Importación de hortalizas ha crecido un 35% en 10 años
El Salvador compra cada año más producto de Guatemala, en detrimento de la producción nacional. Esto ha representado un gasto millonario que se ha duplicado e impacta a los consumidores salvadoreños.
Mientras la producción nacional de hortalizas y frutas se reduce cada año, la cantidad de estos alimentos que ingresan desde Guatemala y otros países de la región sigue incrementando.
En los últimos diez años (2014-2023)
La importación de frutas, por su lado, ha crecido un 15.3% en el mismo periodo, pasando de 285.4 millones de kg a 329.3 millones de kg. Guineos, melones, piñas y mangos son algunos de los frutos más comprados por el país. Esta creciente compra de hortalizas y frutas ha significado, además, un alto costo para el país y sus consumidores.
En 2014, la importación de los 361.7 millones de kg de hortalizas representaron un costo de
Y son tomates, repollos, papas, zanahorias y cebollas cinco de los productos más comprados a los países vecinos. Luis Treminio, presidente de la Asocaición Cámara Salvadoreña de Pequeños y Medianos Productores Agropecuarios (CAMPO), afirma que
Pero es muy buen negocio para los importadores, que compran barato y luego venden caro, dependieno de las circunstancias del momento.
Lo mismo opina el director director ejecutivo del Centro para la Defensa del Consumidor (CDC), Danilo Pérez, quien asegura que detrás de esta creciente importación hay una gran cadena de compradores, negociadores, camioneros y revendedores que obtienen una ganancia en todo este proceso.
El productor local, en cambio, sigue reduciendo la cantidad de terreno en la que cultiva estos alimentos, desincentivado por los altos precios de los insumos agrícolas y el cambio climático, entre otros.
Según datos anuales publicados por el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), en el año agrícola 2018-2019, en el país se sembraban 851 manzanas (Mz) de tomate, pero en la cosecha 2022-2023, estas se redujeron a 572 Mz.
Lo mismo ha ocurrido con otros productos similares: los terrenos destinados para la siembra de papa, el güisquil, el pipián, entre otros, se han reducido poco a poco.
En agosto, la canasta alimentaria urbana costó $259.97 y la rural, $177.3. Según un estudio de tres agencias de las Naciones Unidas al cierre de 2022, El Salvador es el segundo país de la región que más depende de las importaciones, solo antecedido por Panamá. Agromercados
El gobierno lanzó en julio pasado los agromercados, que son puntos de venta establecidos por el MAG para vender productos a precios más bajos que en los mercados tradicionales. A la fecha ya son 50 los puntos de venta que se han distribuido en todo el país. En estos agromercados, los vendedores ofrecen más de 10 tomates por un dólar, cuando en un puesto del mercado tradicional, este se comercializa a 6 por un dólar.
Aunque no hay información oficial sobre los productos de estos agromercados,
El representante del sector agrícola agrega que si bien la alternativa de los agromercados favorece a los consumidores, desconoce si esto podrá mantenerse por mucho tiempo pues asegura que los precios seguirán así si el gobierno da subsidio a los importadores.
Las compras de hortaliza realizadas entre enero y agosto de este año, han sido menores a las que hizo en la misma fecha del año pasado en términos de volumen.
Pero aunque la cantidad de productos ha sido menor, el costo se ha elevado, pasando de $92.3 millones en 2023 a $97.4 millones este año. Según Luis Treminio, presidente de CAMPO, esto se debe al efecto inflacionario de los productos comestibles que se compran a países vecinos como Guatemala y Honduras, que al igual que otros países a nivel mundial han sufrido un incremento de precios en todos los bienes y servicios.
Pero también se debe a la especulación que se originó desde junio pasado, cuando intensas lluvias provocaron daños en muchas cosechas guatemaltecas y hasta incluso, obligó al cierre de la frontera Pedro de Alvarado situada a un kilómetro y medio de la frontera La Hachadura, en Ahuachapán, El Salvador, que afectó por varias horas.
Los precios de las verduras subieron hasta en un 233% entre el 14 al 26 de junio y desde esa fecha no se han estabilizado por completo. La caja de tomates que antes costaba $48, pasó a costar hasta $65 o más, siendo los consumidores finales los más afectados con los precios.
La importación de frutas, en tanto, sí ha subido tanto en cantidad como en costo.
El año pasado, para esa misma fecha, el país había comprado 219 millones de kg de frutas por $75.4 millones. Según el director ejecutivo del CDC, Danilo Pérez, algunos de estos productos