Viernes, 02 de Mayo de 2025

Revelan el destino de la obra de Sara Facio y abre la primera exposición póstuma de la gran fotógrafa argentina

ArgentinaLa Nación, Argentina 20 de junio de 2024

Retrato de María Elena Walsh, compañera de vida de Sara Facio; la obra de ambas artistas está bajo custodia de la fundación que lleva los nombres de ambas Todo el patrimonio fotográfico de la más grande fotógrafa argentina, Sara Facio, quedará bajo custodia de la fundación que lleva su nombre y de quien fuera su compañera de vida, María Elena Walsh

Retrato de María Elena Walsh, compañera de vida de Sara Facio; la obra de ambas artistas está bajo custodia de la fundación que lleva los nombres de ambas



Todo el patrimonio fotográfico de la más grande fotógrafa argentina, Sara Facio, quedará bajo custodia de la fundación que lleva su nombre y de quien fuera su compañera de vida, María Elena Walsh . Este sábado, cuando se inaugure la primera muestra en homenaje a la artista, esa será la gran noticia, anticipada ahora en exclusiva a LA NACION.

Un mes antes de su muerte, el 18 de junio pasado, Sara Facio adelantó sus planes para la posteridad. Hacía tiempo que había tomado la decisión de sumar su nombre al de la Fundación María Elena Walsh, con todo lo que esto significa: la entidad que creó hace siete años para preservar el legado de quien fue su compañera por cuarenta años ahora también se ocupará del suyo.

La inauguración de la exposición Sara Facio. Soy fotógrafa argentina , en la Quinta Trabucco (Carlos Francisco Melo 3050, Vicente López), será todo un acontecimiento. Es la primera muestra póstuma, pero tiene su recuerdo vivo y toda su impronta. Ella estuvo atenta hasta el último detalle, cuentan. Incluye fotografías que ponen en diálogo a Borges y Julio Cortázar, a María Elena desde una mirada íntima, un registro de su recorrido artístico y de la relación entre ellas, la serie de los funerales de Perón y un grupo de retratos , un contrapunto entre el fotorreportaje y las fotos de estudio. El plan es que después itinere por el CCK y museos de provincias. Autorretrato de Sara Facio, imagen de la muestra que inaugura el sábado en la Quinta Trabucco, "Sara Facio. Soy fotógrafa argentina"

Graciela García Romero, documentalista, investigadora iconográfica, editora, escritora y curadora, amiga cercana de la pareja Facio-Walsh por cuarenta años , preside la ahora llamada Fundación María Elena Walsh-Sara Facio. " Sara decidió que su obra esté custodiada y difundida por la fundación que ella creó. Es una decisión que tomó hace un año, y lo hizo legalmente con abogados y escribano. Fue una decisión suya, y nosotros no tenemos nada que ver con eso. Ella nos sorprendió. Llevó adelante la decisión según quién creyó que tenía mejor posibilidad de cuidar y difundir el patrimonio suyo y de María Elena", explica a LA NACION.

En su entorno, no se sabía nada de esto hasta hoy. Facio tiene dos sobrinas, Claudia y Mariana Facio, que integró el Consejo de Administración de la Fundación María Elena Walsh hasta 2020. No son herederas forzosas, por lo que Facio pudo disponer de su patrimonio. "Su obra trasciende lo personal -continúa García Romero-. Es un patrimonio nacional la obra de estas dos mujeres. Por eso yo quisiera que exista un centro cultural que la aloje, en acuerdo con el Estado. La palabra de María Elena y las imágenes de Sara siguen representando a la Argentina y son necesarias hoy para nuestro país. Son un espejo de identidad", dice. El estudio de Sara Facio de la calle Paraguay es la actual sede de la fundación, y seguirá siéndolo. "El sueño es tener un lugar más grande que permita la actividad cultural alrededor de estos dos patrimonios, su consulta y una muestra permanente. Estamos armando el proyecto para ser presentado al Gobierno de la Ciudad", dice García Romero. Los ensayos fotográficos sobre Cortázar y Borges se ponen en diálogo en la muestra de Sara Facio, con imágenes icónicas como esta de Borges en el escritorio que perteneció a Paul Groussac en la Biblioteca Nacional

Sería un trabajo de hormiga cuantificar ese patrimonio: fotos y negativos que comienzan a guardarse desde los años sesenta hasta pasados los 2000 . "Es muy difícil de mensurar y está abierto a entrar con nuevas miradas a un archivo que hasta ahora solo tuvo la mirada curatorial de Sara", explica.

