Jueves, 19 de Septiembre de 2024

Usuarios de licencias médicas

ChileEl Mercurio, Chile 19 de septiembre de 2024

Si el valor de la picardía está por sobre el de la honestidad, la ética del trabajo estaría en vías de extinción en Chile.

Un estudio del Instituto de Salud Pública de la Universidad Andrés Bello ha revelado que la mayoría de los chilenos están dispuestos a utilizar una variedad de excusas para conseguir una licencia médica fraudulenta. La mayor parte de los encuestados afirma que es fácil conseguir ese subsidio por incapacidad sin estar enfermo, pues basta con acudir a un médico conocido o recurrir a facultativos que se dedican a comerciar con dichos permisos. Incluso estiman que es fácil conseguirlo por internet. Más aún, una mayoría de quienes respondieron dicen conocer a alguien que obtuvo licencia o la compró, sin estar enfermo.
Dicho resultado es inquietante, pues según se desprende del estudio, basta con la voluntad del trabajador para dejar de trabajar y conseguir que se le pague como si lo estuviera haciendo. Los médicos, que son quienes otorgan y debieran controlar los permisos, según lo revelan los usuarios, no estarían cumpliendo esa tarea. La situación se vuelve aún más grave y peligrosa si se toma en cuenta otra fase del estudio en la que se consulta por las razones que serían suficientes para que una persona intente conseguir una licencia falsa. Entre estas figuran como altamente aceptables que se soliciten para cuidar a un familiar enfermo o para extender los períodos pre y posnatal. Otras posibles razones son rechazadas por la mayoría, pero incluso el obtener un permiso de salud para poder disfrutar de vacaciones extraordinarias o viajar por placer es considerado aceptable por uno de cada siete encuestados, una cifra excesiva para justificar una rapacería.
El resultado muestra que en el país, o bien existe una falta absoluta de comprensión de los mecanismos con que operan los seguros, o bien se ha producido un desenfreno en la conducta de las personas en esta materia. El fondo de dinero que se reúne a partir de las contribuciones de los trabajadores es el que debe financiar el tratamiento de los enfermos y, además, responderles a ellos por la incapacidad de trabajar mientras están en reposo. Dicho fondo es esquilmado por quienes, sin estar con dificultades para trabajar, engañan al sistema para recibir lo que no les corresponde. La consecuencia de un abuso como este es que el fondo se reduce y la atención de los enfermos se ve comprometida. Entre las personas que atentan contra el sistema y las listas de espera existe una clara relación, puesto que la acumulación de casos va mermando el fondo para atenderlos. En Chile aparece una mayoría de la gente dispuesta a burlar al sistema sin tomar clara conciencia de todos los efectos que ello produce. Es probable que una educación incompleta pueda facilitar que muchas personas se formen una visión impropia del funcionamiento de los seguros y, si bien no resulta fácil superar esa ignorancia, bien podrían iniciarse desde campañas de difusión pública hasta mejoramientos en los sistemas educacionales.
Por el contrario, si los trabajadores sí entienden bien el problema, pero no les preocupa, pues más importante para ellos es la satisfacción de recibir su sueldo sin hacer nada, entonces estaríamos ante un problema de conducta moral que no será fácil de extirpar. El valor de la picardía pareciera estar por sobre el de la honestidad. En Chile la ética del trabajo estaría en vías de extinción, lo que puede ser tan grave para el futuro como lo es, por ejemplo, la baja de la inversión. Cerca del 75 por ciento de los interrogados dicen que para ellos es importante, o medianamente importante, que estos engaños hayan traído problemas financieros al sistema de salud, pese a lo cual son mayoría los que creen que están justificados en usar las licencias para satisfacer otras carencias que nada tienen que ver con salud.
El problema de las licencias médicas mal empleadas es un hecho real que está contribuyendo a la crisis del sistema de salud y requiere de soluciones urgentes. Está en trámite en el Congreso un proyecto que aumenta las facultades de quienes regulan estos mecanismos y establece penas más estrictas que los débiles castigos actuales. Pero difícil será solucionar el problema solo con una ley más dura. Junto con la educación, debiera someterse a revisión todo el sistema de licencias médicas.
La Nación Argentina O Globo Brasil El Mercurio Chile
El Tiempo Colombia La Nación Costa Rica La Prensa Gráfica El Salvador
El Universal México El Comercio Perú El Nuevo Dia Puerto Rico
Listin Diario República
Dominicana
El País Uruguay El Nacional Venezuela