Bukele apuesta por la minería
Tras acabar con la violencia de las pandillas, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, asumió un nuevo reto rodeado de polémica: reintroducir la minería, prohibida desde 2017, para transformar una economía de lento crecimiento
Tras acabar con la violencia de las pandillas, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, asumió un nuevo reto rodeado de polémica: reintroducir la minería, prohibida desde 2017, para transformar una economía de lento crecimiento. El mandatario afirmó que es "absurdo" que la minería esté prohibida en el país que posee los yacimientos de oro "con mayor densidad por km2 en el mundo", por lo que pedirá al Congreso, controlado por su partido, que derogue esa ley. "Estudios realizados en solo el 4% del área potencial identificaron 50 millones de onzas de oro, valoradas hoy en 131.565 millones de dólares. Esto equivale al 380% del PIB", publicó Bukele en la red X, sin revelar la autoría de esas indagaciones. "Si hacemos una explotación responsable de nuestros recursos naturales podemos cambiar la economía de El Salvador de la noche a la mañana", declaró días después. NEGATIVA AMBIENTALISTA Los anuncios de Bukele encendieron las alarmas de los ambientalistas. "Una cosa es poner una mina en el desierto de Atacama (Chile) y otra es abrir una mina a cielo abierto en Chalatenango (norte de El Salvador], donde tenemos una alta densidad de población, donde están las pocas reservas forestales" del país, dijo el activista Pedro Cabezas. Antonio Pacheco, dirigente de ADES, aseguró que explotar minas en la cuenca del río Lempa, que abastece de agua a la capital, "implica un tremendo riesgo". El economista salvadoreño, Carlos Acevedo, expresidente del Banco Central de Reserva, sostuvo que el principal reto es "cómo sacar de manera social y ambientalmente responsable el oro de las minas".