La fusión de los nombres en el nombre de la Fundación fue anterior , ocurrió hace un año y medio. Fue un pedido unánime de la comisión directiva de la entidad que integran personalidades como Silvia Mangialardi (directora de Fundación Luz Austral y curadora de la muestra), Felicitas Luna (directora del Museo de Arte Popular José Hernández), María Isabel Murgier, el editor Ezequiel Ortiz Díaz y hasta su muerte, la propia Facio. Leonor Benedetto se sumó como asesora. "Era nuestro sentimiento, queríamos que llevara su nombre también porque la amábamos. No tenía ninguna implicancia patrimonial. Ella no quería anunciarlo en vida, pero se dio una oportunidad con la presentación del libro El feminismo de María Elena Walsh , en mayo pasado, y se animó a contarlo en la Feria del Libro", cuenta. Graciela García Romero, presidenta de la Fundación Walsh-Facio, y Silvia Mangialardi, curadora de la exposición homenaje de Quinta Trabucco, en pleno montaje

"Hay una gran expectativa. Esta muestra era el regalo de cumpleaños que le hacíamos. Teníamos ya previsto por dónde entrar y cuántos pasos tenía que dar hasta la sala. A Sara le gustó mucho diseño el montaje", cuenta García Romero. Si bien el cumpleaños era en abril, la muestra se postergó varios meses.

"Hay material que Sara no sintió la necesidad de divulgar, pero estaba abierta a que otros curadores sí lo hicieran, y avalaba la decisión estética de cada foto que no dio a conocer. En ese marco, sumamos varias fotos de María Elena que ella aprobó de esa galería de retratos del 71 en adelante, que muestra el paso del tiempo en la relación. Las primeras fotos, las roba desde la platea, como es el caso de la tapa del disco El Buen Modo: Sara sacó su Leica de la cartera y apuntó al escenario desde la quinta fila" , cuenta García Romero. Esa foto está exhibida. Las primeras fotos que Sara Facio le tomaba a María Elena Walsh eran robadas, desde la platea; después de cuarenta años compartidos, hay toda una galería que revela el paso del tiempo en la relación

La única foto que Facio cuestionó fue una de la serie de Borges en su biblioteca . Mangialardi, la curadora, había seleccionado una diferente de la tan famosa del escritor de rodillas. "¿Te parece poner esa en vez de la más conocida? Si es la mejor...", les dijo. Curadoras, curadas. "Una mirada rotunda sobre su propia obra", dice García Romero.

"Sara pensaba una exposición es, en el verdadero sentido de la palabra, exponerse . Y, con su premiso, eso es lo que la muestra intenta reflejar. Muestra a Sara, esa mujer que ante todo eligió definirse como fotógrafa argentina -explica Mangialardi-. Su interés por el mundo cultural, que era su propio mundo, pero también su conexión con el fervor del pueblo frente al regreso de Perón y al desconsuelo ante el fallecimiento de su líder".

"Sara tiene muchos ensayos sobre escritores, pero en el caso de Borges y de Cortázar incluyen las fotos más emblemáticas de cada uno. Son quizá los escritores más fundamentales de la literatura argentina. Julio dijo de la foto del cigarrillo, esta es mi foto oficial. También la de Borges arrodillado frente a los libros es otra obra cúlmine de Sara. De manera que planteamos un diálogo estético entre los dos, que nos permite Sara con fotos en sus escenarios, el Sena para uno y la Biblioteca Nacional para el otro. Un diálogo fantástico entre dos escritores que se cruzaron tres o cuatro veces en sus vidas", señala García Romero. Sara Facio retrató a Julio Cortázar como nadie; acá se lo ve donando los derechos de "El libro de Manuel", 1973

A lo largo de los años, Facio donó el 25% de su colección de fotos al Museo Nacional de Bellas Artes, pertenecientes a los nombres más importantes de la fotografía. "Mi última charla con ella fue para plantearle que su archivo tenía que ser patrimonio nacional", dice Ataúlfo Pérez Aznar, fotógrafo y cuidador de la memoria de la disciplina, con un archivo exhaustivo, una biblioteca frondosa, publicaciones, la fundación de la primera fotogalería del país y muestras propias y ajenas. Fue el curador de la muestra sobre Perón en Malba en 2018. En ese contexto, Facio le regaló a Pérez Aznar la cámara con la que tomó muchas de las fotos de esa serie memorable.

En 2022, la fotógrafa cedió al museo también su biblioteca personal , constituida durante sesenta años en los que trabó vínculos con artistas e instituciones de todo el mundo a partir de su actividad como fotógrafa, editora y gestora cultural. Son mil volúmenes dedicados a la historia del medio, colecciones especializadas y ensayos fotográficos.

Sara fue una gran beneficiaria de la herencia material e inmaterial de María Elena a su muerte en 2011, que conserva y administra la misma entidad . La Fundación puso para consulta su archivo periodístico en una base de datos disponible en la página web. Se está procesando el archivo personal y literario. Parte del archivo fue a su vez donado a la Casa Museo María Elena Walsh, inaugurada en 2023 en Ramos Mejía, donde vivió la artista durante su infancia, adquirida por el Estado para rendirle homenaje.

En los planes de la Fundación para difundir su valioso patrimonio está la reedición y una exposición del fotolibro Humanario, realizado por Facio y Alicia D´Amico con imágenes tomadas en 1966 en hospitales psiquiátricos porteños. Fue publicado por la editorial La Azotea apenas unos días antes del golpe militar de 1976, y prohibido poco tiempo después. Y también, un libro de correspondencia de María Elena. Seguir cuidando y difundiendo la obra de estas dos mujeres que marcaron la cultura de un país.
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