Martes, 13 de Mayo de 2025

Las claves para entender la hegemonía de los clubes brasileños

ChileEl Mercurio, Chile 23 de noviembre de 2024

La superioridad abrumadora de los miembros del Brasileirao en los torneos de Conmebol parte de presupuestos gigantes, pero luego se sustenta en una organización interna, rasgos culturales, jugadores y entrenadores foráneos incidentes y un constante debate de ideas estratégicas.

El fútbol brasileño se adueñó del barrio continental a nivel de clubes. Los equipos del Brasileirao siguen dando paliza en los torneos de la Conmebol. Atlético Mineiro y Botafogo disputarán la final de la Copa Libertadores (30 noviembre) y por sexta edición consecutiva la corona será para un representante de Brasil, mientras Cruzeiro dirimirá hoy el título de la Copa Sudamericana ante Racing Club.
"El dominio brasileño de la Libertadores no se da solo por motivos económicos. Hasta 2018, era común ver equipos brasileños muy superiores siendo eliminados en partidos muy bajos ante rivales extranjeros mejor organizados, como Boca en la década del 2000 y después el River Plate de (Marcelo) Gallardo. Lo que cambió en el mundo del fútbol de Brasil fue la mentalidad, sobre todo en los juegos decisivos. Se nota un cambio directo desde 2019, con la llegada del técnico Jorge Jesus (Flamengo) y después Abel Ferreira (Palmeiras). Ahora Botafogo, por ejemplo, es extremadamente fuerte desde lo mental en partidos clave", asegura Leonardo Miranda, analista de desempeño de la CBF Academy.
El salto presupuestario del fútbol brasileño es colosal. Este año fue la liga que más invirtió en fichajes en el orbe después de la Premier League, bordeando los 350 millones de dólares en 301 operaciones. Flamengo y Palmeiras, por ejemplo, destinan por mes casi US$ 5 millones en salarios. El neerlandés Menphis Depay, el chiche de Corinthians, es el jugador mejor remunerado, con US$ 7,2 millones por año.
"El punto de inicio tiene que ver con un tema cultural, el apego del brasileño por el deporte en general y del fútbol en particular, y ese rasgo no tiene que ver con la densidad de población, porque Uruguay tiene 3 millones de habitantes y también para ellos el fútbol es cultural. En Brasil a la gente le gusta el fútbol, lo juega en la playa, en la calle, en clubes de barrio, a nivel amateur. Después, la competencia interna es brutal: son 12 equipos grandes (Flamengo, Fluminense, Vasco, Botafogo, Gremio, Inter, Atlético, Cruzeiro, Sao Paulo, Palmeiras, Corinthians y Santos, este último en la B). Conozco la realidad de Bahía, que el año pasado jugó 67 partidos en el año y ahora llegará a 69, una locura", explica Juan Francisco Contreras, técnico chileno radicado en Brasil.
"El poderío económico es factor preponderante, pero no lo único", coincide Arnaldo Ribeiro, periodista de BandSports. "Influye a favor la organización de la liga, porque en todos los puestos se juega por algo: del 1° al 6° van a la Libertadores, del 7° al 12° a la Sudamericana y los últimos cuatro descienden, eso fortalece mucho. El incremento de la fuerza extranjera es relevante (se permiten nueve foráneos por club y siete en cancha) y hoy son los mejores jugadores del Brasileirao, en especial en dos posiciones clave: el '10' y el '9', y eso genera debate porque hay carencia de locales en esa función. Los centroatacantes más referenciales vienen de fuera: (Pablo) Vegetti en Vasco, (Jonathan) Calleri en Sao Paulo, (Germán) Cano en Fluminense, Enner Valencia en Inter, el 'Flaco' López en Palmeiras, y con el 'enganche' pasa lo mismo: (Rodrigo) Garro, (Thiago) Almada, (Giorgian) De Arrascaeta".
"Para jugar en el torneo de Primera en Brasil debes estar a full , porque la base de la pirámide es enorme, aquí el futbolista invierte para no dar ventaja: diría que casi todos tienen PF personal, fisioterapeuta, psicólogo, además de todo el soporte que entrega cada club. Mucho futbolista brasileño va a Europa y vuelve con otra mentalidad, antes regresaba a los 35 años, ahora vuelve antes de los 30 y eso también tiene que ver con el poder económico", enseña Contreras.
Sebastián Pinto, exariete que militó en Santos y que hoy vive en Brasil, apuntala la semilla. "Aquí se trabaja muy bien el fútbol base o de inferiores, tienen una estructura sólida ahí, preparan al chico muy bien mentalmente. Todos los equipos lanzan tres o cuatro promesas por año, los venden jóvenes, y con esos recursos traen jugadores conocidos, famosos, con pases estratosféricos, que se pagan con patrocinios. La TV paga mucho aquí, también los derechos de imagen. Influye la genética, el biotipo, ves chicos trabajados, los niños de 13 años parecen adultos físicamente, algunos tienen contrato, viven como profesionales, de 10 llegan tres y con eso les alcanza, es cultural".
La diversidad de ideas técnicas es amplia. Empezaron el torneo nueve entrenadores foráneos y hoy quedan siete (cinco argentinos y dos portugueses). Los lusos Artur Jorge y Abel Ferreira lideran el certamen 2024 al frente de Botafogo y Palmeiras, respectivamente.
Contreras completa: "La capacidad de los técnicos que llegaron es notoria desde la globalización, llegaron extranjeros, ninguno hablando portugués fluido, demostrando que el idioma no es limitante para desarrollar una ida. Ferreira ha dejado gran escuela, después hay formas de jugar muy diversas: Botafogo es más europeizado, pero con mucha calidad individual. Diniz es un fútbol más funcional, donde los futbolistas se asocian, se juntan alrededor de la pelota, se desordenan, es un fútbol calle, asociativo; después está (Juan Pablo) Vojvoda, un entrenador increíble, que en Fortaleza armó un equipo ultra competitivo, un 4-4-2 que espera en tres cuartos, cierran espacios y ataca rápido. Corinthians con Ramón Díaz hace planes de partido de acuerdo al rival y es efectivo".
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