Beneficios arancelarios quedan postergados un año por retraso en ratificación de acuerdo con la UE

Casi seis meses han pasado desde que el Gobierno inició el trámite para que el Congreso ratifique el Acuerdo Marco Avanzado (AMA) que moderniza el tratado comercial multilateral con la Unión Europea (UE), y cerca de un año desde que el pacto se firmó en Bruselas, a mediados de diciembre del año pasado. La discusión del texto se dividió para agilizar la puesta en marcha del pilar comercial, que a diferencia del resto de los capítulos no requiere la revisión individual de cada uno de los Estados miembros de la UE; sin embargo, aunque la Comisión Europea ya dio luz verde a este apartado provisorio en febrero, su entrada en vigencia -que solo depende del Congreso chileno- tendrá que esperar hasta el próximo año.
La Cámara de Diputados chilena despachó el proyecto de acuerdo a inicios de septiembre hacia el Senado, que hace dos semanas comenzó con su discusión sin un plazo definido, dado que el Ejecutivo optó por quitarle urgencia legislativa. En Cancillería aseguran a "El Mercurio" que esta sigue siendo una de sus prioridades, pero por el carácter de la comisión de Relaciones Exteriores no es necesario obligar a un trámite de discusión inmediata para asegurar su avance. "Esperamos que el AMA pueda ser despachado por el Congreso Nacional antes del término de este año legislativo, que finaliza en enero de 2025, para lo cual, de ser necesario, volveremos a ponerle urgencia a la tramitación", señalan.
Con todo, los plazos con los que está trabajando el Congreso ya tienen consecuencias prácticas para la implementación del acuerdo, que en el Capítulo 33 del Acuerdo Interino Comercial (AIC) precisa los tiempos requeridos: "Entrará en vigor el primer día del tercer mes siguiente a la fecha de la última notificación mediante la que las Partes se hayan comunicado la finalización de sus respectivos procedimientos internos". Así, según esta regla, ya no es viable la entrada en vigencia este año.
Impacto comercial
En términos comerciales, el AMA liberaliza el 96,5% de las líneas arancelarias al concluir los siete años establecidos en el calendario de desgravación, donde la mayoría de los productos tendrán arancel cero desde la entrada en vigencia, pero muchos otros adquieren este beneficio progresivamente, a los 3, 5 o 7 años del acuerdo. Asimismo, el senior manager de Global Trade & Investment en Deloitte, Felipe Lopeandía, detalla que también se contempla "la ampliación de cuotas para productos que ingresan sin aranceles, vigentes bajo el Acuerdo actual con la UE (el principal ejemplo es el de las carnes -vacunos, aves, cerdos-); o mediante la constitución de nuevas cuotas (el aceite de oliva con una cuota de 11 mil toneladas al año). En el caso de las cuotas, ellas comienzan a operar desde la entrada en vigor del Acuerdo, y en algunos casos se incrementan durante los siguientes años". Dentro de los países que no contaban previamente con cuotas libres de arancel, también se consideran huevos, preparaciones de fruta, jugo de manzana, almidón y derivados, productos altos en azúcar, maíz dulce, etanol y ron.
Así, dentro del grupo de productos que tendrán que esperar un año más para adquirir beneficios arancelarios según el calendario de desgravación, se cuentan algunos que previamente estaban sujetos a cuotas, como granos de cereal, chocolates, galletas, artículos de confitería, champiñones preparados o en conserva, quesos, salmones, merluza fresca o refrigerada. También hay otro grupo de productos que hasta ahora estaban excluidos de beneficios y estarán sujetos a este calendario, como algunas líneas arancelarias de tocino, leche y nata, preparaciones utilizadas en alimentos para animales, materias grasas de la leche (distintas a la mantequilla), lactosuero, preparaciones para alimentar a lactantes, y preparaciones alimenticias no alcohólicas.
Señal y urgencia
Más allá de las pérdidas económicas, en el sector privado y los gremios exportadores ponen énfasis en la señal política que se está dando respecto a la política exterior. El secretario general de Sofofa y exsubsecretario de Relaciones Económicas Internacionales, Rodrigo Yáñez, lamenta el contraste entre la velocidad del Parlamento Europeo y el Congreso Nacional para ratificar el acuerdo, y advierte que "en un contexto de bajo crecimiento económico, es importante aprovechar todas las oportunidades para poder aumentar las exportaciones chilenas. El acuerdo considera importantes mejoras en acceso a mercado, otorgando apertura a productos previamente excluidos y aumenta el volumen de cuotas de exportación para productos emblemáticos chilenos. Es importante poder dar una pronta vigencia al acuerdo para que comiencen a avanzar los calendarios de desgravación arancelaria y se pueda consolidar esa nueva apertura a un mercado de casi 450 millones de personas".
Uno de los sectores más afectados por este retraso es el sector de las carnes, dado que el acuerdo incrementa el volumen de las cuotas libres de arancel que actualmente pueden ingresar al mercado europeo, lo que contempla carnes de ave de corral, de porcino, de ovino, de vacuno y preparaciones de atún. En este sentido, el presidente de ChileCarne, Juan Carlos Domínguez, cuestiona que "lo que no se entiende es que uno escucha el relato de todos los sectores políticos y están de acuerdo, pero no pasan a los hechos. Incluso en las cosas que estamos de acuerdo no se actúa, y eso tiene costos para el país, no solo económicos sino también de prestigio, la UE aprobó esto en febrero, entonces la señal que manda Chile al demorarse casi un año, es muy mala".
Asimismo, en materia comercial, detalla que "en carne de cerdo, el 2024 copamos la cuota y como todavía no se ha aumentado, tuvimos que pagar aranceles. Los productores de cerdo perdieron competitividad al tener que pagar por ingresar a Europa, cuando el acuerdo te permitiría aumentar prácticamente al doble el volumen que podría entrar sin arancel, entonces es una gran pérdida para el país".