La fortaleza del Frente Amplio le ganó a la popularidad de Lacalle Pou; la aprobación del gobierno no fue suficiente para Delgado, que no logró seducir al electorado.
Yamandú Orsi sacó una ventaja contundente de aproximadamente 90.000 votos en el balotaje frente a Álvaro Delgado y llevará al Frente Amplioal gobierno tras cinco años en la oposición. Desde el plano explicativo, es difícil ponderar cuánto del resultado se explica por virtudes del Frente (en sus propuestas y en su oferta de campaña) y cuánto se explica por deméritos del oficialismo (en su gestión y en su oferta de campaña).
Pese a los altos índices de aprobación de la gestión del presidente Luis Lacalle Pou, y un difuso clamor de cambio por parte de la opinión pública, Uruguay se terminó sumando con sus propias razones distintivas a la larga lista de países en los que los oficialismos salieron derrotados en este 2024 con récord de personas eligiendo gobiernos a nivel mundial.
La fortaleza del Frente Amplio le ganó a la popularidad de Lacalle Pou, quien, impedido de postularse a la reelección, no logró que su capital político derramara hacia Delgado, al final del día incapaz de seducir a la mayoría del electorado. Orsi, quien fue ridiculizado por algunos en el oficialismo, terminó conectando mejor con el alma del uruguayo promedio, o convenciendo de que era la "menos mala" de las opciones.
Con un escaso margen para fallar, el oficialismo dejó algunos flancos abiertos que fueron bien aprovechados por una oposición a la que los votantes no le pidieron tantas explicaciones y que convenció como alternativa.