Órdenes de equipo

Durante el Gran Premio de Hungría del pasado fin de semana vivimos nuevamente un capítulo con algo de bochorno. No es primera vez ni será la última, pero fue llamativa la insistencia con que desde el muro del equipo McLaren se apercibió a Lando Norris, puntero y seguro ganador, de que invirtiera posiciones con su compañero de equipo, el joven australiano Oscar Piastri, lo que al final sucedió.
¿Tiene algo de escándalo? Para nada, es reglamentario y parte de las tácticas, pero estaremos de acuerdo en que no se ve bien.
El cambio de posiciones realizado como parte de la búsqueda del mejor resultado para el equipo ha sucedido en múltiples ocasiones. Todavía se recuerda la rechifla que recibió Michael Schumacher en el podio de Austria 2002 cuando su compañero en Ferrari, Rubens Barrichello, levantó en la última curva para cederle el lugar más alto del podio, no dejando dudas de que cumplía instrucciones. En el Mundial de Rally, en especial en los rallies de tierra, es algo habitual penalizar exprofeso unos segundos para cambiar posiciones entre coequipos y mejorar en el orden de largada (conviene estar más atrás para que los de adelante limpien el camino).
¿Qué sucedió y por qué en este caso se sacrificó al piloto con más puntos? El origen está en lo determinante para el resultado que es la administración de las detenciones para el cambio de neumáticos, ordenadas desde el muro por estrategas que se apoyan en sofisticados algoritmos de acuerdo a cómo se desenvuelve la carrera. Con la creciente dificultad para adelantar en la pista, el momento de las detenciones puede ser la única opción para ganar posiciones.
En este caso, todo comenzó cuando Piastri, que largaba segundo, le gana el pique a Norris, dueño de la pole , y se escapa adelante estableciendo una cómoda ventaja. Cuando llega el momento de las detenciones el equipo decide, para proteger la posición, llamar primero a Norris, quien con neumáticos nuevos hace un par de vueltas muy rápidas y cuando Piastri se detiene vuelve a la pista por detrás, un " undercut " de manual. Pero el objetivo con detener primero a Norris era cubrir la segunda posición, no pasar a Piastri, y es por eso la insistencia en la devolución del lugar, aunque desde la perspectiva del campeonato lo lógico hubiera sido dejar ganar a Norris. Se priorizó el hecho de que fue la llamada invertida lo que llevó al problema y que Piastri tenía todo el mérito.
En alguna época las carreras las ganaba el que era capaz de ser el más rápido durante más tiempo, hoy las gana el que sabe administrar el desgaste de los neumáticos, el que dosifica mejor el combustible y la energía de las baterías y el que acierta con las detenciones en pits . El que gana es el equipo y el piloto es una parte, importante, pero solo un eslabón de la cadena.
Bien por McLaren, que se ha instalado como equipo dominador y que deberá comenzar a administrar a dos pilotos que ya saben lo que es ganar. No será simple, pero muchos quisieran tener ese problema en la Fórmula Uno.