Fortalecimiento local para una seguridad eficaz

Como es de conocimiento público, la administración de Gustavo Petro ha debilitado profundamente a la Fuerza Pública. La reducción de 800.000 millones para las fuerzas militares, propuesta por el ministro de Defensa, Iván Velásquez, ha profundizado esta crisis llevando al país a una alarmante pérdida de control territorial y debilitando la seguridad ciudadana. La diáspora de militares y policías experimentados, así como el aumento de cultivos ilícitos y criminalidad, evidencia una falta de estrategias efectivas para la generación de condiciones de seguridad. Para resolver esta situación, es esencial empoderar a los mandatarios locales y otorgarles autonomía para combatir el crimen. Una solución viable es la creación de cuerpos de policía locales, que permitan una respuesta rápida y adaptada a las necesidades específicas de cada territorio. Son muchos los ejemplos de países que cuentan con cuerpos de policía local, o con cuerpos de seguridad que entrelazan características policiales y militares para generar condiciones de seguridad en contextos específicos. En Perú, por ejemplo, se creó la figura del Serenazgo, iniciado en Lima en los años 90. Los serenos colaboran estrechamente con la Policía Nacional, pero se enfocan en la prevención del delito y la seguridad comunitaria, reduciendo significativamente los delitos menores. Francia utiliza la Gendarmería Nacional en áreas rurales, complementando el trabajo de la Policía Nacional. Esta fuerza policial militarizada ha sido efectiva en prevenir el crimen en zonas menos urbanizadas, asegurando una presencia constante y respuesta eficiente. Italia cuenta con los carabinieri, eficaces en la lucha contra la mafia y el crimen organizado, adaptándose rápidamente a las necesidades locales. En Canadá, la Real Policía Montada desempeña funciones a nivel local, destacándose por su adaptabilidad y enfoque en la comunidad. En Brasil, las Unidades de Policía Pacificadora en Río de Janeiro han reducido drásticamente la violencia y mejorado la calidad de vida en las favelas. La creación de cuerpos de policía locales en Colombia o retomar los programas Soldados Campesinos y Policías de Mi Pueblo, que impulsamos en la Seguridad Democrática, permitiría adaptar estrategias de seguridad a las particularidades regionales, fortaleciendo el enfoque preventivo y comunitario. Estos cuerpos colaborarían estrechamente con la Policía Nacional, complementando sus esfuerzos y asegurando mayor presencia y eficacia en la lucha contra el crimen. Se deben reconocer los esfuerzos del general Salamanca, director de la Policía Nacional, quien ha gestionado la incorporación de 20.000, pero este esfuerzo no es suficiente para abordar los crecientes desafíos actuales. La iniciativa de cuerpos de policía locales es necesaria para complementar estos esfuerzos bajo el liderazgo de los mandatarios locales, quienes conocen de primera mano las problemáticas de sus comunidades. Es fundamental fomentar la participación ciudadana en la seguridad mediante los frentes de seguridad. Estas iniciativas ya han sido efectivas en la prevención del delito y en la promoción de una cultura de protección ciudadana. La implementación de cuerpos de policía locales no solo respondería a la crisis actual de seguridad, sino que también representaría una inversión estratégica en la estabilidad y el bienestar de nuestras comunidades. Debemos aprender de experiencias exitosas en otros países y adaptarlas a nuestra realidad, fortaleciendo la seguridad desde la base local y promoviendo una cooperación efectiva entre el Gobierno, las fuerzas de seguridad y los ciudadanos. Este enfoque integral y descentralizado es crucial para construir un país más seguro y próspero para todos.
Aprender de otras estrategias
Marta Lucía Ramírez
Una solución viable es la creación de cuerpos de policía locales, que permitan una respuesta rápida y adaptada a las necesidades específicas de cada territorio.