Por Alberto GoachetCo-Ceo Fahrenheit DDB
Las campañas políticas siempre me han obsesionado
Por Alberto GoachetCo-Ceo Fahrenheit DDB
Las campañas políticas siempre me han obsesionado. Mucho foco. Rapidez en reacciones al entorno del momento. Y en muy poco tiempo lograr conquistar la elección de la mayor cantidad de votantes.
En las elecciones en EEUU se vieron los aciertos del candidato ganador (por primera vez ganando el voto popular) y los errores de su oponente. Desde el punto de vista estratégico, quería dejar algunos aprendizajes.
1. Foco en los dolores transversales
?Es la economía, estúpido?. Frase central de campaña con la que ganó Clinton en 1992. Apelaba a lo que más le dolía a la mayoría de estadounidenses. Este mismo dolor volvió a causa de la inflación y para Trump fue uno de los ejes principales junto con el problema de la inmigración.
Contrario a esto, la campaña demócrata tuvo como uno de sus focos reinstaurar la ley del aborto a nivel nacional. Muy importante, pero no necesariamente para todos. Menos aún, cuando una religión como la evangélica es de las de mayor crecimiento en ese país.
2. Concepto de campaña memorable y emocional?Make America Great Again? (Hagamos América Grande Otra Vez), es una arenga que toca fibra en un país nacionalista, y con una crítica tácita al gobierno actual. No recuerdo el de Kamala. Algo parecido pasó localmente en las elecciones del 2021. El lema de Pedro Castillo lo recuerdo hasta hoy: ?No más pobres en un país rico?. No recuerdo el de Keiko Fujimori.
3. Los ?celebrities? no siempre funcionanEl desfile en los eventos demócratas de gente famosa y popular fue masivo. Cuando Taylor Swift (283 millones de seguidores en Instagram) anunció su apoyo a Kamala Harris, para muchos la elección ya estaba inclinada hacia el lado demócrata. Los resultados demostraron lo contrario.
Creo que al final estos perfiles son un ?comodity? que te puden dar visibilidad y atención, pero no construyen sobre tu propuesta de valor estratégico, a menos que tu invitado sea un famoso y popular personaje como Elon Musk que en el caso de Trump aportó a su estrategia.
4. Crea una narrativa coherente y consistente con tu ADN
Trump enfrentó críticas, juicios y escándalos, pero su narrativa fue siempre coherente: él era el ?outsider? luchando contra un sistema corrupto. En lugar de evadir los problemas, los abrazó y los convirtió en fortalezas. Esto es un recordatorio de que no se trata de evitar los tropiezos, sino de cómo los enfrentas con una narrativa orgánica y potente.
Trump ganó por sus ideas y estrategia, así como por su habilidad para hacer que la gente se sintiera escuchada. En un mundo lleno de ruidos, logró destacar con mensajes simples pero contundentes que resonaban con los temores y esperanzas de los electores. Tanto para la política como para las marcas, la pregunta central siempre debe ser: ¿estamos persuadiendo o simplemente hablando?
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