Canal de Panamá, un riesgo para el comercio global
El Canal de Panamá es fundamental para las exportaciones colombianas de productos como carbón, café y flores
El Canal de Panamá es fundamental para las exportaciones colombianas de productos como carbón, café y flores. Las restricciones en el Canal representan una oportunidad para los puertos de Buenaventura y Cartagena que podrían captar mayor tráfico marítimo desviado. Sin embargo, esto debe manejarse cuidadosamente para evitar problemas de congestión y eficiencia en los puertos. Martín Ibarra, presidente de la consultora Araujo Ibarra, sugirió explorar la viabilidad de un canal seco en Colombia, un corredor de 270 km que conecte los dos océanos. Según él, "de los 200 millones de toneladas que mueve el Canal de Panamá, solo 60 millones son contenedores. El resto incluye gas, granos y fertilizantes.
El presidente electo de EE. UU., Donald Trump, lanzó una "amenaza" hacia Panamá al afirmar, a través de sus redes sociales, que exigiría a su país retomar el control estratégico del Canal de Panamá, uno de los pasos comerciales más importantes del mundo. Esta declaración generó una ola de reacciones internacionales, incluyendo pronunciamientos de Colombia, China, Venezuela y México, que subrayaron que la soberanía del Canal pertenece exclusivamente a los panameños. En un comunicado oficial, José Raúl Mulino, presidente de Panamá, recordó que los tratados Torrijos-Carter de 1977 acordaron la disolución de la ex Zona del Canal, reconociendo la soberanía de Panamá y garantizando la transferencia completa del Canal al país, culminada el 31 de diciembre de 1999. Entre los argumentos de Trump para justificar su postura se encuentra el costo elevado de las tarifas impuestas a los buques estadounidenses que transitan por el Canal. Sin embargo, Mulino aclaró que "las tarifas no son un capricho. Se establecen de manera pública y en audiencia abierta, considerando las condiciones del mercado, la competencia internacional, los costos operativos y las necesidades de mantenimiento y modernización de la vía interoceánica". Diversos expertos en comercio exterior consideran que la amenaza de Trump es más "retórica" que factible, dado que los tratados internacionales son difíciles de revertir sin provocar una crisis global. Guillermo José González, presidente de la Junta Directiva de la Federación Colombiana de Agentes Logísticos en Comercio Internacional (Fitac), advirtió que cualquier intervención militar o política violaría el derecho internacional y los principios de soberanía panameña. "Esto sería condenable por organismos como la ONU y la OEA", afirmó. Aunque calificó la amenaza como "improbable de materializarse", reconoció que revela tensiones geopolíticas en torno al comercio global. Por su parte, Martín Ibarra, presidente de la consultora Araujo Ibarra, también aseguró que es baja la posibilidad de que Trump cumpla con su advertencia, señalando que su "queja" está enfocada en buscar tarifas más competitivas para las mercancías de EE. UU. "Así como es poco probable que se ejecute la amenaza sobre el Canal, tampoco es factible imponer aranceles a los productos de México y Canadá, con quienes Trump está negociando temas relacionados con las drogas y la inmigración", comentó. Los desafíos del
Canal de Panamá El Canal de Panamá es un punto estratégico crucial para el comercio mundial, pero enfrenta importantes retos, no solo operativos sino también climáticos. Durante el año fiscal 2023-2024, los tránsitos por el Canal descendieron un 20%, pasando de 14.080 el año pasado a 11.240 en este actual. La tendencia bajista, también se evidenció en la carga transportada que pasó de 285,7 millones de toneladas largas en 2023 a 210,3 millones en 2024. Guillermo González destacó que uno de los principales problemas es la sequía prolongada vinculada al cambio climático, que ha reducido los niveles de los lagos Gatún y Alhajuela, esenciales para el funcionamiento del Canal. "Esto ha obligado a imponer restricciones de calado, limitando la cantidad de carga que pueden transportar los buques", señaló. En el largo plazo, se prevé un aumento en la frecuencia e intensidad de las sequías no solo en Panamá, sino en la región, lo que podría comprometer la sostenibilidad operativa del Canal y generar pérdidas económicas para ese país y las empresas que dependen de este paso estratégico. Además, las restricciones han incrementado los costos operativos, generando retrasos y afectando especialmente a bienes perecederos y productos básicos. Esto ha llevado a algunos operadores a considerar rutas alternativas, como el Canal de Suez o el Cabo de Hornos, aumentando costos y tiempos de transporte. "La inestabilidad genera incertidumbre para el comercio global, especialmente para bienes que dependen de una logística rápida y confiable", opinó González.