Lunes, 30 de Junio de 2025

Neuroderechos

ColombiaEl Tiempo, Colombia 11 de noviembre de 2024

Siempre me han parecido extraños los derechos a "no algo"

Siempre me han parecido extraños los derechos a "no algo". Me refiero al derecho a no ser desaparecido, a no ser torturado, a no ser discriminado, a no ser esclavizado. No porque piense que esas conductas deberían ser permitidas, claro que no, sino porque ya la desaparición, la tortura, la discriminación o la esclavitud son delitos en sí mismos. Pues bien, ahora se está hablando de una nueva categoría de derechos parecidos a estos: los neuroderechos, es decir, los derechos a impedir que las nuevas tecnologías accedan o manipulen la actividad cerebral de las personas sin su consentimiento. Algo así como el derecho a que "no se metan con mi cabeza". El problema aquí es que resulta difícil enunciar este derecho en positivo: ¿el derecho a la independencia cerebral, a la privacidad neuronal o a la autonomía mental? Los neuroderechos tienen una dimensión personal cuando protegen la privacidad mental de los individuos; y una social, que se enfoca en prevenir desigualdades en el acceso a tecnologías neurocientíficas relacionadas, por ejemplo, con la salud. El caso es que estos derechos enfrentan varios retos como la dificultad para definir claramente su naturaleza y alcance en un mundo caracterizado por la rápida evolución tecnológica, y la complejidad para desarrollar marcos legales globales eficaces que los protejan. Pero existe un desafío adicional y es el que plantea el concepto de "privacidad emocional". A medida que las interfaces cerebro-computadora avanzan y la tecnología de IA mejora su capacidad para interpretar estados emocionales, surge el riesgo de que terceros puedan leer o incluso manipular nuestras emociones, como sucedía en la famosa novela de George Orwell, 1984, donde el Estado controlaba todos los aspectos de la vida de los ciudadanos incluyendo su pensamiento y emociones. Tal vez es la hora de pensar en los neuroderechos desde una perspectiva ética. Estamos en un momento histórico crucial, en el que las decisiones que tomemos frente a los avances tecnológicos definirán el rumbo de nuestra civilización. Por eso mis felicitaciones a Wilson Ríos, de la Facultad de Derecho de la Fundación Universitaria del Areandina de Bogotá, quien acaba de organizar el ‘II Congreso internacional de derecho virtual: neuroderechos en Colombia y América Latina’, donde todos estos temas fueron objeto de estudio. Eventos como este solo confirman que en la academia existe interés por impulsar estos debates esenciales para el progreso, o tal vez retroceso, de la humanidad. Aún no lo tengo claro.
Nueva categoría de derechos
Natalia Tobón Franco
La Nación Argentina O Globo Brasil El Mercurio Chile
El Tiempo Colombia La Nación Costa Rica La Prensa Gráfica El Salvador
El Universal México El Comercio Perú El Nuevo Dia Puerto Rico
Listin Diario República
Dominicana
El País Uruguay El Nacional Venezuela