Diario íntimo de Lulú Petite
Lulú Petite
EL GRÁFICO
Clásico de clásicos
Querido diario: Te debía la de contarte esta historia
Lulú Petite
EL GRÁFICO
Clásico de clásicos
Querido diario: Te debía la de contarte esta historia. Sucedió a mediados del mes pasado. Me tocó atender el mismo día a dos personajazos: Uno americanista y el otro, un chiva de corazón.
Fue días antes del Grito de Independencia, con el clásico de clásicos a la vuelta de la esquina. Ya sabes cómo se ponen con el futbol. Los atendí casi a uno después del otro y, por supuesto, no tardaron en comenzar a platicar sobre su tema favorito.
Primero, me tocó atender al chiva, y como me pareció que tenía vibra chilanga, le lancé la pregunta inocente:
?¿Eres americanista?
Y ahí se armó la joya de la respuesta:
?¿Qué pasó? A mí sí me gustan las viejas.
Casi dio risa, pero claro, disimulé porque el chavo estaba convencido de que le había hecho la pregunta más ofensiva del mundo.
Nos desnudamos. Se la chupé en la cama. Él comenzó a acariciarme los senos y me jaló para comerse mis pezones.
Los lamía y los mordisqueaba suavemente antes de bajar por mi vientre y devorarme el sexo. Se puso un condón y comenzó a pasear su glande duro por mi vulva hasta que me la metió.
No voy a negarlo. Se movía muy rico y, pronto, logró llevarme al orgasmo. Luego él se vino, platicamos un rato y se despidió. Mientras me duchaba, me quedó claro: Al de las chivas le gustan las mujeres. Al menos a ese.
Después, llegó el americanista, y esta vez decidí jugarla más segura. Para no meter la pata de nuevo, le solté una pregunta más abierta:
?¿A quién le vas?
Y él, con una seguridad que sólo ellos tienen, me responde:
?Al América, obvio. A los de Chivas se les atora la reversa.
Igual me cogió. Igual sus brazos eran fuertes y su miembro duro, grande, venoso y travieso.
También se la chupé, también me comió el sexo y me puso una cogida que me dejó viendo más estrellas que las que tienen ambos equipos en sus escudos por sus campeonatos. Me quedó claro, al del América también les gustan las mujeres.
Te juro que no podía más de la risa. Aquí tienes a dos tipos que se la pasan insultando al otro equipo, insinuando que todos los del equipo contrario prefieren a los hombres, pero lo que no dejan de hacer es pasar las horas viendo a un montón de hombres guapos en pantalones cortos, corriendo y sudando. Y a mí, Joaquín, entre tú y yo, eso me pone. Me pregunto si ellos se darán cuenta de lo contradictorio que es todo eso. Al menos al que me acababa de dar.
Así que ahí los tienes, dos apasionados del futbol, creyéndose rivales mortales, cuando en realidad pasan más tiempo obsesionados con los mismos chicos en la pantalla. A mí lo único que me interesa del futbol es la parte visual, ya sabes, los cuerpos sudorosos y los shorts apretados... Pero claro, eso no se lo dije a ellos. ¿Te imaginas la que se hubiera armado?
En fin, fue un día entretenido, lleno de futbol, testosterona, un par de comentarios homofóbicos disfrazados de "amor" al equipo. Ni supe quién ganó ese clásico. Al menos yo, con los dos anoté, así que lo declaro reñido empate.
Hasta el martes, Lulú Petite