General Motors cerró su planta Chevrolet en Ecuador

Como estaba previsto luego del cierre de la planta de General Motors en Colombia, en abril pasado, seguía la de Ecuador y hoy cerró esa factoría. La planta de General Motors en Quito representa el 51% de la producción de automóviles en Ecuador. Son 260 empleados que quedan cesantes y para ello "La situación en sí que vive el país es muy complicada. Hoy en día no hay trabajo, y por eso tanta gente emigra". Desde esa planta se despachaban para Colombia las camionetas pick up Chevrolet D-max y abastecían el mercado en ese país. Pero ahora al igual que en Colombia la multinacional ofrecerá solo la comercialización y el mantenimiento de sus máquinas. El diario ‘El Universal’ de ese país señala "después de 49 años desde su apertura, el 1 de octubre de 1975, la planta ensambladora de General Motors Ecuador (GM OBB) deja de operar. El anuncio del cese de operaciones lo realizó la transnacional el 26 de abril pasado". Juan Landázuri, gerente de Fabricación y Calidad de GM en Ecuador, explicó que "la industria automotriz ha experimentado cambios importantes en los últimos años debido a la presencia de nuestros competidores. También hay un cambio en los acuerdos comerciales". "Este cambio ha llevado a la industria local a operar al 15% de su capacidad total", agregó. la noticia del cierre de plantas no es exclusiva de la norteamericana General Motors. Volkswagen En el continente europeo por estos días se conoció que el mayor fabricante de vehículos del viejo continente, Volkswagen, anunció que no descarta el eventual cierre de algunas de sus plantas de producción que considere obsoletas en Alemania, en lo que sería la primera vez que esto ocurre en su país de origen. "La industria automovilística europea se encuentra en una situación muy exigente y grave", afirmó Oliver Blume, director ejecutivo del Grupo Volkswagen, en un comunicado en el que citó la entrada de nuevos competidores en los mercados europeos, entre otros motivos. A esto se suman los anuncios de otras grandes empresas que comienzan a cuestionar la rápida migración a eléctricos y ya anuncian ‘echar reversa’ y quedarse con diferentes tipos de híbridos, al comprobar que al renglón eléctrico le falta mucho por madurar antes de ser masivo y que la combinación de combustibles es la mejor opción.