Igual a Venezuela

Emilio Sardi
Claramente, la pobre Venezuela no es el modelo que alguien quisiera para su país. Sin embargo, a menos que se tomen medidas serias en un término muy corto, en unos pocos años Colombia estará igual a Venezuela: enfrentando apagones y racionamiento eléctrico. De acuerdo con información de la Upme, en la actualidad el margen entre la demanda y la oferta eléctrica es del orden del 9%. Sin embargo, en la medida en que, aún con el estancamiento de la economía, la demanda está creciendo a un ritmo acelerado del orden del 7% y la oferta no está creciendo a igual paso, este margen podría virtualmente desaparecer en dos o tres años. Aunque para 2023 estaban programados para entrar en línea 893 Megavatios de generación hidráulica, 343 de generación térmica, 4.558 de generación solar y 1.014 de generación eólica, solamente ingresaron 642 de generación hidráulica y 293 de la térmica, equivalentes a 5% de la capacidad instalada. De los 5.572 megas de las ERNC (energías renovables no convencionales) solo ingresaron 207 de generación solar, 3,7% de lo programado. En 2024 han entrado a operar aproximadamente 1.000 megas de generación solar. Como la capacidad de generación real de las ERNC es un 20-25% de la declarada, ese aporte de generación solar apenas equivale a unos 200 megas de energía firme. Y peor con la generación eólica. Enel ya canceló sus tres proyectos, Celsia busca a quién entregarle los suyos y no es claro si los demás seguirán ni, si lo hacen, cuándo operarían. Del fantasioso plan energético del gobierno Duque no quedan ni trizas. Realmente, no hay luz en el panorama de la oferta eléctrica. Ni siquiera la reciente subasta de cargo por confiabilidad para asegurar nueva energía firme para 2027 y 2028 cumplió su fin, y solamente se asignaron 244 gigavatios hora día, contra una demanda esperada de 263. Y si ya para dentro de tres años se visualizan enormes problemas, pensar en los efectos de El Niño que volverá en seis u ocho años produce escalofríos. En el reciente Niño, con un margen razonable entre oferta y demanda y con el parque térmico despachado al ciento por ciento durante toda su duración, Colombia estuvo a días del racionamiento. No solo en los próximos años probablemente se presentará racionamiento, sino que es claro que en el próximo Niño éste será inevitable, a menos que se fortalezca desde ahora la capacidad de generación nacional. La Creg debe convocar sin dilaciones a una subasta de cargo por confiabilidad que incentive la participación de generadores térmicos, los únicos que proveen generación firme. Colombia necesita por lo menos mil Megavatios de generación térmica adicional, y para instalarlos los inversionistas requieren reglas que garanticen protección de su rentabilidad, incluyendo la disponibilidad futura de gas. Sin esta adición urgente al parque generador, Colombia estará pronto igual a Venezuela: enfrentando apagones y racionamientos eléctricos.
Empresario.