Optimismo estival
De pronto, el fútbol argentino se convirtió en un espacio vital para el desarrollo de nuestros jugadores
De pronto, el fútbol argentino se convirtió en un espacio vital para el desarrollo de nuestros jugadores. La llegada de Carlos Palacios a Boca Juniors y el sorpresivo arribo de Gonzalo Tapia a River Plate son dos buenas noticias para el medio local.
El ex-Colo Colo, en la mira del presidente boquense Juan Román Riquelme hace seis meses, afronta el desafío en un club gigante, que necesita resultados inmediatos después de un año olvidable. Tapia se suma como una apuesta al plantel de Marcelo Gallardo, que intentará retomar el ciclo glorioso que marcó sus primeros ocho años en Núñez.
Palacios requiere elevar su intensidad y continuidad para trascender en un cuadro de escasas luces. Tapia, que como segundo delantero encontró su mejor versión con Tiago Nunes, está obligado a ser más preciso. Dispone de velocidad y potencia, pero el fútbol trasandino es cerrado y no abundan las situaciones de gol.
Distinto es el caso de Luciano Cabral, nacionalizado chileno, de corto paso por el León de México, futuro enganche en el Independiente de Julio Vaccari. El mendocino se formó en Argentinos Juniors y ya vivió el rigor defensivo del fútbol trasandino. La liga azteca es más dinámica que la chilena y viene con la mano de Eduardo Berizzo. Su estilo refleja el paladar histórico de los hinchas del Rojo de Avellaneda. Si no siente el cambio de ritmo, Cabral se une a un club donde los 10 clásicos siempre son bienvenidos, a partir del recuerdo de Ricardo Bochini.
En Argentina el torneo se inicia el fin de semana del 25 y 26 de enero, por lo que, al momento de la reanudación de las eliminatorias (20 de marzo), los jugadores chilenos tendrán dos meses de competencia. Ricardo Gareca lo agradece. Con ritmo, Tapia y Cabral son opciones relevantes en la selección nacional. En el café futbolero coincidíamos que, con Alexis Sánchez y Cabral, Chile es un equipo diferente.
¿Palacios? Él se quiso ir de la Roja y después del empate con Perú y el triunfo sobre Venezuela, Gareca halló una oncena. Sabemos que el seleccionador es pragmático, como se evidenció con Arturo Vidal. Citar a un compañero que abandonó la concentración con seguridad genera ruido.
A propósito del febril mercado argentino, radio La Red informó que los clubes que buscan a Felipe Loyola y Walter Mazzanti, atacante de Huracán, tienen que negociar con Victoriano Cerda y Marcelo Pesce, exdueños de Huachipato. Un hecho prohibido por la FIFA, con sanciones claras. Nos imaginamos que la ANFP o el oficial de cumplimiento de Quilín, Miguel Ángel Valdés, tomarán cartas en el asunto.
¿Cómo es eso de que dos particulares negocian a jugadores que supuestamente tienen una parte de su carta en el club acerero? La nebulosa se instaló en la venta de Huachipato, tal como lo escribió Ciper el 31 de diciembre. Venderse a sí mismos, compradores que no parecieran acreditar los montos para operaciones de esta magnitud, bicicletas dignas del Tour de Francia son las sospechas que emanan del reportaje del medio de investigación digital. Algún regulador debe actuar. ¿No será el momento de que Impuestos Internos fiscalice a fondo el fútbol chileno? En una de esas recaudan más que en la operación retorno de capitales.