementación supone un retroceso para la salud pública en Chile".
Desde la Asociación de Consumidores Vapeadores de Chile (AsoVape Chile) comentan que, "sin duda, es una preocupación compartida que los menores no deberían tener acceso a los vaporizadores, y apoyamos plenamente las regulaciones para prevenir dicho acceso".
Sobre la ley que ya ha sido publicada en Chile y que toca este tema (ver recuadro), comentaron: "El retraso en la redacción del reglamento por parte del Ministerio de Salud tiene detenida su aplicación, poniendo a los menores en riesgo de acceder a estos dispositivos".
La normativa en el paísEl año pasado, Chile aprobó un proyecto de ley que regula o limita el uso o consumo de los cigarros electrónicos, normativa que fue promulgada y está en proceso para iniciar su implementación. Entre otros puntos, la ley indica que está prohibida la venta de estos productos a menores de 18 años. También prohíbe fumar cigarrillos electrónicos en lugares públicos cerrados. Sin embargo, a juicio de los expertos consultados, la norma tiene debilidades importantes. "Le colocaron una excepción en la que cualquiera de estos dispositivos no está afecto a estas restricciones cuando sea ocupado con fines medicinales, por ejemplo, al usarlo con cannabinoides, cuando justamente este uso es el que está más asociado a fallas pulmonares graves", dice Ibáñez.
En esa línea, Amarales agrega: "No existe evidencia sobre el uso terapéutico de cigarrillos electrónicos. Por otro lado, en esta ley la publicidad directa e indirecta se limita, pero no se prohíbe, como sí se hace actualmente con la ley del tabaco tradicional. Estas son cosas que deben ser modificadas".