Un día de competencias junto a Óscar Ulloa, el jinete récord del turf chileno
"El Mercurio" acompañó en su rutina al reconocido jockey durante una jornada de carreras en el Club Hípico, donde enseñó su oficio y revivió la inigualable bitácora de éxitos de uno de los mejores jinetes locales de todos los tiempos. Cerró un año histórico, nunca visto: ganó por cuarta vez consecutiva El Ensayo, festejó su tercer triunfo en línea en el Saint Leger además de la doble victoria seguida en el Derby. Un registro único, muy difícil de repetir y superar.
Lunes 16 de diciembre, día de carreras en el Club Hípico. El reloj marca las dos de la tarde y Óscar Ulloa llega al recinto de Blanco Encalada. Viene del Hipódromo Chile: "Tuve unos delantales, algo suave... Ahora corro en la 6ª, en una hora, estamos bien", dice bien rápido.
Hace calor, el sol golpea con fuerza, pero el jockey aparece con chaqueta y jeans. La explicación es que necesita transpirar. "Tengo que bajar peso, no soy tan alto y no flaco. Hoy solo he comido pan con palta, huevos y café. Y agua. Juego con el agua, he tomado un litro más o menos. Ya no como nada más hasta la noche", cuenta, mientras camina rumbo a la sala de jinetes, un sitio sagrado para los jockistas.
Casi impenetrable.
-"Adelante, pase", invita.
El salón es grande. Diez televisores de 21 pulgadas y unos 50 casilleros consumen la escenografía. Ulloa abre el suyo -es de los pocos que no tiene número- y de un simple vistazo se observan seis cajones. Hay antiparras y botas. Muchas botas. Son casi una pluma: pesan 100 gramos con suerte.
Ropa de civil afuera, ropa de jinete adentro. Pantalón blanco. Una polera, dos, un chaleco para sumar peso ("en esta carrera debo correr con 60 kilos", comenta) y la casaquilla del Stud Haras don Alberto: naranja con mangas verdes. "Es buen caballo éste", dice a propósito de "Facundo H", el ejemplar que está próximo a montar. Se trata de un finasangre tordillo que llama la atención de curiosos y apostadores.
Varios trámites antes de salir a la pista del centenario recinto de avenida Blanco Encalada: una rápida revisión médica obligatoria ratificando que está todo en orden, la confirmación del peso y casi al final del ritual camina hasta la troya para recibir las últimas instrucciones. "No es solo eso, también hablamos de la vida, tiramos la talla, es algo relajado", asegura Ulloa.
"Facundo H" es el favorito. Paga $1,70 lo apostado.
Pero la suerte no está con el jinete que ha ganado los últimos grandes clásicos sobre el césped: remata 3º y, para peor, cruzando la meta el animal de 558 kilos se fracturó la mano derecha. "Tuvimos una mala pisada. Difícil que vuelva a correr", fue el lapidario pronóstico que enseñó el eximio jinete.
Ulloa reacciona con una mueca, mezcla de dolor, rabia e impotencia.
Su palmarés dice que ha ganado El Ensayo cuatro veces en forma consecutiva, registro único en la historia de la hípica chilena, los últimos tres Saint Leger y los últimos dos Derby. Eso, además de dos Triple Corona local en lisa.
"Cada clásico es significativo, cada carrera es importante. Pero si tuviera que elegir los premios más importantes, me quedo con El Ensayo que gané por primera vez con "Y Nada Más" en 2021, porque era una victoria que anhelaba con fuerza. Fue un sueño hecho realidad. Todavía recuerdo lo que pasó ese día: no quise meterme en tropiezos y la yegua hizo lo suyo. También menciono El Derby con "Fortino" en 2023, porque fue la primera vez que gané ese clásico tan tradicional. Y por última vez la Triple Corona con "Kay Army" en 2024. También fue una bonita satisfacción, porque nadie la había ganado en más de 30 años".
Habla con orgullo y felicidad, Ulloa. Pero no se queda en los laureles, pues sigue con la obligación de cumplir el plan de trabajo. "Tengo que bajar un kilo más. Podría irme al sauna o correr en la trotadora, pero prefiero hacerlo en la misma pista, al aire libre. Un par de kilómetros", asegura mientras se pone un buzo térmico de color gris. Parece más astronauta que jinete. "Es lo que nos gusta y hay que hacer sacrificios. Voy a trotar una hora, hora y media. Comer poco, correr harto... Amigo, si tiene hambre ahí está el casino para jinetes", sugiere.
El menú del día es porotos con mazamorra y ensalada. También hay carne con puré. No son muchos los que se dan el tiempo de almorzar, tampoco es apropiado correr con el estómago lleno.
Y, se sabe, Ulloa prefiere correr.
Vuelve una hora después. Ya estás listo para el siguiente desafío, en la 9ª carrera sobre el sillín de "Rey Pelayo". A diferencia del capítulo anterior, no es favorito. Paga sobre los seis pesos. "¿Nervios? Generalmente antes de entrar al partido, luego sube la adrenalina y se olvida todo", reflexiona.
Terminan los 1.600 metros y Ulloa pasa el disco en el segundo lugar.Sin embargo, la repetición acusa que en la recta de los gritos, a unos 250 metros de la meta, el ganador, "Ivan Deatres", interrumpió la atropellada de "Rey Pelayo". El público se manifiesta a través de una sonora silbatina.
El protocolo ordena que el jinete ganador debe ratificar el peso de inmediato. Y esta vez son dos: Bernardo León, montando al triunfador y Óscar Ulloa, quien se siente el justo vencedor. La Junta de Comisarios le da la razón: 1º es "Rey Pelayo" e "Ivan Deatres" fue distanciado a la 4ª ubicación. "Me topó fuerte, por suerte el caballito resistió", comenta Ulloa mientras se toma las fotografías que lo acreditan como el triunfador y que entrarán a su incomparable galería de trofeos.
El protagonista de la historia cierra la jornada es un 5º puesto sobe el lomo de "Karev".
-¿Cuál es la motivación para seguir corriendo considerando todo lo que ha ganado?
"Es una pasión, porque competir es lo que me gusta. Con el tiempo uno lo va tomando como un trabajo. Es nuestro sustento para vivir, para mantener a la familia, que en mi caso es mi señora y tres hijos. Ellos son el motor para seguir corriendo y tratar de seguir ganando".
Se fue el sol. Y se fue Ulloa.
Al día siguiente repetirá la rutina: levantarse al alba, comer poco, galopar y correr, sobre todo correr...
Así vive, gana y sueña el, para muchos, mejor jinete de la historia hípica chilena.
'' Cada clásico es significativo. Pero si tuviera que elegir el premio más importante, me quedo con El Ensayo que gané por primera vez con 'Y Nada Más', en 2021".
'' "¿Nervios antes de una carrera? Generalmente antes de entrar, luego sube la adrenalina y se olvida todo".