El futuro mandatario se reunió con Lula Da Silva, y el balance fue positivo; el frenteamplista destacó avances en "temas comunes" y se mostró optimista respecto a las negociaciones entre Mercosur y UE.
El sistema político estuvo expectante esta semana con los primeros movimientos que haría el presidente electo del Frente Amplio, Yamandú Orsi, luego de imponerse en las urnas el domingo pasado al vencer por cuatro puntos porcentuales al candidato del actual oficialismo, Álvaro Delgado.
Decidió instalar la sede de su "comando de transición" en el hotel Hampton by Hilton, en la Avenida de las Américas, en donde recibió a distintas delegaciones y actores políticos, como la del embajador chino Huang Yazhong, y al senador Pedro Bordaberry, sobre quien aclaró que lo recibió como representante de "un sector" del Partido Colorado pero no en nombre de esta colectividad.
Reunión entre Yamandú Orsi y Lula da Silva en Brasil Pero el principal evento de su inicial agenda como mandatario electo, luego de la reunión que mantuvo este miércoles con el presidente Luis Lacalle Pou en la Torre Ejecutiva -en donde se dio comienzo al proceso de transición entre la administración saliente y la entrante-, era la visita que concretó ayer viernes al mandatario brasileño Luiz Inácio Lula Da Silva.
Porque Brasil, tal como lo dejó en claro Orsi y su asesor en materia internacional, Álvaro Padrón, será una prioridad en política exterior de su futuro gobierno, como lo fue para esta gestión las relaciones con China, y un fuerte intento de acercamiento al gigante asiático en procura de firmar un Tratado de Libre Comercio que para el próximo jefe de Estado es algo lejano y sobre lo que no se insistirá.
El encuentro en el palacio de Planalto (Brasilia), que fue coordinado en la llamada que Orsi recibió el lunes de Lula en la que lo felicitó por el resultado electoral, tuvo lugar al mediodía. Fue una instancia que, como resumió Orsi luego en rueda de prensa, versó fundamentalmente sobre las negociaciones que están en curso entre el Mercosur y la Unión Europea y que puede tener algún avance en estos días, muy probablemente durante la cumbre de presidentes del bloque sudamericano que se realizará en Montevideo el próximo jueves y viernes.
Pero lo que más destacó el frenteamplista al llegar al aeropuerto de Carrasco en la noche de ayer fueron los temas vinculados a la agenda bilateral, una preocupación que le había transmitido Lacalle Pou en el encuentro del miércoles, y que fueron abordados en el encuentro con Lula.
"Pudimos traernos el mensaje del presidente brasileño de que va a seguir apoyando y colaborando con Uruguay en las cosas que son comunes y que se comprometió", dijo Orsi a los medios.
"El propio presidente Lacalle -afirmó en este sentido- me había planteado algunos temas que estaban en agenda". Y, según dijo, hay avances en dos asuntos primordiales. "Por ejemplo, el puente allá en Yaguarón (que ya) está adjudicado y la canalización o el dragado de San Gonzalo", que unirá las lagunas Merín y de Los Patos.
Asimismo, Orsi se refirió a que, durante su gestión, ambos países retomarán una plataforma de diálogo que hubo hace un tiempo, y que, según dijo, se intentó recuperar durante la actual gestión de gobierno sin éxito.
"La idea es reconstruir o reactivar un grupo de alto nivel que el anterior gobierno de Brasil lo había pinchado -precisó Orsi-. El gobierno uruguayo, incluso el actual gobierno, siempre estuvo interesado en generar ese espacio. El compromiso de Brasil es de reinstalarlo. (Se trata de) un espacio pequeño de resolución de temas y de agilizar cosas que están en carpeta, pero que de repente se demoran".
El próximo presidente también hizo referencia a la discusión que Lacalle Pou intentó llevar adelante dentro del Mercosur sobre la posibilidad de que Uruguay pueda negociar con terceros países sin contar con el aval de los socios. Al respecto, Orsi dijo: "Siempre se ha hablado del exceso de rigidez del Mercosur. Creo algo de eso hay. Es muy importante contener a los cuatro países delMercosur porque la región está complicada y el mundo es muy incierto. La capacidad de los años y experiencia de la diplomacia brasileña y las señales que ha dado Lula es que vayamos a la velocidad que debamos ir y cada uno por la suya", acotó.
En su cuenta de X, Orsi agradeció esta instancia al mandatario brasileño, quien lo recibió junto con su vicepresidente y cuatro ministros de Brasil. "Es un honor haber visitado al presidente Lula. Grato intercambio sobre la agenda global y de la región que impactan directamente en el trabajo y la producción. Brasil y su economía son muy importantes para el desarrollo de nuestro país. Gracias por recibirme".
Desde su comando indicaron que "conversaron sobre el mundo, la región, alianza global contra el hambre y la pobreza", además de los desafíos del Mercosur y la convicción de que Uruguay es muy importante para Brasil".
Al presidente electo lo acompañaron el futuro secretario de Presidencia, Alejandro Sánchez, el futuro ministro de Economía, Gabriel Oddone, y Padrón.
Polémica con Oddone
En rueda de prensa Orsi también fue consultado respecto a las declaraciones del futuro ministro de Economía, Gabriel Oddone, con respecto a la edad de retiro.
El economista había dicho que en principio no está en los planes cambiar en la ley la edad mínima jubilatoria que definió este gobierno con su reforma previsional, como se había prometido en campaña. "La edad de retiro se mantiene en 65 (años), pero con la posibilidad de que los retiros anticipados, que es un mecanismo que hoy existe, se puedan generalizar y manejar de otra manera. No va a ser para todo el mundo, pero sí caso a caso", fue lo que dijo Oddone en entrevista con Nominal, pódcast de la Universidad Católica del Uruguay conducido por su colega Javier De Haedo.
"No hablé de eso con él -respondió Orsi en el aeropuerto-. Mi posición es que en mi gobierno la libertad va a existir de lo que piense cada uno. Soy el presidente -remarcó-. Hay una línea programa y sobre eso caminaremos. Fruto de un análisis bien amplio, donde se va a considerar a todos los actores" Y agregó: "En el programa establecimos que 60 años es lo deseable. Queremos ampliar y que sea lo normal los 60 e incentivar a que la gente pueda trabajar más tiempo si quiere o si puede. Lo sigo diciendo, el diálogo social definirá la mejor forma".