Fuga en Colina 1 revelaría eventual negligencia por fallas en protocolos, vigilancia y seguridad perimetral

Casi 72 horas han pasado desde que la tarde del domingo -a eso de las 14 horas- se alertó sobre la fuga de dos internos de la cárcel Colina 1, quienes escalaron un muro y cortaron el cerco eléctrico con un alicate, según se advirtió mediante el circuito cerrado de televisión del penal.
El detalle del escape levantó la sospecha sobre si eventuales fallas en la seguridad habrían permitido la huida de José Torres Montecinos, condenado por robo con violencia, homicidio frustrado y porte de arma de fuego, quien cumpliría sentencia en 2037, y Daniel Jerez Hernández, condenado por robo en lugar habitado, con fecha de liberación para 2029.
A este hecho se sumó que dos semanas antes, el 21 de septiembre pasado, hubo un intento de huida de cinco reos desde el mismo penal, el que fue frustrado. En este escenario, el que se haya materializado la fuga pone en entredicho el estado actual de los penales o, al menos, si se cumplen los protocolos.
Junto con esto, ayer, desde Gendarmería confirmaron una tercera huida. Esta vez, desde la ex Posta Central, por parte de un condenado de la cárcel Santiago Sur (ex Penitenciaría), luego de una operación. El fugitivo escapó anoche por una ventana del recinto hospitalario.
Sobre la fuga en Colina, el exdirector de Gendarmería Claudio Martínez sostiene que "el protocolo debe decir, o debería decir, que los internos no pueden aproximarse al borde de la primera valla de la zona de fuego, aquí lo hicieron y no fue detectado por la televigilancia ni por la garita del sector".
Y recuerda que el penal, construido a inicios de los años 80: "En ese momento quedó ubicado fuera del límite urbano (...). Hoy, fruto de que el plan regulador declaró zona urbana, la ciudad lo envolvió, por ello existen viviendas prácticamente en su borde", dice y detalla que en estos casos, "los fugados rápidamente se internan por los pasajes o callejuelas y es imposible seguirlos".
A su juicio, esta huida, a diferencia de otras, "es fruto más de una deficiencia de la seguridad y vigilancia que, eventualmente, por una extremada planificación de la misma".
Mientras que el también exdirector de Gendarmería Christian Alveal asegura que, "cuando hay intentos de fuga en una cárcel grande como Colina 1, se tienen que activar inmediatamente los protocolos (...), deben extremarse siempre las medidas de seguridad, porque es muy probable que estos intentos de fuga se repitan, ya que, de alguna manera, hay alguna vulnerabilidad que la población penal ha detectado".
"Por algo lo intentan (...), porque ha habido un estudio previo de los internos y prueba de ello es que esta segunda vez lo lograron", dice, y precisa que, " a priori , se habla inmediatamente de negligencia de los procedimientos". En este caso, sostiene, "algo falló desde la seguridad perimetral, que debió haberse potenciado, ya que días atrás hubo un intento de fuga, y lo que se hace es reforzar, porque es una alarma".
Tanto Carabineros como la Policía de Investigaciones buscan a los prófugos.
Gremio acusa "abandono" estatal
La Asociación Nacional de Suboficiales de Gendarmería (Ansog) expresó su solidaridad con los funcionarios de Colina 1, planteando "las difíciles circunstancias en las que operan", y que esto se agrava por "la falta de implementos de seguridad y el abandono que ha sufrido el sistema penitenciario por parte de diferentes gobiernos".
Alveal estima que "llegó la hora de discutir si Gendarmería debe estar en un ministerio de seguridad, ya que no cabe duda de que cumple un rol en materia de seguridad pública", así como que el Estado debe generar una "mayor coordinación" entre las instituciones para enfrentar la criminalidad.
Martínez considera que la idea se debe explorar, "pues, ofrece la posibilidad de que los organismos encargados de la seguridad ciudadana estén en una sola línea de mando".