Eje contra la democracia

Rafael Herz
3.000 soldados norcoreanos emprendieron el viaje hasta Rusia, se trasladaron a sitios de entrenamiento militar y luego se unieron al ejército ruso para luchar contra Ucrania. El hecho de que Corea del Norte lo esté haciendo es una de las señales más recientes de una creciente cooperación entre cuatro países autoritarios -China, Rusia, Irán y Corea del Norte- que buscan debilitar la alianza liderada por EE. UU. y de Occidente. Estas cuatro autocracias reprimen la disidencia a través del encarcelamiento y la muerte, irrespetan los derechos humanos de las minorías, y restringen libertades de expresión. No comparten necesariamente una ideología consistente. Irán, por ejemplo, es una teocracia islamista, mientras que China y Rusia oprimen a sus minorías musulmanas. China está abierta al comercio internacional, mientras que Rusia se ha visto aislada desde la invasión a Ucrania. Corea del Norte es un país con un bajo ingreso per cápita y alejado de las reglas mundiales de convivencia. Si embargo, objetivo común de estos países es debilitar a EE. UU. y sus aliados y retar a la democracia. Este objetivo compartido explica por qué las dos grandes guerras recientes del mundo -la primera en Ucrania y Rusia, la segunda en Oriente Medio- han llevado a una mayor cooperación entre los países autocráticos. Ambas guerras han creado oportunidades para debilitar la alianza democrática en Occidente y fortalecer su respectivo poder en la zona de influencia. En Ucrania, incluso una victoria parcial rusa sería un revés para la democracia. La guerra ha sido la más grande en Europa en casi 80 años, con un país autoritario invadiendo a un vecino democrático. Esa posibilidad ha llevado a un esfuerzo concertado del eje antidemocrático para ayudar a Rusia. Irán ha enviado municiones, drones y misiles balísticos. Corea del Norte ha enviado proyectiles de artillería y ahora tropas. China ha enviado tecnología y ha comprado petróleo ruso para ayudar a la economía de Vladimir Putin a evadir las sanciones internacionales. En Oriente Medio, la cooperación no ha sido tan extensa, pero sigue siendo notable. Cuando Hamás (financiado por Irán) atacó a Israel el 7 de octubre de 2023, utilizó lanzagranadas norcoreanos. Después del ataque, grupos chinos y rusos llenaron las redes sociales con mensajes antisemitas a favor de Hamas. Una de las principales razones por las que Hamas atacó el 7 de octubre fue interrumpir el progreso hacia un acuerdo diplomático entre Israel y Arabia Saudita, dos aliados de EE.UU., que podría haber aumentado la estabilidad regional. En cambio, la guerra ha causado tensiones diplomáticas dentro de la alianza liderada por EE. UU.. Más recientemente, Biden ha autorizado el uso de misiles de mediano alcance para que Ucrania se defienda ante Rusia. Eso ha tenido una respuesta inmediata de la dictadura rusa, con amenazas de ataques nucleares, y el uso propio de misiles lanzado contra Ucrania. Sin duda, un escalamiento peligroso. Pero lo que Occidente y sus líderes deben entender, es que la lucha contra el eje de las autocracias va más allá de conflictos puntuales. Es la defensa necesaria por la democracia.
Analista Internacional .