Estrategia para incumbentes
Decana Escuela de Administración, Universidad Eafit
Decana Escuela de Administración, Universidad Eafit..
Hablar de estrategia con administradores académicos es meterse en terrenos espinosos. Quienes enseñan en las escuelas y facultades de administración seguramente han enseñado sobre estrategia, han escrito sobre estrategia e incluso han hablado públicamente sobre estrategia. Los más osados han hecho consultorías e investigaciones sobre estrategia. En mi caso, soy culpable de todas las anteriores. Ahora, soy culpable con el pleno conocimiento de que aterrizar el conocimiento teórico sobre estrategia en la práctica es más complicado que explicar los modelos de los trabajos sobre estrategia en el tablero y con la tranquilidad de que, aunque no garantiza nada, estudiar estrategia lo acerca a uno un poco más a una buena implementación que no hacerlo. La discusión sobre estrategia en las universidades tiene absoluta vigencia, precisamente porque la discusión sobre la educación gerencial enfrenta más competencia que nunca. En el mercado de la formación están entrando jugadores internacionales con nombres de peso y modelos masivos, por un lado, y jugadores nuevos con soluciones rápidas y económicas por el otro. Este escenario pone a las universidades de trayectoria locales en la mitad, enfrentando el reto de pararse para competir con el lastre de ser el incumbente. El fenómeno no es exclusivamente colombiano y menos latinoamericano. Las universidades, y particularmente las que enseñan administración y gerencia, están repensándose en todo el planeta. Hay una conversación en varios idiomas sobre la pertinencia y la vigencia de los temas, de las competencias que se enseñan y sobre el impacto de las universidades en su entorno, mientras enfrentan retos similares. Las acreditaciones locales e internacionales empujan hacia la convergencia y las universidades, hacia buscar eso específico que los diferencia. Ser incumbente implica tener que pensar escenarios que todavía no han sucedido desde la tramposa comodidad de la titularidad, como cuando el armador del equipo que se las sabe todas y tiene la 10, tiene que repensarse porque ese jugador que acaban de fichar es más rápido, tiene más hambre y encima, cobra menos. Sin embargo, también tiene la ventaja de la solidez. Los incumbentes tienen cancha y producto, conocen el mercado y, sobre todo, los incumbentes que han hecho la tarea se conocen a sí mismos. Saben que pueden compartir su estrategia, incluso al detalle, con su competencia y que de ese gesto solo pueden salir cosas buenas, precisamente porque también saben que pueden conocer la estrategia de su competencia con el mismo detalle, y que por mucho que quieran, no les va a salir bien si la copian. Saben que, en el negocio del conocimiento, sumar para hacer investigaciones, proyectos y programas conjuntos, multiplica. Replantear la estrategia de una universidad no es fácil, particularmente porque el conocimiento anidado puede pasar rápidamente de ser un facilitador a un obstáculo, pero también resulta un ejercicio necesario en un entorno con una competencia feroz.
Cristina Vélez