Emotiva comedia francesa llega al Festival de Cine Wikén
En el tradicional evento veraniego se exhibe hoy la aplaudida cinta "Unidos por la música", de Emmanuel Courcol.
"Hoy en día, hay muchas películas que simplemente son tristes, que te hacen sentir pesimista sobre toda la condición humana. Yo prefiero hacer que los demás se sientan un poco mejor cuando se encienden las luces", ha dicho el cineasta Emmanuel Courcol (67), que precisamente logra aquel objetivo con su nueva película, la emotiva comedia dramática "Unidos por la música", que hoy se exhibe en una nueva jornada de la edición 23 del Festival de Cine Wikén, presentado por "El Mercurio", Vitacura y Costanera Norte.
La película cuenta la historia de Thibaut (Benjamin Lavernhe), un prestigioso y sofisticado director de orquesta cuya vida entra en crisis cuando se le diagnostica una compleja enfermedad cuya única solución es un trasplante de médula ósea. Él recurre a su hermana, pero exámenes revelan que no es compatible porque no comparten ADN. En realidad, no son hermanos sanguíneos. Así, Thibaut descubre que es adoptado y que tiene un hermano al que no conoce, Jimmy (Pierre Lottin), que trabaja en el comedor de un colegio del norte de Francia y toca el trombón en una banda de su comunidad. Las opuestas personalidades de ambos se encontrarán y pese a las intensas circunstancias, como el título en español del filme lo indica, la música se convertirá en una pieza clave para unir a estos hermanos.
Sobre la construcción de la historia, Courcol ha dicho: "Quería encontrar la manera de que estos hermanos se encontraran y un trasplante me pareció una buena excusa. Me permitió desarrollar un guion lleno de distintos temas y reflexiones sobre la vida. Thibaut conoce a Jimmy y empieza a pensar en la existencia que podría haber sido la suya. Al verlo se pregunta: '¿y si las cosas hubiesen sido al revés?'. Hay una sensación de urgencia por lo que está pasando, pero el punto es que nunca se trató realmente de su propia enfermedad, sino de su trayectoria".
Y continúa: "Thibaut viene de un mundo de excelencia en la música, cultura y educación. Su entorno está al alcance de unos pocos elegidos, pero él ha sabido conquistarlo y alcanzar la fama. Se podría decir que a Thibaut le han tocado mejores cartas en la vida y cuando su hermano intenta alcanzarlo y seguir sus reglas, la cosa se tuerce. Thibaut tiene buenas intenciones, pero Jimmy simplemente no está preparado".
La película -estrenada en el pasado Festival de Cine de Cannes y ganadora del Premio del Público en el de San Sebastián- es el más reciente exponente de una dulce y poderosa tradición de películas en las que la música une a personajes opuestos o es la pieza que pone orden en una historia dominada por el caos. Ejemplos de aquello son recordados y exitosos filmes como "Tocando el viento" (1997), "Los coristas" (2004), incluso se puede agregar a esta lista la taquillera "Amigos intocables" (2011).