Viernes, 25 de Octubre de 2024

Johanis ganó otra batalla, su pensión de invalidez: ‘Soy heroína de mí misma’

ColombiaEl Tiempo, Colombia 20 de junio de 2024

"¡Eso no fue gol!", dice Johanis Menco con una voz de arquera que aún le sale natural

"¡Eso no fue gol!", dice Johanis Menco con una voz de arquera que aún le sale natural. "No dejé que me lo hicieran, porque con el hecho de estar viva, yo gané ese partido". Y sí, Johanis, que sobrevivió a un accidente que le quitó la pierna izquierda y le arrebató el fútbol para siempre, tiene mucha razón. Han pasado ya casi cuatro años, se cumplirán este 28 de junio, desde que perdió la pierna y, sin embargo, los recuerdos siguen frescos en la mente de Johanis. Ella, que vivía para el fútbol, era la arquera del Real Santander, y se jugaba cuatro y hasta cinco partidos diarios, habla hoy con la tranquilidad de quien ha contado su historia cientos de veces. Se acostumbró a relatar que tropezó con una baldosa, chocó con el vidrio de un balcón y su pierna resultó gravemente afectada, tres cirugías y nada, y que a los pocos días ya no la tenía, y que así la vida le dio un vuelco como son los vuelcos de la vida, inesperados, y que así, de la noche a la mañana, se le acabó el fútbol. Todo así de rápido, todo así de duro. En su mente le parece escuchar en este momento, mientras cuenta su historia una vez más, la voz de su mamá que le dice, con su voz de mamá conmocionada: "Perdón, hija", y ella tirada en una cama, sin entender qué pasaba. De repente mirar bajo la sábana y llevarse la sorpresa, sentir de inmediato la ausencia de su pierna y pensar que sigue dormida, que es una pesadilla. "Perdón, hija", sigue sonando la voz, esa voz que se disculpaba porque fue su mamá la que tuvo que responderle al doctor que preguntaba con insistencia y con urgencia, ¿la pierna o la vida, la pierna o la vida...? La pierna... Luego, entrar en la realidad, entender, aceptar y, lo más importante, decidirse a luchar, a ser alguien, a no quedarse derrumbada, si ya no iba a ser arquera de fútbol, otra cosa iba a ser, porque Johanis no está hecha para la derrota. Johanis Menco no permite ese tipo de goles. Tan pronto vino la amputación, empezó una de sus batallas más arduas para conseguir la pensión de invalidez, un trámite que ella no tenía en mente, que desconocía. Cuenta que un día vinieron de la Asociación de Futbolistas Profesionales (Acolfutpro) y le dijeron: ‘Johanis, tú tienes derecho a esto porque tu trabajo es ser futbolista y ya no vas a poder jugar fútbol, pero podemos luchar la pensión, porque tu pierna representa todo para ti; hay que dar la pelea’. Entonces la asesoraron y junto al abogado Eduardo Ramírez empezaron un partido que no duró 90 minutos, sino cuatro años. Cuatro años de trámites, tutelas, citaciones, reiteradas revisiones médicas, corroboración de fechas y datos, peleas, llorar y llorar, recibir un no, apelar y creer que ya no se podía. Johanis lo cuenta y se fatiga de solo pensar en todo lo que le tocó luchar hasta que la Junta Regional de Calificación de Invalidez de Santander le dio una calificación por pérdida de capacidad laboral del 55,88 por ciento, entonces, llegó la hora de celebrar otro gol atajado. "Fue dura la pelea, pero al final valió la pena la espera, la lucha. El abogado sí me dijo: ‘Joha, esto es de tenacidad, cualquiera se rinde’. Sabíamos que iba a ser dura la batalla, fueron cuatro años de muchas lágrimas. Pero las cosas buenas llegan para quien sabe esperar y es paciente. El momento de felicidad llegó", dice Johanis, quien se autodenomina la ‘reina de las tutelas’, por todas las acciones que tuvo que emprender durante estos cuatro años para ganar este partido, que ahora le da algo más de tranquilidad para su futuro, para su lucha diaria, su lucha de día y de noche, porque no es fácil, nunca será fácil. Levantarse y luchar "¿Por qué a mí? ¿Para qué a mí?" son preguntas que rondan en la cabeza de Johanis Menco a sus 30 años, en algunas mañanas, antes de levantarse, en esos días grises en los que las dudas golpean como piedras en su cabeza, esas mañanas en las que cree que su pierna izquierda sigue allí, con ella, y no. Y, sin embargo, Johanis se llena de una fortaleza de acero, se convence de que estar con vida