Tras el encuentro ante San Lorenzo, el equipo de Martín Lasarte inició la pretemporada con derrota, pero con apuntes importantes para tener en cuenta.
Hay que poner todo en su contexto y eso es evidente. Se trata del primer amistoso de Nacional en la pretemporada, con jugadores que recién están llegando al club, con juveniles y con un recambio al que Martín Lasarte apunta para la campaña 2025.
De todas maneras, ganar siempre es el objetivo y no conseguirlo toca al plantel tricolor que deberá seguir trabajando y que tiene por delante todavía dos amistosos más (uno de ellos clásico ante Peñarol) antes del primer encuentro oficial, precisamente ante los aurinegros pero por la Supercopa Uruguaya.
¿Cuál fue tal vez el pecado tricolor? No poder robarle la pelota a San Lorenzo. Está claro que el equipo de Miguel Ángel Russo hizo mucho para evitar perderla y es que el Ciclón también jugó su partido, pero el hecho de que el equipo argentino dominara el esférico en buena parte del encuentro fue lo que más resintió a los tricolores.
Prueba de ello es que lo mejor de Nacional nació de remates de media distancia y donde en dos de los tres más claros fue protagonista Nicolás López quien una vez más fue de los que más quiso en el ataque.
El Diente sacó un remate potente que terminó en las manos del arquero Altamirano a los 6' y luego a los 27' encaró en velocidad, se sacó un rival de arriba y remató fuerte y alto, pero por encima del horizontal. El restante fue de Nicolás Rodríguez que cruzó la mitad de la cancha y disparó de zurda tras asistencia de Jeremía Recoba, pero el intento fue débil.
Mientras tanto, San Lorenzo tenía los hilos del juego y cuando era profundo complicaba el arco de Luis Mejía.
Cuello tuvo dos, pero no las aprovechó de la mejor manera, aunque el que sí fue efectivo en el cierre de la primera parte fue Ezequiel Herrera sacando ventaja de un rebote y de la soledad dentro del área chica para poner el único gol de la jornada.
En el tricolor hubo estrenos y uno de ellos fue el de Franco Catarozzi que acompañó a Christian Oliva en mitad de cancha mostrando entrega en lo físico, pero fallando en algunos pases.
Lo propio hizo Rómulo Otero que dio pinceladas de lo que puede demostrar y generó una de las grandes ovaciones de la noche con una doble pisada en mitad de cancha y provocó con un par de remates altos.
Por su parte, Julián Millán entró en el complemento, pero entró poco en acción porque el encuentro se desdibujó y en los últimos 15 fue el turno de Diego Romero que mostró su habitual ida y vuelta por izquierda.
El País, Uruguay
14 de enero de 2025
