Domingo, 29 de Junio de 2025

Languidece Occidente y crece la guerra

ColombiaEl Tiempo, Colombia 29 de junio de 2025

Se difuminan los valores sobre los cuales se edificó la legitimidad de la capacidad militar occidental: derechos humanos, democracia liberal, práctica de principios del derecho romano y anglosajón y desarrollo de la economía, la ciencia y las artes

Se difuminan los valores sobre los cuales se edificó la legitimidad de la capacidad militar occidental: derechos humanos, democracia liberal, práctica de principios del derecho romano y anglosajón y desarrollo de la economía, la ciencia y las artes. Animaron una sociedad más tolerante y solidaria, propicia a más igualdad económica y de género, con recursos de cooperación abundantes para convivencia y progreso. A su égida se unieron hace medio siglo culturas como Japón, Corea, Israel, por momentos Rusia y Turquía, y diferentes rangos de prosperidad como Taiwán, Brasil, Argentina, e incluso Colombia y México. ¡Era Occidente! Un concepto geográfico para los imperios y las religiones, que pasó a ser referente de estabilidad global. Por sus recetas, nunca habíamos sido menos pobres en cualquier rincón del planeta, ni se habían cuidado más los niños, los ancianos, las mujeres, los discapacitados y la naturaleza. Los Estados se abrieron o recibieron presión para abrirse, y asumieron responsabilidades como velar por los derechos reproductivos, limitar las emisiones de carbono y regular la IA. Dieron libertades económicas que trajeron prosperidad. Para enmarcar esos principios se creó el G7 como mecanismo de coordinación de la economía y luego de la política en sus versiones militar y diplomática. Tuvimos un poco de paz global. Rusia, dudando si declararse de Occidente le quitaba o le ponía peso, ha entrado y salido del Grupo. Terminó una nueva cumbre del G7, celebrando veinticinco años de existencia con ladrilludas declaraciones sobre el Medio Oriente, reiterando, sin resolverlo, el dilema para Israel de que es necesario el cese en Gaza y que Irán nunca tenga la bomba atómica. También sobre migración, tierras raras, inteligencia artificial, tecnología cuántica y lucha contra los incendios. Se avizoraba una reunión trascendente ante el retroceso comercial por los aranceles de Trump, la guerra en Oriente Medio y el poco avance hacia el fin del conflicto en la invadida Ucrania. Se sopesarían los ataques militares entre India y Pakistán, las tensiones crecientes en el Pacífico y el avance global del crimen organizado y del autoritarismo. Pero no hubo valores para confluir. Canadá y EE. UU. tienen de por medio la historia, su asunto del "estado 51", los aranceles y el "Domo Dorado" que planea Trump para la defensa militar de toda Norteamérica. Francia, Italia, Alemania y la UE como miembro de facto están decepcionadas del apoyo de Trump a Ucrania y a la Otán, y amenazadas con aranceles. Inglaterra logró un acuerdo comercial parcial, que cae mal en la UE. Japón, tranquilo con flamante acería en Pittsburgh y cercanía a Trump para enfrentar a China. Afuera esperaban sin China los Brics, México y Australia. Ausente, la defensa de la democracia. Trump salió de la Cumbre para lanzar la operación unilateral Martillo de Medianoche contra Irán, violando su propio plazo. Pueden venir guerra nuclear y terrorismo globales, o un estado de permanente guerra regional, o un período de tensa paz regional, si se consolida el cese del fuego Israel-Irán anunciado por Trump, que le recupera palanca política y militar. En 1981 Israel bombardeó el reactor iraní Osirak, y aún estamos en estas. El G7 va a la intrascendencia. Si la Cumbre de la Otán es más importante que la del G7, la paz está en problemas. Para Vargas Llosa, Occidente se diferencia de otras influencias en la historia por su capacidad para reformarse con bríos desde adentro en momentos críticos. Con el renacer autoritario, la milicia remplazó la diplomacia y nadie está haciendo las reformas. La guerra produce decadencia y las aplaza. Ante la languidez occidental, la salida no son los brazos ansiosos de los Brics y su costoso banco, o los de China sola. Es recuperar la solidez militar, económica y democrática. Volver a nuestra perdida calidad de potencia regional. O, resignados, darle la razón a Spengler aprendiendo hindi y mandarín.
Recuperar la solidez militar, económica y democrática
Luis Carlos Villegas
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