fue el gol que le atajó al destino en el último minuto, entonces se levanta sobre su pierna derecha, que además tiene una delicada lesión que la llevó a someterse a una cirugía de reconstrucción de pie que le dejó los dedos inmóviles, para seguir con su batalla personal de todos los días. Johanis ya no juega fútbol, ha sido un golpe que la impactó mucho, pero nunca se alejó del deporte. Incursionó en el ciclismo, primero sin estar muy convencida, para luego llevarse la sorpresa de que realmente era buena, en pista y en ruta, de que realmente tenía otros talentos más allá de atajar balones. Tuvo la fortuna de recibir el apoyo de la compañía Ottobock, que le ha proporcionado en estos cuatro años todas las prótesis que ha necesitado para practicar su deporte. Y así empezó a abrirse campo en otra disciplina, a competir y a ganar medallas, como cuando fue campeona departamental de pista en los Paranacionales de Santander, y tiene otras medallas que guarda como tesoros. Johanis, que nació en San Pablo, en el departamento de Bolívar, vive sola en Bucaramanga, hace dos años le dijo a su familia que ella podía valerse por sí misma. Su compañía es un perrito, se llama Max, y es, como ella dice, su otra pierna. Pero no ha sido fácil. En las noches, cuenta, llega agotada de tanto entrenar, quiere dormir, pero cuando se acuesta, el deseado sueño no llega, se pone a pensar en todo lo que le ha pasado, en aquel accidente, recuerda su pierna, le parece que sigue ahí, el famoso síndrome de miembro fantasma, siente corrientazos, el subconsciente la traiciona, intenta levantarse y dar pasos y es cuando cae en cuenta. Entonces cierra los ojos, pero el deseo de dormir no es suficiente. Hace tiempo que Johanis no duerme bien. "Quiero confesar algo...", dice, y luego se queda en un silencio que parece eterno... Retoma: "Todavía estoy en tratamiento psicológico y psiquiátrico... con medicamentos... la depresión y la ansiedad prevalecen en mí... En redes se ve a una Johanis fuerte, valiente, y no siempre es así.... eso de la pensión me ayudó... eso es para mejorar, para poder conciliar el sueño, ya son cuatro años de tomar medicamentos, es difícil dormir, por muy cansada que llegue de mis entrenamientos y de todo lo que hago... A veces me preguntó si todo esto vale la pena, muchos me preguntan que si con lo de la pensión recupero la felicidad, y les digo que no, pero me ayuda, me da empuje para seguir adelante". En esas mañanas grises Johanis no se quiere levantar, solo quiere llorar, y llora, y se pregunta, una y otra vez, "por qué a mi", "para qué a mí", y se responde que son los designios de Dios, que es su voluntad, entonces se seca las lágrimas y se levanta. "Esas mañanas digo: ‘Diosisto ya, suelta a tu guerrera porque ya no puedo más...’, pero digo: si esto pasó, es por algo, quizá lo mío no era el fútbol. En estos cuatro años he crecido como persona, entonces siento que vale la pena, porque muchos me ven como un referente, como un ejemplo por seguir, entonces digo: el propósito es ese, poder transformar vidas, si eso es lo que Dios quiere, aquí estoy, no sé hasta cuándo...", dice. Pero no siempre hay dudas, a veces Johanis se levanta decidida a derrotar los días malos, a derrotar los malos pensamientos, sabe que el próximo 28 de junio, cuando se cumplan cuatro años, va a ser el peor día, pero desde ya se prepara para espantar los fantasmas, se motiva pensando en que hay que entrenar, subirse a la bicicleta y dar batalla. Ahora tiene el sueño de llegar a los Juegos Paralímpicos de Los Ángeles 2028, está convencida de que lo va a lograr, y ya sabemos que a Johanis nada le queda grande. "El fútbol me hizo una mujer valiente y luchadora... Hasta hoy siento que he conseguido mucho de mis sueños, la vida me dio un pequeño giro, he sabido afrontar de la mejor manera todo esto. Me dicen que en el arco eres héroe o eres villano, yo decidí ser la heroína de mí misma", asegura. —¿Conseguir la pensión fue como atajarle otro gol al destino o fue como un gol de Johanis? —Sí, es mi gol de último minuto, vale como ganar una final. Y espero cosechar más triunfos. La vida me tiene para grandes cosas...
Pablo romero - redactor de EL TIEMPO@PabloRomeroET
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