Dependencia y rezago escolar siguen impulsando la pobreza
La semana pasada se conoció que la desigualdad en Colombia está en los mismos niveles que durante el principio de siglo y ahora, una nueva radiografía del estado de la pobreza en en el contexto local y en América Latina, puso en evidencia que dos flagelos de vieja data, siguen impulsando esta problemática: la falta de autonomía económica y de educación
La semana pasada se conoció que la desigualdad en Colombia está en los mismos niveles que durante el principio de siglo y ahora, una nueva radiografía del estado de la pobreza en en el contexto local y en América Latina, puso en evidencia que dos flagelos de vieja data, siguen impulsando esta problemática: la falta de autonomía económica y de educación. Así se evidencia en un estudio del BBVA Research, titulado ‘Situación de la Pobreza monetaria y multidimensional en Latam’, donde se advierte que todavía hay obstáculos para superar estas dos problemáticas en la región y que si bien los ingresos de la gente han mejorado en los últimos años, esto no se traduce necesariamente en una mejor calidad de vida para las familias en general. El análisis, realizado por Vanessa Belapatiño, David Cervantes, Mario Iparraguirre, Juan José Li Ng y María Claudia Llanes, investigadores del banco, aborda los efectos y revisión del estado de la pobreza en esta parte del mundo desde la óptica monetaria y multidimensional, alegando que permite entender mejor el fenómeno social. En una primera visión, enfocándose únicamente en los ingresos, resaltan que la pobreza monetaria es un indicador univariable (solo toma en cuenta un dato) en el que aparece México con el 44%, Argentina con el 42%, Colombia con el 33% y Perú registra la cifra más baja con apenas un 29% (en 2023). "Se encuentra que la pobreza monetaria es mayor en el ámbito rural, entre la población de 0 a 14 años, en los bajos niveles de escolaridad, entre las personas ocupadas no asalariadas y en el sector informal. La pobreza monetaria es el porcentaje de la población que reside en hogares con un ingreso o gasto per cápita por debajo de un umbral", destacaron. También se dieron a la tarea de revisar el ingreso per cápita de los hogares por deciles y encontraron que más del 60% del ingreso se concentra en el 30% más rico de la población y cerca del 10% en el 30% más pobre, dejando claro que la desigualdad es otro de los frentes que también afecta a la región. Para el caso de Colombia, resaltan que tiene el coeficiente de Gini más alto de los cuatro países que se revisaron, con 0,56; superando así a países como Argentina (0,44); Perú (0,41) y México (0,40). Al aplicar la discriminación por deciles, se observa que el mercado local es de las que tiene una mayor concentración de riqueza entre unos pocos. Al igual que en otros estudios, los investigadores del BBVA Research sostienen que a mayor nivel educativo, menor es la incidencia de la pobreza monetaria. Así mismo, la tenencia de empleo incide en un menor impacto de este indicador, que se reduce si dicho trabajo cuenta con todos los beneficios de ley; aunque las mujeres son las más afectadas. Otro de los puntos de vista que ofrece el análisis es el de la pobreza multidimensional, que se enfoca más en las carencias dentro de un hogar y la falta de acceso a servicios básicos en la sociedad y hace seguimiento de las carencias no monetarias que afectan el bienestar de las personas. "La pobreza se entiende como las carencias o privaciones de capacidades que impiden a una persona alcanzar sus objetivos y metas que tiene razón de valorar. (Amartya Sen). El IPM toma en cuenta tanto la proporción (incidencia) de la población que se considera pobre multidimensional como la intensidad de sus carencias", explicaron. Al aplicar este modelo, la situación de Colombia cambia frente a los países con los que fue comparado, ya que no está en el primer lugar, que ocupa México con un puntaje de 0,20 en una escala entre 0 y 1, seguido por Perú (0,14) y Colombia y Argentina con 0,13 cada uno. En ese punto hay que decir que en el país, tanto la incidencia como la intensidad de estas carencias es la misma. Ahora bien, respecto a los indicadores que más fuerte inciden en la pobreza multidimensional, el análisis del BBVA Research sostiene que a nivel general, la cobertura de salud es la que más se siente. Sin embargo, para el caso de Colombia esto cambia y se centra más en la dependencia económica, con una contribución del 28% y el rezago educativo, con un 38%. Con esto, según los expertos, se interpretan dos cosas. En primer lugar, aunque en Colombia los ingresos promedio por habitante son menores que en Perú, México y Argentina; la cobertura y acceso a servicios es mejor, aunque sigue teniendo un alto impacto en las dinámicas que rodean este indicador.