Partidor congestionado

Miguel Gómez Martínez
Falta un año y medio para la primera vuelta de las elecciones presidenciales de 2026. En política es mucho tiempo; todo puede suceder. Por el momento, los escenarios parecen indicar que la primera vuelta puede estar muy congestionada en candidatos. Están los que ya fueron candidatos como Germán Vargas, Sergio Fajardo, Alejandro Gaviria o Enrique Gómez. Los uribistas como María Fernanda Cabal, Paloma Valencia, Abelardo de la Espriella y Miguel Uribe. Los santistas como Mauricio Cárdenas, David Luna o Juan Carlos Echeverry. Los verdes con Claudia López, los galanistas con Juan Manuel Galán, los aspirantes de los gremios como Bruce MacMaster y Jonathan Malagón. Los duquistas como José Manuel Restrepo y Francisco Barbosa. Y los outsiders como Vicky Dávila, Juan Daniel Oviedo y JP Hernández. Por el momento, vamos en 20 y contando. Por el gobierno están los petrosantistas como Roy Barreras, Luis Gilberto Murillo o Juan Fernando Cristo. Los petristas purasangre como María José Pizarro o Gustavo Bolívar. Y están Francia Márquez y Verónica Alcocer. Ninguno se acerca en popularidad a Petro. Sin duda del lado de la oposición hay muchos candidatos a vicepresidente pues pocos tienen el peso o reconocimiento para aspirar a la primera magistratura. Pero, mientras se despeja el panorama, generan ruido y debate. A pesar de lo congestionado que parece el partidor, no es malo que exista esta pluralidad pues permite recoger un amplio espectro de sensibilidades en las fuerzas contrarias al gobierno. El problema es que cada candidato es un ego que luego tendrá que arrugarse frente a las realidades electorales. Lo más grave es que, aparte de su oposición a Petro, los aspirantes no tienen ni programa ni mensaje. Son muy activos y vocales en las redes, pero es imposible saber cuáles son sus propuestas de gobierno. Mientras tanto el gobierno avanza en controlar los poderes públicos irrigando con subsidios insostenibles a sus sectores favorables. Su agenda legislativa se mueve con dificultad, pero se mueve. A medida que se acerquen las elecciones los parlamentarios estarán más ansiosos de asegurar contratos y partidas que faciliten su reelección. Conservadores, la U y los liberales esperan sedientos. Es probable que el ejecutivo obtenga otras mayorías que no han sido posibles hasta la fecha. El gobierno ha demostrado que es capaz de cualquier inmoralidad para lograr su cometido. Estamos lejos de la primera vuelta. Es poco tiempo para que la oposición estructure una agenda temática que se traduzca en un mensaje electoral. Para el gobierno, el tiempo también corre pues su balance pobre y el mensaje del cambio se desgasta en los escándalos y su incompetencia para gobernar. Los factores objetivos del poder favorecen al gobierno pues cuenta con el presupuesto y el estado. Para hacer elecciones es una gran ventaja. Coletilla: Titular de El Tiempo: "Se dispara el drama de menores reclutados por grupos armados". La paz total.
Consultor empresarial.