Bogotá, inquieta por subsidios que ya no pagará la Nación

Producto de la crisis fiscal que azota al país desde hace varios meses, el gobierno de Gustavo Petro se ha visto en la obligación de recortar diversos frentes de gasto público y aunque la mayoría de las sugerencias le han pedido que se concentre en los rubros de funcionamiento, la orden ha sido congelar las transferencias a ciudades capitales. Prueba de esto es que obras como la primera línea del Metro de Bogotá ($770.000 millones), el metro ligero de Medellín ($497.0000 millones) o el Canal del Dique ($710.000 millones); quedaron con sus recursos en el aire, lo cual no cayó para nada bien entre los mandatarios regionales, que calificaron esto como una represalia. Acá también se debe contar que a la Defensa Civil le recortaron $707 millones justo antes del inicio de las temporadas de emergencia relacionadas con el fenómeno de El Niño y se aplazan $5.000 millones destinados a apoyar la compra de insumos agropecuarios para pequeños campesinos. Además, en el sector de agricultura, se recortan $16.900 millones del fondo de fomento para mujeres rurales, afectando programas clave en este ámbito. No hay que olvidar que en total fueron $12 billones los que se recortaron, de los cuales $6,8 billones obedecen a funcionamiento y $4,4 billones a inversión, que pasará factura a 43 entidades del Gobierno Nacional, entre ellas Colpensiones, la piedra angular del sistema pensional que entrará a regir desde mediados de este año. Dentro de los ajustes presupuestales que ya empezó a realizar el Gobierno Nacional, hay varios capítulos que tocan a Bogotá, lo que ha llevado a las autoridades distritales a prender alertas, dado que en su mayoría son recursos destinados a superar la pobreza, cerrar las brechas sociales y garantizar una mejor calidad de vida a la gente. No en vano, el alcalde Carlos Fernando Galán ha emitido varias alertas respecto a la presión fiscal que generará este tipo de medidas, ya que se habla de plata para al menos seis subsidios que deberá empezar a buscar la ciudad, en tiempos en los que la caja distrital, si bien está mejor que la de la Nación, no destaca por la abundancia. Galán hizo un recuento de los programas que deberá empezar a asumir la ciudad y comenzó por los subsidios para vivienda de interés social y prioritario, punto en el que advirtió que la capital del país llegará a cifras similares a las del Gobierno Nacional en todo el país, ya que para 2025 se proyectan 16.000 subsidios para vivienda nueva y 4.000 para mejoramiento. Y se debe sumar el Programa de Alimentación Escolar (PAE), en el que aunque el Ministerio de Hacienda no ha realizado los giros correspondientes, según denunció el Distrito, están garantizados los recursos para la continuidad del programa, ampliando la cantidad de raciones calientes y abriendo nuevos comedores escolares. Otra de las alertas que se prendieron en Bogotá fue la del créditos del Icetex, frente en el que se dejaron de ofrecer 8.000 créditos para estudiantes nuevos en Bogotá, lo que llevó a la Alcaldía a entregar 8.000 becas completas para educación universitaria, técnica y tecnológica en 2024, con un aumento proyectado a 13.000 becas en 2025. Según la Alcaldía, desde febrero, el Gobierno dejó de atender a 10.000 hogares en extrema pobreza en Bogotá, lo que obligó a intervenir con una inversión de $50.000 millones anuales. Además, ante la falta de cofinanciación de 11.000 cupos de atención a la primera infancia, el Distrito asumió el costo de $30.000 millones anuales y estableció una meta de crecimiento de 30.000 cupos adicionales en el cuatrienio.