La Celeste cayó por mínima diferencia ante Venezuela en un juego donde Fabián Coito rotó el plantel y las decisiones arbitrales desbalancearon un partido parejo.
Más allá de que a
Uruguay poco le cambió la derrota ante
Venezuela (0-1) nunca es bueno perder y más cuando el juego quedó en un manto de polémicas tras dos jugadas puntuales que pudieron modificar por completo el trámite del encuentro.
La primera de ellas se dio en el minuto 33 cuando tras una buena jugada colectiva
Agustín Albarracín llegó al fondo, mandó el centro atrás y
Germán Barbas puso el 1-0. En un partido donde la Celeste, debido a la cantidad de variantes, no estaba tan cómodo como en otras ocasiones, ese tanto le hubiera permitido encarar el partido de otra manera, pero el segundo asistente levantó la bandera y algo sancionó para anularlo, más allá de que poco se vio que ocurra.
https://youtu.be/wNHD5qnyWSQ?si=776nfPm6pKwJRt6c&t=193Con el 0-0 en el marcador el juego continuó y la Celeste no pudo mostrar las mismas cosas que venía demostrando o al menos con la misma asiduidad del resto de los juegos de la fase de grupos.
En un once que tuvo el estreno absoluto de
Facundo Bonilla en el arco y de
Nicolás Ramos en la zaga, de muy interesante partido para ambos, faltó cierta conexión que se vio cuando la base titular estuvo en cancha, algo que hasta podría ser esperable.
Pero sumado a este contexto, hubo un nuevo fallo arbitral que dejó muchas dudas y que esta vez tuvo que ver con el árbitro central que sancionó un penal que rápidamente reclamó
Patricio Pacífico y que pareció asistirle razón porque el remate de
Nicola Profeta pareció pegar en el vientre del hombre de Defensor Sporting y no en la mano.
https://youtu.be/wNHD5qnyWSQ?si=e4LFyWtUqa5W97Mu&t=359
Kervin Andrade lo cambió por gol y con ese tanto, Venezuela se quedó con la victoria. La Vinotinto que fue de más a menos en el partido, hizo su estrategia y tras el gol se replegó complicando a una selección uruguaya que no trazó los mejores caminos para llegar al gol.
Lo cierto es que más allá de la caída, ahora toca borrón y cuenta nueva. Lo bueno hay que repetirlo y lo que no salió tan bien mejorarlo de cara al hexagonal que comenzará el próximo martes para Uruguay y que le dará la posibilidad a la Celeste de pelear por uno de los cupos a la próxima Copa del Mundo donde defiende el título.