Estrategia y presupuesto
Carlos Téllez
La práctica de hacer un presupuesto financiero es utilizada en las empresas por buenas razones
Carlos Téllez
La práctica de hacer un presupuesto financiero es utilizada en las empresas por buenas razones. Por ejemplo, permite traducir planes y objetivos al lenguaje económico para calibrar su viabilidad, sirve como referencia para controlar y asignar recursos, hace visibles avances y desviaciones, ayuda a evaluar el desempeño de las personas y las orienta para enfocar sus prioridades, y es la base para conversaciones estructuradas con el sector financiero. Estos beneficios no están libres de riesgos. El presupuesto es una imagen estática que, aun cuando esté elaborada con diligencia, tiene sesgos del momento en el que se construye, contiene supuestos que pueden cambiar, y solo observa el corto plazo. Por eso, la eventual inflexibilidad de mantenerlo sin cambios, al margen de la dinámica de la realidad, nos puede hacer perder la perspectiva y comprometer el largo plazo. Si aceptamos que son más sus beneficios que sus riesgos, ¿cómo lograr entonces un buen presupuesto? En esta época, en la que se discuten y aprueban, una de las preguntas claves para conseguirlo es la siguiente: ¿Este presupuesto refleja realmente la estrategia de la empresa? La estrategia es un conjunto de escogencias, que a su vez sirve de referencia para establecer un plan de corto plazo, el cual traducimos al presupuesto. Las empresas se quedan cortas cuando apenas hacen un plan y un presupuesto o, peor aún, cuando el ejercicio es tan solo hacer un presupuesto del cual surge luego un plan. Planes y presupuestos no suplantan la estrategia, apenas permiten intuirla dado que aquella siempre está presente de manera implícita. La invitación, por lo tanto, es a hacer consciencia de la estrategia para que sea explícita y visible, para que sirva como marco de referencia deliberado al cual podamos intencionalmente dar forma. A veces será necesario cambiar de estrategia, y de ello resultan cambios en plan y presupuesto. Y en ocasiones podemos cambiar de plan y presupuesto, enfocados en la misma estrategia. La estrategia es la guía clave que le da sentido a planes y presupuestos. Y, ¿cómo hacer visible la estrategia desde el presupuesto? Estas son algunas preguntas para lograrlo: ¿A qué versión de empresa nos habremos acercado si lo cumplimos? ¿Qué propósito de empresa será visible para nuestras partes interesadas si lo alcanzamos? ¿Qué forma de competir y ganar requiere cumplirlo? ¿En qué negocios vamos a profundizar y crecer, y por qué? ¿Los gastos e inversiones muestran la intención de desarrollar qué capacidades en la empresa? ¿Qué prioridades estratégicas claves evidencia el presupuesto? ¿Qué renuncias demuestra? Este ejercicio simple asegura que el presupuesto anual de cada empresa también refleje claramente su intención estratégica de corto plazo.
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