La inflación cerró en 5,49% en 2024 y analistas consultados por El País afirman que será un desafío controlar este indicador en 2025, debido a presiones económicas externas y factores internos.
La inflación cerró por segundo año consecutivo dentro de la meta oficial, algo que hasta ahora solo se había dado una vez (en 2009 y 2010) desde que Uruguay comenzó a utilizar el régimen de metas de inflación en 2003. Pero en aquella ocasión, la meta era más amplia (entre 3% y 7%) y no estuvo tanto tiempo dentro de ella (ahora lleva 19 meses consecutivos).
¿Qué pasó con los precios en 2024?
En diciembre pasado, "las principales incidencias -expresadas en puntos porcentuales sobre la variación mensual del índice general- provienen fundamentalmente de las divisiones Alimentos y bebidas no alcohólicas (0,09), Vivienda (-0,19), Transporte (0,09), Recreación, deporte y cultura (0,17), y, Restaurantes y servicios de alojamiento (0,09)", indicó el INE.
Una particularidad de este diciembre es que el alza del IPC de 0,34% terminó con una racha de 12 años consecutivos con deflación (baja de precios) en el último mes del año. Eso se dio, entre otras cosas porque UTE implementó en forma tardía el plan UTE Premia.
Por ello, el mayor efecto (en la baja de tarifas por un mes) no se verá, ya que en gran parte de los hogares se dará en enero, mes que también ajustan al alza las tarifas del ente.
¿Qué divisiones tuvieron los mayores aumentos de precio y cuáles bajaron en el año?
La división con el mayor aumento de precios en 2024 fue la de Servicios de educación con un incremento de 8,01%. Le siguió la división Seguros y Servicios financieros con un alza de 7,58% y completó el podio la división Restaurantes y Servicios de alojamiento con una suba de 7,34%.
Del otro lado, hubo una división que bajó sus precios en 2024: Ropa y Calzado con una caída de 3,48%. Entre las que menos aumentaron sus precios están Bebidas alcohólicas, Tabacos y Narcóticos con 4,06% y Mobiliario, Enseres domésticos y Demás artículos regulares de los hogares con 4,54% de suba.
¿Qué puede pasar con los precios en 2025?
Sofía Harguindeguy, gerente de Consultoría Económica de Grant Thornton, dijo a El País que "el hecho de que la inflación se haya mantenido dentro de la meta por tanto tiempo, es un gran logro que ha repercutido favorablemente en la credibilidad" del Banco Central (BCU).
No obstante, notó que, si bien hoy está dentro de la meta, para los próximos 24 meses la proyección de la inflación del BCU está en 4,5%, mientras que las expectativas del mercado están 5,89%, por lo que están desalineadas. De ahí que el Central decidiera el 23 de diciembre, en un intento de alineación, elevar 25 puntos básicos la tasa de interés. "Para 2025 habrá presiones inflacionarias adicionales por el precio del dólar a nivel internacional", afirmó.
"En un escenario en el que el dólar esté a $ 45 a fines de 2025, la inflación se ubicaría en el tope máximo de la meta, cerca del 6 %", proyectó.
Para Grant Thornton, la inflación en 2025 será de 5,9%, un poco por encima de las expectativas de los agentes del mercado.
El economista José Antonio Licandro dijo a El País que la inflación ha estado por encima del centro de la meta del gobierno (que es 4,5%). "Están en el tope máximo del rango de tolerancia" dijo y "las expectativas están algo por arriba de eso. Esto no es para estar tranquilos".
A su entender, el BCU bajó la tasa de interés muy rápidamente en 2023, por lo que tuvo que volver a subirla hacia fines de 2024. "Y la va a tener que volver a subir, porque la política monetaria no fue lo suficientemente contractiva en 2024", proyectó, al tiempo que aventuró que "tendrán que subir la tasa a 9%" (actualmente está en 8,75%).
Licandro recordó las palabras del próximo ministro de Economía y Finanzas, Gabriel Oddone, quien manifestó: "Sería bueno seguir bajando la inflación, pero no a costa de la competitividad", que es lo que los agentes exportadores le han reclamado al gobierno actual, señalándolo de arrastrar un "atraso cambiario".
En tal sentido, Licandro ve que el 2025 se presentará como un año desafiante, en el que el gobierno entrante deberá demostrar si realmente se ocupará de la inflación como prioridad, o de otros factores. "Hay gente que se preocupa más por el dólar que por la inflación, y también dentro del gobierno entrante", agregó.
"Este año la inflación se puede ir aún más arriba del centro de la meta de 4,5%, por razones exógenas como el precio internacional del petróleo y también las expectativas de los agentes, que son quienes forman los precios. Ya hoy esas expectativas están bastante lejos del 4,5", apuntó.
"Además, el centro de la meta de la inflación no debería ser 4,5% sino un punto menos, 3,5%", agregó el economista al comparar las metas sobre este indicador en Uruguay con algunos otros países de la región.
Para Licandro, existe cierta desconfianza sobre el nuevo gobierno, del cual agentes del mercado esperan que siga la política económica del actual, pero "perfeccionándola". "Hay que estar atentos a ésto, porque a los mercados les gusta ver hechos. El ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca (designado, Alfredo Fratti), por ejemplo, es partidario a devaluar, no hay unanimidades en el próximo gobierno; tampoco las hay en el actual", dijo Licandro, quien destacó que el BCU debería ser "independiente".
Harguindeguy señaló que ve con buenos ojos la designación de Guillermo Tolosa como presidente del BCU, "por la importancia que le da a la inflación y al uso de las tasas de interés como instrumento de política monetaria".
Transables y negociaciones salariales
El economista de CPA Ferrere, Nazareno Sánchez dijo a El País que "el dato de inflación de diciembre de 2024 estuvo en línea con nuestras proyecciones, aunque nuevamente incidido por un aumento mayor al esperado en el componente transable (productos y servicios que se comercian con el exterior)".
"Este incremento se explica principalmente por la acelerada depreciación del peso uruguayo, debido al fortalecimiento global del dólar, un fenómeno que comenzó entre finales de septiembre y principios de noviembre pasado, y continuó durante diciembre", añadió.
"En sentido contrario, el programa UTE Premia impactó a la baja en el componente de Vivienda, un efecto que se extenderá al de enero de 2025", explicó.
De cara a 2025, Sánchez proyecta que la inflación se mantenga cerca del techo de la meta (es decir del 6%) durante el primer semestre, aunque podría salirse. "Las presiones del sector transable, que contribuyeron a la moderación de precios en 2023 y parte de 2024, podrían seguir impulsando al alza el nivel general de precios, aumentando así el riesgo de que la inflación salga del rango meta en algún mes", señaló.
A su entender y coincidiendo con otros analistas entrevistados el mantenimiento de la inflación dentro del rango en 2025 dependerá del ajuste de la política monetaria del BCU frente a presiones inflacionarias y shocks externos, que no serán pocos.
"En un contexto internacional incierto como el de 2025, será clave que el BCU mantenga un firme compromiso con sus objetivos inflacionarios, respaldado por una comunicación clara sobre sus metas y estrategias.
Por otro lado, la dinámica inflacionaria del sector no transable estará influenciada por la nueva ronda de Consejos de Salarios prevista para la segunda mitad del año", expresó Sánchez.
En esa línea, destacó que será fundamental que los lineamientos y acuerdos alcanzados en el marco de las negociaciones salariales estén alineados con las metas de inflación del país. Esto para evitar que desalineaciones y sus impactos.