Los "petrodólares" del PSG van por la gloria ante la mesura del Dortmund

E n agosto de 2017, Neymar se fue de Barcelona y fichó en el PSG a cambio de 222 millones de euros, la transferencia más cara de la historia.
El propósito, solo uno: ganar la Champions League.
Tres años después, los parisinos acariciaron la gloria, pero en la final se rindieron ante Bayern Munich.
El propietario del club, Nasser Al-Khelaifi, fue por el desquite y siguió gastando. Llevó a Lionel Messi.
Y tampoco.
Trece años han pasado desde que el catarí aterrizó en Francia, mas el PSG sigue sin levantar la "Orejona". La inversión va por los dos mil millones de dólares en jugadores y el éxito sigue siendo esquivo. Por París han desfilado jugadores de la talla de Zlatan Ibrahimovic, Ronaldinho, David Beckham, Ángel di María, Mauro Icardi y Edinson Cavani. El ítem indemnizaciones millonarias por despido de entrenadores también alcanza cifras estratosféricas: la salida de Mauricio Pochettino costó US$ 10 millones; la de Thomas Tuchel, US$ 7 millones; Laurent Blanc, US$ 22 millones.
Y el trofeo aún no aparece por las vitrinas del club. "A veces los nombres y las figuras no ganan campeonatos", dice Carlos Bueno, exdelantero de la UC y de la U, que jugó en el PSG entre 2005-2006.
"Hay muchos egos en equipos así; fíjate que Neymar pudo ser mucho más de lo que fue si se quedaba en Barcelona, pero lo tapaba Messi... Cada uno quiere resaltar más que el otro. Egos y celos. Hace poco jugaban Mbappé, Neymar y Messi, es demasiado, mucho", profundiza Bueno".
¿Será esta la edición tan esperada por el PSG? Primero debe remontar la eliminatoria ante el Borussia Dortmund, pues en el Signal Iduna Park perdió por la mínima diferencia, y lo hará con un equipo estructurado por la mano técnica de Luis Enrique, pero también con la billetera de Al-Khelaifi: contrató a Kolo Muani, por 101 millones de dólares; a Manuel Ugarte, por 64; a Ousmane Dembélé, por 53,3; a Lucas Hernández, por 48; a Bradley Barcola, por 48; Kang in Lee, por 24, y Gonçalo Ramos, por 67.
Ningún cuadro gastó más.
Rodrigo Gómez, exseleccionado nacional y analista de Radio La Clave, adelanta: "Si bien el Dortmund tiene la ventaja, en el trámite no fue un claro dominador. Desde ese punto de vista, si el PSG logra mantener la presión constante y las variantes ofensivas, lo puede dar vuelta. PSG tiene jugadores de jerarquía y, a diferencia de años anteriores, cuando tuvo el tridente mágico con Mbappé-Messi-Neymar, ahora bajó un poco los pies a la tierra y, por consecuencia, la obligación".
Bueno aporta: "El PSG tiene muchas posibilidades de pasar a la final, ha hecho un buen torneo y, pese a la derrota, me gustó mucho en la ida. Este equipo tiene un nivel futbolístico superior al de Messi y Neymar. Era mucha individualidad, no tanto equipo. Le pongo una fichita".
Si la política del PSG es gastar, la de die schwarzgelben (los aurinegros) es más austera. Más prudente.
Esta temporada, de hecho, la compra de pases no superó los US$ 70 millones: Felix Nmecha costó, 30; Niclas Füllkrug, 15, y Marcel Sabitzer, 20. Sin pago de pase llegaron Jadon Sancho, Lukas Nmecha, Rami Bensebaini e Ian Maatsen.
Billetera grande y billetera corta frente a frente en el Parque de los Príncipes. "El elemento común de ambos es el equilibrio, y resulta complejo determinar un favorito claro. Hay algo elemental en este nivel de igualdad: aprovechar los pasajes favorables que cada equipo sabe que va a tener. Es lo que puede volcar la serie. El Dortmund aprovechó bien la localía, es un equipo que ataca mejor de lo que defiende; Luis Enrique sabe que de local tendrá más posesión, más dominio territorial, y con un Mbappé, que contará con la oportunidad de hacerse cargo de la serie; sabe que está muy cerca de ganar una Champions League y no creo que deje pasar la chance", enseña Miguel Simón, de ESPN y Star+.
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son los millones de dólares recaudados por el Dortmund en las ventas de Dembelé, Bellingham, Sancho, Pulisic, Haaland, Aubameyang, Mikhtaryan y Gotze.