Evaristo Coronado, goleador histórico de Saprissa, vivió su carrera en canchas naturales, pero una vez sufrió el césped artificial.
Evaristo Coronado se siente bendecido, no solo por el éxito que tuvo en su carrera como jugador, sino porque no lidió con las canchas sintéticas.
Coronado, quien fue uno de los máximos artilleros en la década de los ochenta y se convirtió en el goleador histórico del Deportivo Saprissa con 148 tantos, respaldó lo que muchos jugadores dicen actualmente: que nuestro fútbol mejoraría y tendría mayor dinámica si se jugara en campos naturales.
"Nuestro fútbol sería de mejor nivel si se jugara en campos naturales. No es lo mismo jugar con la intensidad que se puede en el Saprissa, el Nacional o Alajuela; ahí se puede jugar más de primera intención, porque el césped lo permite", dijo Coronado.
Las canchas artificiales llegaron a Costa Rica hace 20 años. Saprissa fue el que inició la tendencia de las gramas sintéticas en Costa Rica cuando cambió la de su estadio en el 2004. Sin embargo, en el 2015, los morados volvieron a lo natural.
Como profesional, Evaristo Coronado no jugó en terrenos artificiales, pero vivió la experiencia tras su retiro, en partidos con excompañeros de Saprissa o de la Selección Nacional.
"Es distinto terminar un juego en una natural que en una sintética, y la recuperación es más lenta. El cuerpo queda maltratado porque a muchas de esas canchas no les dan el mantenimiento requerido", opinó Evaristo.
Coronado añadió que en las sintéticas la bola no rueda tan rápido como en una natural; se frena por el caucho, indicó.
"Por ejemplo, si quiero cucharear (un globito), la punta del zapato pega con la alfombra. Esos defectos, el futbolista trata de disimularlos, pero cuesta en una sintética. Además, al correr se siente el golpe y el jugador no lo hace a alta intensidad", señaló Coronado.
El exfutbolista comentó que el toque al balón es distinto y que se debe golpear con un poco más de fuerza.
"En mi época, en parte nos favoreció para que no aparecieran muchas lesiones, es que no había canchas sintéticas. Hoy hay más lesiones producto de esos campos, pero también se presentan por la intensidad con que se juega, independientemente del tipo de césped", destacó Evaristo Coronado.
Joseph Mora, defensa de Saprissa y quien sufrió un desgarro jugando en un campo artificial, en el estadio del Managua, en Nicaragua, durante la segunda fecha de la Copa Centroamericana de la Concacaf, manifestó que a nivel mundial las canchas sintéticas casi no se usan.
"No me gusta mucho criticar las cosas porque son los medios con los que se cuentan, pero veamos los grandes niveles, ya no se juega mucho en esas canchas", dijo Mora.
Joseph resaltó que si se debe jugar en un terreno artificial, hay que hacerlo sin excusas.
"Con estas canchas, a veces hay factores externos que uno tal vez no puede manejar. Hay que tratar de estar siempre preparados para estos campos, aunque a veces no se puede jugar en ellos por el desgaste, y se debe valorar las lesiones que pueden producir. En el alto nivel, esas canchas han ido saliendo", aseguró Joseph Mora.
En el país, San Carlos, Sporting, Herediano, Pérez Zeledón y Santos tienen canchas artificiales. Además, otros escenarios donde se han jugado partidos de primera división, como el Colleya Fonseca y el Rafael Bolaños, cuentan con césped sintético.
La principal queja contra estos terrenos es la falta de mantenimiento, el desgaste de las gramillas y que los dueños o administradores, para tratar de cubrir el deterioro, simplemente las llenan de caucho.