Las primeras horas de Orsi: Europa como prioridad, la postergada reunión con Milei y su presencia en los BRICS

El presidente Yamandú Orsi mantuvo en las últimas 48 horas una maratónica sucesión de 13 reuniones bilaterales formales, y otras tantas fuera de agenda con otros jefes de Estado y representantes extranjeros que llegaron a Montevideo a presenciar su toma de posesión el pasado sábado.

El flamante mandatario optó por utilizar sus primeras horas de "gobernabilidad", según comentó uno de sus más cercanos asesores, para mantener este tipo de contactos, en los que logró algunos compromisos, fijó prioridades y buscó respaldos que, en algunos casos, logró conseguir.

En sus primeras horas al frente del Poder Ejecutivo, Orsi dejó en claro que una de esas prioridades en política exterior es la concreción del acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea. Según el flamante presidente, este supone un "hito" en las relaciones internaciones de Uruguay.

"No solo por las oportunidades de comercio y de inversión, sino también por el contexto geopolítico en el que vivimos", señaló el mandatario. También, agregó, por la "comunidad de valores y principios que unen a Europa y a los países del Mercosur".

Orsi destacó "el firme compromiso del gobierno de Uruguay para impulsar en el Parlamento Nacional la pronta ratificación de este acuerdo y aseguró que cuenta con que "los partidos democráticos de nuestro país acompañen esto".

En este tema recibió un fuerte respaldo del presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, a quien recibió este domingo en el Palacio Estévez. El jefe de estado teutón agradeció "el compromiso y apoyo de Uruguay en cuanto al multilateralismo" y destacó que "en un tiempo en el que el orden internacional y el mismo sistema de las Naciones Unidas se ven cuestionados cada vez más, la cooperación entre Europa y Sudamérica, la cooperación entre Alemania y Uruguay, es de especial importancia".
Steinmeier manifestó, también, que su país aboga por la pronta entrada en vigor del acuerdo. "Queremos y necesitamos el acuerdo con el Mercosur", expresó. Un acuerdo que queda severamente entredicho ante la postura de uno de los grandes socios de Uruguay.

El gobierno de Orsi sigue buscando una reunión bilateral -que aún no pudo concretar- con el argentino Javier Milei, que no concurrió a la toma de posesión del sábado. A la misma hora en que Orsi asumía, Milei estaba en su país en la apertura del período de sesiones del Congreso. Allí, en horas de la noche, reiteró sus cuestionamientos al Mercosur, y dijo que esperaba que Argentina pudiera firmar un acuerdo bilateral, un tratado de libre comercio, con los Estados Unidos. "Lo único que logró (el Mercosur) desde su creación es enriquecer a los grandes industriales brasileros a costa de empobrecer a los argentinos", dijo Milei sobre el bloque. Es de destacar que Luiz Inácio Lula da Silva fue uno de los principales jefes de Estado que estuvo presente en la ceremonia de asunción del nuevo mandatario uruguayo.

Orsi le respondió este domingo al argentino, al recordar que "hace mucho tiempo se escuchan voces cuestionando la herramienta Mercosur". Algunas, señaló, han planteando cambiar las formas de recorrer el proceso de integración. Otras, "siendo bastante más duros o diciendo que la herramienta quizás no esté sirviendo". El propio expresidente Luis Lacalle Pou cuestionó más de una vez el bloque, en el marco de las negociaciones infructuosas para lograr un TLC con China.

Orsi aseguró que Uruguay tiene "especial preocupación por mantener los vínculos con todas las cancillerías de la región" y consideró que "se viene articulando muy bien". Si bien reconoció que hay diferencias con Milei en cuanto a "la forma de recorrer el proceso", sostuvo que "el compromiso, que es lo que formalmente nosotros debemos fortalecer, es de avanzar sin que el Mercosur sea un freno". Orsi recordó que lo mismo que plantea ahora el presidente argentino -negociar fuera del Mercosur- es lo que el gobierno de Lacalle Pou intentó hacer en el pasado período.

Más allá de toda esta discusión, el gobierno de Donald Trump, de la mano de su enviado especial para América Latina, Mauricio Claver-Carone, descartó que su país esté dispuesto a un acuerdo como el que pretende Milei.

Ucrania

El alemán Steinmeier, en tanto, no quedó ajeno a esta discusión y, en la reunión con Orsi, dejó un mensaje: "En un tiempo de transformaciones globales es decisivo poder contar con socios con los que compartimos los mismos valores e intereses".

Sus comentarios, realizados durante una conferencia de prensa, no pasaron desapercibidos, puesto a que efectuados en momentos en que Trump decidió librar una batalla arancelaria -uno de los objetivos es, precisamente, la Unión Europea- mientras al mismo tiempo se enfrenta duramente a varios países de Europa en cuanto a su posición con respecto a Ucrania.

Según el nuevo canciller, Mario Lubetkin, el tema generó un "intercambio de opiniones" entre ambos presidentes. Uruguay, aún bajo el gobierno de Lacalle Pou, votó la semana pasada en Naciones Unidas una resolución de compromiso con la "soberanía" y con la "integralidad territorial de Ucrania dentro de sus fronteras internacionalmente reconocidas".

Al respecto, Lubetkin recordó que hubo un "movimiento muy importante" de países que pasaron de condenar la invasión rusa a abstenerse. Al respecto, el nuevo canciller evitó pronunciarse sobre la escalada de cuestionamientos entre Ucrania y Estados Unidos, un país con el que "vamos a tener las mejores relaciones".

Con todo, Lubetkin fue escéptico sobre el futuro de varios acuerdos que Uruguay venía negociando con los Estados Unidos, a partir de las nuevas políticas implementadas por Trump. Sobre todo en cuanto a la eventual eliminación de visas por parte de ese país a los uruguayos. Una medida en la que había avanzado el gobierno saliente, sobre todo durante estos últimos dos años.

"Todo el tema de la inmigración ha tomado otra dimensión", advirtió el flamante canciller de Orsi.

Las primeras horas en el piso número 11

Luego de la reunión con Steinmeier, Orsi salió del Palacio Estévez, saludó breve y amablemente a varios simpatizantes que lo esperaban en la puerta y dirigió su pasos en dirección oeste. Su destino era la Torre Ejecutiva. Fue la primera vez que ingresó al edificio en su calidad de presidente en ejercicio. Luego de observar la reproducción en miniatura de una diligencia instalada en la entrada y de saludar al personal de recepción, se dirigió al ascensor que lo llevó al piso 11, donde está el despacho que ocupará y en el que trabajará durante los próximos cinco años.

El presidente se detuvo a firmar los primeros documentos de su administración. Allí también estuvo el flamante secretario de la Presidencia, Alejandro Sánchez, que se mostró en su nuevo lugar de trabajo con un compromiso: "Trabajar incansablemente por un mejor Uruguay".