Reacciones ante un fallo
Una vez que la justicia se pronuncia, como ha ocurrido en el caso Pío Nono, suelen buscarse formas de eludir responsabilidades.
Los fallos judiciales, en especial cuando tienen consecuencias políticas, suelen ser clarificadores de los ánimos de cada uno de los dirigentes partidistas. Quienes han sostenido posiciones equivocadas, que resultan contrarias a los dictámenes de la justicia, debieran reconocer sus errores, pero a menudo, en lugar de hacerlo, eluden su responsabilidad y relativizan sus desaciertos. Quizá hasta ahora no se podía señalar a un sector político que se distinguiera por esta actitud, pero en el último tiempo los dirigentes del Frente Amplio y los militantes del Partido Comunista se han hecho notar por sus frecuentes y reveladoras contradicciones.
El reciente dictamen que exculpó al cabo de Carabineros Sebastián Zamora de haber intentado matar a un joven que protestaba durante una dura jornada de violencia constituye la última prueba para quienes erróneamente lo acusaron de un crimen horrible. No solo hicieron gala de una extrema virulencia para acusar al servidor público que procuraba cumplir su deber, sino que utilizaron con ferocidad este episodio en sus intentos por desestabilizar al gobierno de Sebastián Piñera. Días después del hecho fue presentada una acusación constitucional contra el ministro del Interior de la época, la cual, aprobada por la Cámara de Diputados con votos de toda la izquierda y la DC, lo llevó finalmente a renunciar. No se trató, pues, de un incidente adicional a los muchos que se registraban a diario, sino de uno que fue singularizado y aprovechado políticamente, semanas antes del plebiscito que aprobara iniciar un fallido proceso constitucional. En esas circunstancias, los jóvenes líderes del Frente Amplio y del PC se distinguieron por su animosidad.
El entonces diputado Giorgio Jackson afirmaba en esos días en Twitter, "el funcionario criminal va a seguir en funciones" y otros comentarios insultantes. Interrogado recientemente sobre tales dichos, ha respondido que "sin duda hago el mea culpa ", reconociendo que reaccionar muy rápido, sin toda la información, con un lenguaje inapropiado, había sido un aprendizaje para él. Pero en ello ha estado solo, puesto que los otros dirigentes no han dicho nada respecto de sus propias observaciones, aunque sus palabras fueron tanto o más graves. El Presidente Boric, por ejemplo, presentó en ese momento los hechos como "la evidencia" para quienes mantenían dudas, pues, dijo, "esto es un intento de asesinato y quienes lo hicieron son criminales". Hasta ahora mantiene silencio, pese a la decisión de los jueces que examinaron todas las evidencias reunidas durante años por acusadores y defensores. La presidenta de la Cámara, Karol Cariola, en tanto, acusó en esa época que "los agentes del Estado bajo el mando de Sebastián Piñera son responsables de arrojar al río Mapocho a un joven", intentando así involucrar a todo un gobierno en el lamentable acontecimiento.
A su vez, la actual ministra secretaria general de Gobierno, Camila Vallejo, afirmó en su momento, en letras mayúsculas, "!esto es criminal¡" y lamentó la "impunidad", llamando a la renuncia del general director de Carabineros y del ministro del Interior. Ella, igual que Jackson, tuvo ahora la oportunidad de reconsiderar sus dichos en una entrevista radial en la que fue preguntada al respecto. Sin embargo, solo señaló que el Gobierno respetaba las instituciones y los fallos de la justicia. "Respetamos obviamente los procesos de investigación y lo que arrojan esos procesos de investigación", pero agregó que cada uno es dueño de sus propias declaraciones y que no corresponde que el Presidente de la República le ofrezca sus disculpas al excarabinero involucrado como lo había señalado el padre de este.
Hasta ahora, nadie pone en duda la imparcialidad de la justicia, pero una vez que ella se pronuncia, suelen buscarse formas de eludir responsabilidades políticas. La memoria nacional se ha vuelto más acuciosa gracias a la tecnología, y los tuits o comentarios breves de los dirigentes políticos no se olvidan fácilmente. Siempre hay un testigo en internet que demuestra si las ideas van adaptándose a las circunstancias, sin más explicaciones que ayuden a descartar la frivolidad y la demagogia en las reacciones de ciertos sectores políticos.